Volver a vivir - Christopher Vélez

Capítulo 82

Dos días después del cumpleaños de mi hermano teníamos que viajar a Uruguay con los chicos, y aunque se puede decir que se han solucionado las cosas con Christopher aún me siento incómoda con la situación de Nikki.

Nos encontrábamos en el aeropuerto de Miami a minutos de tomar el vuelo.

- ¿Y Christopher? - pregunté, pues todos ya habíamos abordado el avión y él era el único que faltaba.

- Coqueteando con una chica que se acabó de encontrar - dijo Erick con naturalidad

- ¡¿Qué !? - pregunté

- Si, eso creo, si quieres puedes verlo por ti misma - dijo esta vez Zabdiel.

- Pensé que estaba saliendo con Nikki - comenté

- ¿Y eso te sorprende? Por favor Nath, estamos hablando de Christopher - dijo Joel interviniendo

- Esta en su naturaleza - volvió a comentar Zabdiel.

- No se puede luchar contra la corriente - comentó esta vez Mahogany

- Si, bueno, allá él- dije tratando de restarle importancia.

Minutos después Christopher subió al avión con una sonrisa más grande que la del gato de Alicia del país de las maravillas.

- ¿Está ocupado? - me preguntó Christopher con su estúpida sonrisa. Definitivamente quiero darle un golpe.

- No - respondí

- ¿Por qué tan fría? - preguntó extrañado mientras tomaba asiento a mi lado.

- Me preguntaste si el asiento estaba libre, te contesté, ¿que más querias que te respondiera? - dije mientras me ponía mis audífonos con la intención de no escucharlo. Estaba celosa, lo admito.

- ¿Sabes? Acabo de conocer a una chica - me contó quitándome mis audífonos.

- ¡Pero que novedad! - dije con ironía - Ya dame mis audífonos Vélez - demandé.

- ¿Vélez? Ya Nath, en serio, ¿Qué te pasa? ¿Qué te tiene tan enojada? ¿Fue algo que hizo Erick? Porque si es así yo mismo le puedo dar un golpe del que se acuerde toda su vida. - dijo Christopher con un tono de preocupación en su voz.

- No me pasa nada, sólo dame mis audífonos - dije ahora si molesta.

- Si claro, ¿Y ese tono? ¡Nath! - dijo Christopher y para este entonces ya estaba un 75% irritada.

- Christopher, dame mis audífonos, no molestes - dije frotándome la cien, en serio estaba molesta y está situación no ayudaba para nada.

- Si me dices te los doy, así que te escucho - dijo con una sonrisa

- ¡Dios, Christopher no estoy para bromas ahora! ¿Podrías sólo darme los malditos audífonos? - Negó , por lo que intenté quitárselos.

- ¿Por qué no estás para bromas? - preguntó, intenté volver a quitárselos.

- ¿En serio me estás jodiendo? - dije sin imaginar lo que Christopher haría segundos después, ¿A qué no adivinan donde se guardó mis audífonos? , les dejo una pista, en un lugar donde seguro no le da el sol.

Así es, Christopher se había guardado mis audífonos debajo de sus pantalones o al menos quiero creer que es allí.

- Habla - ordenó

- Jodete Christopher, puedes quedarte con mis audífonos ya no los quiero, eres un asqueroso - dije levantándome más que dispuesta a cambiarme de asiento con Ashley quien tenía un asiento libre a su lado.