Cuando era pequeño, mamá siempre me contaba un cuento antes de dormir ; nunca faltaba ningún día...al final de cada cuento siempre repetía la misma frase ; " no te preocupes, esta noche no tendrás pesadillas, me las voy a comer todas".
-¿¡ Qué coño eres?!- la mujer grito asustada forcejeando con Dash-.
-Una pesadilla .-sonrió-.
Sofia estaba encerrada en el cuarto de baño de la habitación de esa misteriosa mujer ; golpeaba la puerta de madera con su hombro repetidas veces con pocos resultados .
Observó el baño , buscando cualquier cosa para poder forzar la gastada puerta de madera del pobre motel.
-Todo esto es culpa mía...si no hubiera sido tan estupida como para dejarme engañar por una desconocida ; si hubiera ayudado a Dash como debiese, si tan solo pudiera hacer las cosas por mi misma ...-masculló mirando los utensilios higiénicos del baño-.
Tuvo una idea ; agarro una etiqueta de un envase y la deslizo por el seguro para que resbalara y la puerta se abriese .
En el pasillo del mugriento motel un cúmulo de cenizas negras ensuciaban el suelo de madera ; telas rojizas y restos de tacones quedaban sin remedio en las podridas tablas de madera.
La bestia se colocó la máscara de nuevo y entre un inmenso dolor de cabeza caminó por el pasillo; agudizó su oído y ...la escuchó.
-¿sabes...Sofia ?, es más fácil tener esta maldición que no tenerla ; te acostumbras a dar asco, a tener esta habilidad que te prohibe relacionarte con cualquier ser humano ...y luego estás tú, una muchacha por la que acabo de cometer un delito ; comenzar a quererte.- metió una patada a la habitación de la que antes, era una mujer-.
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La maldición.
FantastikSofía es espectadora de una epidemia que azota su pueblo, acabando con casi toda la población, su madre, para salvarla, la esconde fuera de las murallas que protegían a los habitantes sanos y fuera de peligro.
