los guardianes ancestrales (historia)

Capítulo 13- una reunión inesperada.

Después de recibir una paliza de parte de un guardián nivel príncipe Armando, mi cuerpo aún seguía lastimado, mientras caminábamos por un extraño bosque llamado bosque del roble, un bosque lleno de árboles verdes, muchas plantas de diversos colores, insectos y animales muy interesantes, al caminar por un largo camino directo a ciudad orquídea solo faltaría cruzar el bosque del roble, pueblo de coníferas y llegaríamos a ciudad orquídea.

Al llegar al bosque del roble decidimos parar a descansar debido a que la noche comenzaba a entrar, salía la luna con todo su esplendor, todos nos encontrábamos bajo el calor de una fogata cuando de la nada un brillo de luz comienza a salir de mi bolsillo donde se encontraba el anillo de Armando, al momento de sentir la presión y el poder que emanaba de mi bolsillo decido tirar el anillo, el anillo comienza a crear un cuerpo de luz y se aparece Armando de este, un gran golpe de parte de su Axe demon me es recibido mandándome a volar por los cielos y estrellándome contra los árboles y dejándome muy herido con la boca y los raspones abiertos dejándome heridas aún mayores. Mientras los chicos se encontraban juntando comida y algunas hierbas para sanar mis heridas, armando se detiene en el campamento para lograr ubicar su posición y con una mirada fría que se lograban percibir bajo su capucha, una mirada que mostraba dolor y melancolía que aunque fuese mi enemigo la conciencia me ganaba y no lograba comprender por qué se encontraba así.

Entre los arboles del cielo cae un sujeto que tenía uniforme de moderador como aquel tipo que me ataco hace años cuando conocí a fon. Debido a mis heridas y distancia no comprendía que sucedía pero parecía que el moderador intentaba llevarse a armando.

El moderador golpea con un puño cubierto de electricidad a armando y lo tira de rodillas, pareciera que armando aún estaba débil o con poder del cosmos débil.

Cuando el moderador estaba por darle un golpe de gracia a Armando llega Osiris dejando caer las hierbas medicinales y uniendo sus manos para dejar salir un ataque de sus manos.

- Bazuca marina.

El ataque es tan fuerte que logra mandar por los aires al moderador mientras que al ver a Armando le pregunta algunas cosas ya que ella no lograba comprender como un guerrero tan fuerte cayera contra alguien tan débil como un moderador, hasta que se da cuenta.

- ¡Tienes un poder del cosmos de tres!

- No te interpongas en mi camino si no quieres morir pequeña niña.

- No me digas pequeña niña solo soy un año menor que tú, yo tengo nueve.

- Tengo once años de edad y creo que deberías correr como todos y temerme después de todo soy el poderoso guardián terrestre Armando.

- Si claro, no le tengo miedo a personas como tú además si hablamos de personas fuertes deberías ver a kohichi en acción o a Rafael.

- Creo que les tienes mucho afecto, me da curiosidad que una oceánica y un icebear sean amigos y que un solar y una oceánica sean amigos, sinceramente son muy raros, antes de seguir te informo que a tu novio lo mande a volar por los árboles.

- ¿Kohichi?

Después de poder ser regresado al campamento Osiris decide comenzar a cubrir mis heridas con las hierbas y vendajes, mientras esto pasaba Rafael logra observar a Armando en su cuerpo físico y decide ponerse en guardia.

- Así es como me tienen que temer niña, ¿ves como al verme se pone en posición de pelea?

- Rafael lo hace ya que se preocupa por nosotros, además no te tengo miedo ya que lograron patearte el trasero antes.

- No ven que soy un monstruo más horrible que el solar.

- ¡oye!, deja me curo y veamos si resistes otro ataque mío.

- Oye no sé qué está pasando aquí pero me podrías decir ¿porque eres un monstruo, k" tiene más heridas y Osiris no te esta golpeando?

- Toda mi vida eh sido un monstruo, desde que nací tenía un poder mayor, y ahora deberé liberar a mi futuro de una cadena.

- ¿Cadena? Eso no tiene sentido.

- Frederick el guardián nivel dios terrestre me tiene bajo un contrato espiritual.

Mientras todos hablábamos con el jamás había escuchado eso de contrato espiritual ni mucho menos sabía que ocurría pero sabía gracias a sus ojos cubiertos de horror y con una postura temblorosa que teníamos que ayudarlo.

- Oye no sé qué pasa pero te ayudaremos a romper ese contrato.

- No te endulces conmigo, nadie pidió su ayuda además para romper un contrato espiritual tengo que cumplir las condiciones o puedo morir.

Después de escuchar eso Osiris se levanta y con un puñetazo muy fuerte manda al suelo a Armando y grita.

- Escucha tarado queremos ayudarte porque aunque no lo creas hemos pasado por cosas horribles y no podemos dejar que un guardián nivel dios se salga con las suyas.

Mientras Armando aún seguía en el suelo decide aceptar la ayuda pero el comprendía que aun éramos muy débiles para podernos enfrentar contra Frederick así que decide acompañarnos a casa y unirse al equipo de una forma distanciada.

- Bien a pesar de que sean unos debiluchos primero deberán portar un arma decente ya que las armas ayudan para potenciar y obtener nuevas habilidades, conozco a un herrero en la gran central es muy difícil que acepte hacer armas de hecho su familia del pasado creo mi arma, el nombre del actual herrero es "keiko" no será fácil convencerlo pero pienso que podrá ayudarnos.

- Bien, entonces bienvenido al equipo.

- ¿bienvenido? , jamás acepte formar parte del equipo idiota, solo aceptare la ayuda que me ofrecieron

- Como sea idiota.

- ¿Qué demonios dijiste?, ¿quieres que te vuelva a generar heridas?

- ¿quieres que te vuelva a derrotar con un ataque?

Después de una pequeña pelea verbal que tuvimos la verdad salió y Osiris decide preguntar sobre el repentino aumento de poder, mientras Rafael aún se mantenía callado empieza a cuestionar lo mismo. Cuando todos nos quedamos callados al sentir un poder con un total de quinientos en un pueblo muy cercano así que decido hablar de cesar y este sale de mi cuerpo, comienza a ponerse una marca en su pata y una al resto para mandarnos al mundo metafísico para poder observar aquello que no logramos ver ese día.