-Disculpe, Señor...-Sofia alzó la voz desconfiada.-
-¿Qué hace una niña pequeña a esta hora fuera de su habitación ?- desde el mostrador de recepción pregunto-.
-¿No ha salido un hombre con macará fuera?- preguntó sin hacer caso al recepcionista-.
-No, pequeña , ¿cual es tu habitación? - con tono dulce intentó ayudarla-.
-Se donde esta mi habitación, gracias.-Se marcha fingiendo amabilidad-.
El recepcionista se quedó patidifuso, la mirada de la joven parecía vacía ; unos ojos que habían visto tanto terror que su brillo se había gastado.
El cabello de Sofia había crecido bastante ; por debajo de los hombros , sus manos estaban llena de heridas y rozaduras ; por culpa de las clases de arco. No parecía una niña.
La pequeña deslizó una mirada al bar que estaba cruzando recepción , por si veía a su amigo.
Una mujer con aires seductores vio a la joven y se acercó a ella sin pensarlo; dejando de lado su plan de emborracharse para olvidar que la rechazaron.
-Disculpa, pequeña...¿buscas a alguien?- Se agachó a la altura de Sofia para parecer más amigable-.
-Sí...¿has visto a un hombre vestido de negro, come máscara?-.
-Interesante...si, he hablado con un hombre así, hace poco tiempo - sonrió-.
-¿En que dirección fue?- alegre preguntó-.
-Sígueme...te llevaré con él- extendió su mano hacia ella-.
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La maldición.
FantasíaSofía es espectadora de una epidemia que azota su pueblo, acabando con casi toda la población, su madre, para salvarla, la esconde fuera de las murallas que protegían a los habitantes sanos y fuera de peligro.
