Capítulo 17. Un entrenamiento y un sentimiento.

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Al siguiente día decido despertarme, mientras bostezo y empiezo a abrir los ojos poco a poco me volteo, y veo la horrible cara de armando sin más que pensar decido gritar del susto.

- aaaaaaaaay que cosa más horrible, ¡viento cortante!

- ¿Qué demonios te pasa?

- Perdón aun no me acostumbro a que compartamos cuarto, después de todo solo han pasado dos días.

- Fon me dijo que ya no tardaría en hacerme uno.

Sin terminar de poner atención decido marcharme, al caminar por los pasillos de mi casa llega tsukuyomi y me toma de la cintura para llevarme cargando hacia el patio donde Fon me había entrenado alguna vez.

- ¿Oye porque haces eso? ¿No ves que no e desayunado?

- Lo sé, hoy aprenderás a ser un verdadero lunar sobrinito.

Cesar sale de mi cuerpo al escuchar que era hora de entrenar.

- No solo serás un lunar yo te entrenare para que seas un verdadero solar.

- Chicos tengo hambre y ¿si hacemos esto más al rato?

Creo que no debía insistir con mi desayuno ya que al parecer mi tía no permitiría esto, un golpe de parte de ella me es recibido y me manda a volar directo a los árboles, mientras me intento despegar del árbol gritan los dos.

- Aprenderás mediante la marcha.

Mientras abro los ojos cesar junta las patas y absorbe aire, mi tía por otro lado junta las palmas de su mano y con un impulso hacia atrás me apuntan entre los dos y gritan mientras de una manera desesperada intento soltarme del árbol.

- Gran bola de fuego

- Tornado asesino.

A un segundo de poder recibir el ataque brinco y me dirijo con una patada contra mi tia tsukuyomi, cesar se transforma en katana y se posa en mano de tsukuyomi, el golpe que recibo es fatal, un dolor inmenso me derriba contra el suelo partiendo gran parte de mi pecho, al caer, tsukuyomi grita.

- ¡que despistada, cesar tiempo fuera!, primero necesito darte un presente.

- Y es por eso que no eres reina, aun no maduras.

- Cállate cesar, toma kohichi, se llama...

Al ver la katana que invoca al tocar el espacio vacío, no podía creer que ella poseerá la excalibur de mi madre, al ver la katana grito y la interrumpo.

- ¡excalibur!

- A espera ¿la conoces?, bueno era de esperarse con cesar cerca, esta es la katana de la familia lunar, el arma más poderosa que nuestros ancestros crearon, tiene miles de años de edad, una espada increíble, con miles de poderes que podrás descubrirlos con el tiempo, ahora déjame transmitírtela.

Tsukuyomi toma un poco de sangre de mi pecho y la pasa con la yema de sus dedos por toda la hoja, la excalibur comienza a brillar y de un momento a otro suelta la katana, esta cae al suelo y genera un hueco en la tierra de lo pesada que se puso.

- No te preocupes, la excalibur dejo de ser mía y se convirtió en tuya, ahora solo tú podrás portarla, ahora sí, ¿empezamos?

- Claro chicos.

En un encuentro de estocada entre la excalibur y la "katana cesar" comienzan los golpes, las heridas al terminar los días eran masivos pero era claro deje de ser un joven que apenas sabia usar una katana a una persona que podía utilizarla con facilidad, día y noche entrenaba con ellos, uno de los ejercicios más extremos era el "desayuno" tenía que buscar una presa, matarla y cocinarla para comerla mientras cesar y tsukuyomi me emboscaban, o el "aro" creaban círculos de fuego alrededor de mí y tenía que meditar usando las mismas ropas de siempre, una bufanda, un pantalón y una sudadera.

los guardianes ancestrales (historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora