Dash y Sofia se acomodaron en su habitación ; una estancia con cuarto de baño, pequeña pero acogedora. La dulce lámpara de aceite iluminaba pobremente el cuarto , pero aún así, para nuestros protagonistas era suficiente.
-Sofia, aún me pregunto... cómo pudo ser que cuanto te encontré... no dudarás de mi ni un poco ; mi aspecto lejos de ser agradable es temible - dijo acomodando las maletas en un rincón -.
-Ya te lo dije...me trasmitiste confianza ... estabas igual de solo en el mundo que yo y ahora que perdí a mi madre , eres lo único que tengo.- se sentó en la cama-.-También tienes a Selfire -. Dash no sabía porque había soltado ese comentario de repente -.
-Estás muy raro, no pareces tú-.sonrió-.
-Es culpa tuya... si fueras más mayor lo entenderías - se dirigió al baño -.
- No quiero ser un adulto tonto como tú- se burló-.
-Di lo que quieras... voy a bañarme, no habrás la puerta bajo ningún concepto, ¿entendido?-.
-Ya, ya... no quiero verte desnudo tranquilo - enfurruñó el rostro-.
-Esta bien- cerró la puerta -.
La pequeña se tumbó en la cama y cerró los ojos durante un instante bastante largo.
ESTÁS LEYENDO
La maldición.
FantasySofía es espectadora de una epidemia que azota su pueblo, acabando con casi toda la población, su madre, para salvarla, la esconde fuera de las murallas que protegían a los habitantes sanos y fuera de peligro.