🌿 Capítulo 27

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"No puedes ser amigo de la persona con la que estaba escrito que pasarías el resto de tu vida"—El Lado Explosivo de Jude, Nicole Williams.

...

—E-e-eres un i-i-imbécil—masculló Castiel mientras miraba enfurecido a Dean.

—Tú fu-fuiste el que res-resbaló—farfulló el interpelado mientras se envolvía con una toalla.

—Por-porque t-tú me empu-pujaste—lo señaló acusadoramente mientras Gabriel le extendía una toalla que Samantha les facilitó.

Ambos estaban calados hasta los huesos y sentados en el sol para que pudieran calentarse un poco debido a que el agua de la fuente estaba helada. Sacarlos de ella fue todo un problema porque no dejaban de pelearse con empujones e insultos, Gabriel había terminado algo empapado al igual que Tony pero éste estaba llegando a su paciencia con el comportamiento infantil de su socio. Ambos parecían dos críos de cinco años peleándose por tontería y media, ya ni Peter hacía tanta rabieta. Se vieron con la necesidad de sentarlos a varios metros de distancia para que no se mataran pero ni eso impedía que se insultaran el uno al otro.

—Cassie Bee, ¿podrías dejar de pelear?—gruñó Gabriel mientras le extendía una camisa—Anda, quítate eso para que sea más rápido tu maldito secado. No quiero que te vayas a enfermar.

Castiel farfulló entre castañeos mientras se deshacía del saco y de la camisa empapada. Dean enarcó las cejas mirando su espalda tonificada y eso que no estaba antes; el tatuaje de dos alas abarcaba casi toda la espalda, iba desde sus omóplatos hasta los hombros y luego bajaba hasta llegar al inicio de la cintura. Se mordió el labio inferior al imaginar esa espalda bajo él mientras...no. Cortó ese pensamiento de inmediato, y el golpe que le dio Tony en la cabeza mientras le extendía una sudadera ayudó mucho.

—Se puede sentir la tensión sexual que emana de ti—le masculló para que los otros sujetos no lo escucharan.

—Asco, ca-cállate—gruñó Dean quitándose la camisa empapada y poniéndose la sudadera—Sólo veía su ta-tatuaje—Tony entrecerró los ojos.

—Claro. Y si te digo que esas alas en su espalda se ven malditamente sexis y dan ganas de tenerlas encima, no hay problema, ¿cierto?—Dean lo miró con cara de pocos amigos—Porque no es en lo que estabas pensando, ¿verdad?

—Le diré a S-Steve—fue su respuesta mientras comenzaba a secarse el cabello.

—Adelante, amigo. Estoy seguro que él entiende.

Tony le palmeó la espalda mientras se levantaba y se dirigía a los otros dos hombres que discutían. Dean los miró disimuladamente mientras se pasaba la toalla por el cabello; vio la sonrisa tímida de Castiel al mirar a Tony y en cómo comenzaba a disculparse por su comportamiento. Las alas en su espalda estaban cubiertas pero él sentía que podía verlas y no sólo era eso, quería tocarlas, delinearlas con la punta de sus dedos.

Su fiel compañero se estaba comenzando a preparar para la batalla sacándole un gruñido de molestia. Era intolerable que con un solo pensamiento ya estuviera listo, o sea, tenía treinta no quince.

—Preferiría estar en una zona ne-neutral para la entrevista—habló el ángel mientras se levantaba—Como podrá ver, señor Stark, el señor Winchester y yo no te-tenemos buenas migas—Castiel sonrió tímidamente al hombre mientras se echaba la toalla a los hombros y pasaba una mano por su cabello—Y tengo que entrevistarlos a ambos. Pro-prometo que me comportaré, estoy apenado por...—señaló la fuente.

—No te preocupes, Castiel—Tony sonrió—Sé la clase de socio que tengo—Dean bufó—Y te agradecería que me llamaras Tony. Me dices señor Stark y siento que tengo la edad de mi padre—se estremeció haciéndolo reír—O podría ser señor Rogers, me encanta cuando me llaman por el apellido de mi marido—Castiel sonrió divertido—Bien, Peter ven acá, Samantha tiene que trabajar.

Siempre Serás Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora