Ningún ruido llegaba a los oídos dormidos de los cuerpos inertes.
Las camas eran como tumbas guardando un cadáver ; Dash y Sofia dormían con aparente paz.Te amo, te amo, te amo , te amo...la cabeza del maldecido se llenaba de esas palabras hasta que las mismas lo despertaron de un salto.
-¡Mentirosa!- gritó Dash entre sudores y escalofríos-.Giró su cuello; observó su entorno confundido, recapacitando sobre lo que había pasado con anterioridad.
-Perdí el conocimiento...Sofia me rescató; la puse en peligro - se acercó a la cama de la niña-.
Acarició su cabello; tan suave , tan fino...no podía parar.
Sofia giró su cuerpo , asustando a Dash , que salió del trance; estaba completamente desnudo.
-Por dios... ¿me vio así? - cogió sus ropas y se vistió-.
Se daba asco así mismo; sus emociones se trasformaban en una masa sin forma , ni a base de puñetazos conseguía encontrarle el sentido.
Si la reina quería su muerte ; si que la epidemia exista es culpa suya...¿qué debería hacer?.
Si se entrega a palacio lo matarían; y él no quería darle ese gusto a la malvada reina ...no, después de lo que le hizo.
-Jugaste con mis sentimientos...y ahora juegas con mi cuerpo- masculló dirigiéndose a la salida del cuarto-.
Por suerte, Sofia, dormía plácidamente.
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La maldición.
FantasiSofía es espectadora de una epidemia que azota su pueblo, acabando con casi toda la población, su madre, para salvarla, la esconde fuera de las murallas que protegían a los habitantes sanos y fuera de peligro.