Cosplaying

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A Bakugou no le hacía maldita gracia todo eso.

—¿Por qué cojones me iba a poner eso?

Señaló con un dedo acusador la peluca y las gafas que Izuku sostenía. Este sonrió nervioso, preguntándose por qué tenía que ser él y no Kirishima el que convenciera de esto a su amigo de la infancia.

Ah, sí, porque era su amigo de la infancia. Aunque no es que precisamente se llevasen de espectáculo.

—Kacchan, todos en la residencia van a...

—¿¡Y a mí qué cojones me importa?! ¡No me voy a poner esa mierda!

Midoriya dio un paso hacia atrás, mirando para todos los lados, a ver si distinguía el característico cabello rojo de Kirishima. Izuku era consciente de que no iba a poder convencerle, tenía que ser Kirishima quien se lo pidiera. Ese chico tenía una habilidad única para lidiar con Kacchan. Deku se solía preguntar si iba adjunto a su quirk.

—¿Pasa algo, Midoriya?

Una mano rosácea se posó en el hombro del chico de cabello verde, que se extrañó al haber escuchado la voz de Kirishima, y giró para ver a una copia más alta y masculina de Mina Ashido con los ojos de Kirishima.

—¿¡Qué cojones te ha pasado, pelo pincho?!

Bakugou pareció tan asombrado como Midoriya, quien parpadeó y le sonrió.

—Kirishima-kun, gracias al cielo. Ten, convence tú a Kacchan, por favor.

Le dejó las cosas en sus manos y se desentendió del tema ante la mirada de ambos, abandonando el marco de la puerta la habitación de Bakugou.

—¿Okey? ¿De qué tengo que convencerte? —arqueó una ceja Kirishima, ladeando la cabeza y, con ella, la peluca rosácea que tenía.

—¿De qué te has disfrazado? Pareces un algodón de azúcar.

—¡De Ashido! ¿No es obvio? —giró sobre sí mismo—. Ella misma me ayudó.A cambio yo la ayudé con su traje de Yaoyozoru.

—Esto es una puta locura y no pienso participar.

—¡Vamos! ¡Será divertido!—animó Kirishima.

—¡Paso de ser un maldito cuatro ojos!

—¡Venga! ¿O prefieres que llame a Best Jeanist? —sonrió divertido Kirishima, sabiendo lo mal que le caía a Bakugou el héroe número cuatro.

—¡Vete a la mierda! ¡No pienso ponerme eso!

—¿Qué no? Te digo yo a ti que sí...

Kirishima se lanzó repentinamente encima de él y empezó a hacerle cosquillas. Bakugou estuvo cerca de usar su quirk contra él varias veces, pero Kirishima le esquivaba y sabía que nunca le haría daño intencionadamente, así que a Bakugou no le quedaba muchas posibilidades que hacer caso.

—¡Joder, para... ya! ¡Me lo pondré!

—¡Perfecto!

Kirishima se levantó y recogió las cosas que había tirado al suelo, entregándoselas a Bakugou.

—Cuida bien el traje, que cuesta repararlo.

Bakugou le expulsó de su habitación diciéndole algún insulto entre medias.

En soledad, el rubio maldijo la maldita fiesta de disfraces que se les había ocurrido a esos idiotas que tenía por compañeros, y también maldijo lo bien que le quedaba a Kirishima el traje de la rosita que, seguramente, fue modificado por la rica para que le quedase mejor.

Y Kirishima andaba tan contento con eso puesto.

Hizo una mueca. Era mejor no pensar demasiado en eso.

★★★

Izuku aún no podía creerse la habilidad de Kirishima. En verdad que no sabía qué clase de pacto con el diablo habría hecho para que Bakugou Katsuki se disfrazase de Iida. Confiaba en que no muriese en el intento, pero...

—¿Pasa algo, Midoriya?

Izuku dio media vuelta para ver a Todoroki con la peluca de Tokoyami. Empezó a reír, intentando esconderse sin mucho éxito bajo las vendas del traje de Aizawa.

—¡Estás muy gracioso, Todoroki-kun!

Todoroki parpadeó y se encogió de hombros. La mirada verde de Deku, cuando se calmó, volvió a Kirishima y Bakugou, que discutían acerca de algo —bueno, Kacchan gritaba y Kirishima bostezaba bastante— cerca de la mesa de aperitivos que habían dispuesto para la fiesta.

—¿No crees que hacen buena pareja? —dijo sin pensar, pero luego se calló al ver la mirada del rubio observándole con su mala leche de siempre y apartó la vista.

—Tú sí que dices cosas graciosas —sonrió Todoroki.

Deku hizo una mueca y miró disimuladamente a ambos, que parecían divertirse picándose. Llevaba años conociendo al rubio, y sabía que Kacchan no era de reírse de esa manera tan natural con nadie. Nunca le había visto tan relajado con alguien.

Sonrió y tiró de Todoroki, pidiéndole que solo le siguiera la corriente.

Hizo como si fuera a recoger un aperitivo, y se tiró a propósito al suelo usando uno de los pies de Todoroki como excusa. Shoto le tomó el brazo para que no cayese, pero eso no impidió que, en la caída de Izuku, Kirishima fuera inevitablemente empujado hacia Bakugou, que le atrapó antes de que se diera una ostia contra el suelo.

—¿¡Eres gilipollas o qué, Deku?! —gritó mientras rodeaba a Kirishima con los brazos.

—¡Perdón, Kacchan! —rió Izuku—. Gracias, Todoroki-kun.

Todoroki suspiró y negó con la cabeza, tirando de él para que se levantase.

Ambos se alejaron una vez cumplido el objetivo de Deku, que se fue con una sonrisa.

—¿Estás bien, idiota? —dijo cuando los dos se fueron, al ver que no decía nada ni se movía.

Le vio la cara, pintada de rosa, y se dio cuenta de que se había quedado dormido. De pie.

—¡Oye, no te duermas!

Le zarandeó, pero Kirishima se abrazó a él y acomodó más su cabeza en su hombro. Era normal que hubiese acabado así, tan animado y de un lado para el otro ayudando a preparar todo, había acabado agotado.

—Venga, vete a tu cama.

Kirishima se acomodó más, y no quiso saber nada de moverse. Bakugou suspiró y le cargó entre sus brazos.

Todos los que le miraban mientras lo llevaba de camino a su habitación recibían una mirada asesina que les hacía callar cualquier comentario.

¿Por qué tenía que ser siempre la niñera de ese idiota?

30 Days: Kiribaku short storiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora