El molino acogedor con su hoguera desprendía una calma anormal para todo lo que habían vivido estos últimos días Dash y Sofía.
La pequeña no despertaba de su profundo sueño; deliraba pronunciando el nombre de su madre ; a veces tenía pesadillas con el momento en el que encontró su cadáver bajo tierra.
Ningún niño debería vivir esas barbaridades, Dash sufría enormemente por el estado mental de Sofía, esto le llevó a comerse sus pesadillas todas las noches, pero era un secreto para ella y el resto de personas que se le acercaban.
Él todavía le daba vueltas a la cabeza para buscar una razón por la que tenerle cariño a una cría huérfana. Es inaudito, nunca lo hubiera hecho, perdió la fe en la humanidad hace mucho tiempo.
En Velcruk, mientras tanto, el rey tenía la visita de un campesino.
-¿Cuál es tu nombre súbdito? - Lo miró desde arriba con desdén-.
-Sebastián, tengo información sobre el fugitivo que busca, su Majestad.
-Interesante...y Me supongo que querrás algo a cambio de dicha información-.sonrió divertido-.
-Dinero su señoría, necesito medicinas Para mi hija, esta muy enferma -.se arrodilla-.
-¿Cómo se qué es real esa información?.
-Pues...Porque...
ESTÁS LEYENDO
La maldición.
FantasiaSofía es espectadora de una epidemia que azota su pueblo, acabando con casi toda la población, su madre, para salvarla, la esconde fuera de las murallas que protegían a los habitantes sanos y fuera de peligro.
