Capítulo 19- un encuentro rocosa-mente helado.

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Los días avanzan y no puedo creer la suerte que tengo al entrenar con frost, si bien a diferencia del resto yo llevo entrenando durante un año sin descanso, mientras corro y salto de los ataques de frost, solo descanso cinco horas donde debo dormir y comer durante ese pequeño tiempo.

Ya me sentía lo suficientemente fuerte para lograr regresar después de todo ya tenía un poder de 250 y con frost aún no comprendía debido a que nunca pelee junto con él.

Así que decido volver hacia ciudad orquídea mientras caminaba de regreso un joven apareció de la nada y comenta.

- Oye niño danos todo lo que llevas en tu mochila y no te aremos nada.

- Lo siento chicos pero Fon me regalo esta mochila y además es mejor que no se metan.

- Mátenlo, rápido ataquemos con todo.

- Esperen son solo humanos con un poder de tres.

Mientras caminaba estos se ponen alrededor de mí encerrándome en un círculo, parecía que mis palabras no funcionaban así que decido retroceder y estos intentan golpearme. Sin dudarlo decido saltar y alejarme de la situación, estos llaman a un joven de alrededor de veinte años y le dicen.

- Señor no quiere darnos la mochila.

- Bien yo me encargo.

Decide meter la mano en sus bolsas y sacar una pistola, solo podía verlo mientras este me apunta.

- Chicos no debemos llegar a esto, no quiero lastimarlos.

El sujeto decide tirar del gatillo, así que sonrió y con solo alzar un dedo una daga de hielo sale disparada y atravesando su corazón, esquivo la bala y en cuestión de segundos elimino a cada uno de estos tipos.

- Les dije que no se metieran jeje.

Mientras sonrió y me rasco la cabeza me disculpo con los cadáveres y comienzo a caminar, al caminar me encuentro con una ciudad para ser precisos ciudad aloe, una enorme ciudad muy interesante pues no contenía ningún mal aspecto incluso no parecía que habitaran humanos solo robots, hasta que la calma desparece al caminar por un barrio lleno de mercados y tiendas.

Un joven misterioso es arrojado a la calle y corro para ayudarle.

- Hola ¿te encuentras bien?

- Ah sí, muchas gracias.

- ¿Quién eres?

- Soy un joven guardián novato mi nombre es "z".

- ¿Qué clase de nombre es ese?

- Está bien jaja me llamo zarek Smith.

- Mi nombre es Rafael, me dirijo a ciudad orquídea.

- Yo no tengo camino a donde ir, ¿puedo ir contigo?

- Yo creo que no, además tengo que buscar a mi maestro.

A medida que caminábamos directo a casa zarek no me dejaba solo así que decido caminar y esperar a que me deje en paz, cuando llega armando todo lleno de sangre y cubierto de polvo.

No podía esperar llegar a casa y mostrar mi progreso, pero ver a armando todo lastimado era una gran intriga así que pregunto.

- Oye armando ¿Qué te paso?

- Entrenamiento. oye ¿Quién es ese?

- A se llama zarek, quiere unirse al equipo ya que no tiene familia ni nada según me comenta.

- Veamos qué tan fuerte es, ¿tienes elixir?

- Claro, es una gran idea además podremos probar que tan fuerte nos hicimos.

El comienzo del combate fue aún mayor cada quien decidimos separarnos por unos minutos, mientras armando tomaba el elixir y sus heridas se curaban decidimos comenzar a atacar.

- Daga helada

Mi daga es lanzada contra armando mientras este lo cubre con un simple pisotón, zarek se mantiene quieto hasta que en solo dos segundos había recibido un golpe de parte de zarek, armando da un pisotón y crea miles de pinchos de roca haciendo que zarek se detenga.

- Mira nada más así que tu poder es la ultra velocidad, dime ¿Qué tan rápido te mueves?

- Solo la velocidad del sonido.

- Era de esperarse eso explica pero ¿porque tardaste tanto para atacar a Rafael?

- Es simple fui a buscar algo para atacar.

Decido levantarme y congelo todo el suelo mientras congelo los pies de zarek, armando junta sus manos y crea a un golem de piedra para atacar a zarek mientras este no se podía mover.

Zarek recibe el golpe y es arrojado por el cielo, mientras armando y yo compartimos golpes uno de ellos es capaz de arrojarme.

La noche cayo mientras aun estábamos muy heridos por la pelea decidimos descansar y esperar hasta la mañana siguiente.

- Oye Rafael creo que es hora de visitar a keiko.

- Lo siento pero deberíamos ir por Osiris y kohichi.

- Vamos de una vez para impresionar a ellos y entregar a zarek al equipo de una vez, ¿Qué les parece?

Ambos asentimos con la cabeza, todos emocionados decidimos caminar a la gran central dejando al equipo para otro día.

los guardianes ancestrales (historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora