Dash con su gran habilidad auditiva calculo los pasos de los guardias hasta aquí y le pidió al molinero que si viera alguna tropa les dijera que vio a los sospechosos en la dirección contraria para ganar tiempo.
Dash necesitaba que Sofia supiera defenderse mínimamente así que durante un día sin dormir talló un arco de madera y se lo entregó.
-Esta hecho a tu medida, cuando crezcas te haré uno más grande...- Sofia le interrumpe-.
-¿Cuanto tiempo nos queda ?- tomó el arco entre sus pequeñas manos-.
-Gracias al Molinero aproximadamente tenemos unos 5 días y en ese tiempo te voy a enseñar a lanzar con arco. - mostró unas flechas con puntas de piedra bastante afiladas-.
-¿!En tan poco tiempo?! - se sorprendió-.
-Así es, no vas a parar ni descansar hasta que consigas atravesar ese montón de manzanas que están apiladas en esas cajas- las señala-.
Sofia no estaba nada convencida , pero, sentía curiosidad de porque Dash sabía tiro con arco y aunque en el pasado hubiera preguntado hasta la saciedad , esta vez no fue capaz de hacerlo.
Las clases de Dash eran duras; solo paraban para comer y dormir 5 horas, las manos de la niña sangraban de las tantas prácticas que hacían. Cada vez más cerca de su objetivo llegó el último día.
-Mí padre me enseñó cuando era joven a tirar con arco; era cazador , conseguía las mejores carnes para el palacio de Velcruk, el rey siempre estuvo agradecido de la alta calidad que proporcionaba el don experto de mi padre.- comenzó a hablar mientras Sofia se colocaba en posición-.
La pequeña se quedó paralizada ; Dash había hablado de su pasado sin que ella lo atacara a preguntas. Se quedó muda. Esas emociones no la ayudaron a apuntar bien; sus manos le sudaban y su pulso se aceleraba , estaba tan feliz.
Y una manzana cayó.
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La maldición.
פנטזיהSofía es espectadora de una epidemia que azota su pueblo, acabando con casi toda la población, su madre, para salvarla, la esconde fuera de las murallas que protegían a los habitantes sanos y fuera de peligro.