capítulo 1 parte 4

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Sofía no podía creerse aún lo sucedido en escasos días; descubrir que su madre había caído en las garras de la epidemia, conseguir un amigo extraño y sobretodo lo fría que estaban las murallas de Velcruck.

-¿Has dormido bien Sofía?- preguntó intentando ser amable con la cría-.

- La cama era bastante mullida Señor -sonrió-.

-Dash, llámame de esa forma. -escupió tajante cansado del "señor"-.

-¿Dashi?- intento pronunciarlo como pudo -.

-Dash- suspiró-.

-¡Dashi! - gritó alegre -.

Dash, dando por vencida la batalla con Sofía hizo el desayuno sin los guantes que llevaba puestos cuando recogió a la pequeña.

Intentaba no tocar mucho la comida de la niña por si a ella le daban asco sus negras manos, si alguna vez las viera no quería que maldeciera cada día que había comido  alimento preparado por él.

Ocultaba como podía su piel, sobre todo su cara. Tenía especial cuidado en cerrar su cuarto para que ninguna cría entrometida viera su rincón personal .Evitada decir más de lo necesario y hablar de su pasado.

Sofía era tan curiosa que a veces molestaba con sus constantes preguntas , pero era comprensible , un extraño enmascarado y callado daba motivos para sospechar.

Dash salía por las mañanas a buscar comida por los alrededores y en los pueblos abandonados por la epidemia. Le llegaban rumores de que esta se estaba extendiendo por los pueblos de la zona matando a todos los habitantes, convirtiendo a aquellos lugares en desiertos sin vida.

La maldición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora