Días después del partido yo seguía en casa, mi madre no paraba de decirme que necesitaba ir a la psicóloga para hablar, pero yo le seguía insistiendo que lo único que necesitaba era estar sola. Durante esos días no había pasado nada malo, ya no había vuelto a escuchar voces ni nada parecido, solo estaba yo en casa, con mi café, mis novelas, mi pijama a corazones rosa y mi pelo que parecía una jungla.
El sonido del motor del coche de mi madre me levanto, ya no me miraba en mi espejo, porque hacia mucho que no amanecía con heridas, eso me gustaba, podía dormir tranquila. Cuando vi a mi madre irse con su coche color rojo carmín, baje a la cocina para desayunar algo. En la cocina empece a buscar algo para comer, pero no había nada, eso quería decir que tendría que hacer las compras.
Entonces escuche unos pasos en el piso de arriba, me asuste tanto que cogí lo primero que vi y eso era la mitad de una barra de pan, que estaba muy duro. Subí las escaleras muy sigilosamente y arriba me quede en medio pasillo, a la derecha tenia la habitación de mi madre y el baño, a mi izquierda mi habitación y en frente una habitación de invitados. Cuando estaba de ida hacia la habitación de mi madre, un viento fresco choco con mi espalda, me gire y vi la puerta de mi habitación entre abierta, me acerque lentamente y vi la ventana abierta. Entre con miedo y cerré lo mas rápido posible la venta, al darme la vuelta me encontré a pocos centímetros con Derek.
-Pero que demonios haces aquí, te podía haber matado. -Le dije mientras me alejaba un poco de él.
-Con la mitad de una barra de pan? -Pregunto él señalando mi barra de pan.
-No con mi técnica de karate...-él me miro con cara de no creerme. -En mis tiempos libres hago karate y tienes suerte de que no estes muerto. -Mentí para no quedar mal, la verdad es que sí me refería a la barra de pan, porque yo nunca había echo karate.
De pronto dejo de mirar la barra de pan que tenia en las manos y miro mi pijama y mi cabello, eso me hizo sentir avergonzada.
-Que haces aquí?
-Encontré tu móvil anoche en el bosque. -Me respondió, mientras sacaba mi móvil de su chaqueta negra de cuero.
-Gracias, pero te agradecería que la próxima entraras por la puerta.
-Créeme no habrá próxima vez.
-Aun mejor. -Le sonreí intentando disimular mis ganas de matarlo.
Me miro fijamente y después miro mi habitación, me dio vergüenza porque al igual que yo estaba echa un asco mi habitación también, empece a recoger un poco, mientras él caminaba hacia mi escritorio en donde tenia fotos de Scott y Stiles, de cuando eramos pequeños y nos sacábamos fotos, porque queríamos tener recuerdos, la verdad es que tenia muchas pegadas en la pared y había alguna que otra de Lydia.
-Por que volviste al pueblo? -Pregunte tendiendo mi cama.
-Volví en busca de mi hermana. -Respondió mirando mis partituras de piano. -Pero ya era tarde, es mejor que me baya por lo visto tienes muchas cosas que hacer. -Terminó diciendo mientras miraba todo el desorden que había.
Me miró por última vez y se acerco a la ventana para salir, pero después se dió la vuelta y me señalo la puerta, yo sonreí porque se acordó de que debía utilizar la puerta como la gente normal.
-Espera! -Grite antes de que bajara las escaleras. -Quiero ir contigo.
Después de una ducha fría, llegamos a su casa, Derek aparco su coche en la parte trascera. Entramos dentro, era enorme pero siniestro, las paredes estaban algo quemadas, se notaba el negro y gris, habían unas escaleras enormes justo delante de la puerta. De pronto escuchamos un coche. Derek miró por la ventana y me susurro que me quedara callada y quieta si era posible, yo me asuste un poco no sabia lo que pasaba. Entonces cuando él se dió cuenta de lo asustada que estaba me indico que me aproximara a él. Afuera de la casa pude ver un coche patrulla con un policía y un perro.
-Que hace aquí? -Pregunte muy suavemente
Derek no me respondió, pero no hice caso, estaba mas atenta al policía que salia del coche, parecía algo asustado, el perro se quedo en la parte trasera del coche y sacando la cabeza comenzó a ladrar. Preste mas atención y cuando me gire un poco, Derek que estaba demasiado cerca de mi, miraba con mucha intensidad al perro era como si le ordenara ladrar. Después de que el perro ladrara y ladrara el policía se fue un poco asustado sin siquiera entrar en la casa.
-Vienen de vez en cuando para vigilar que no haya nadie aquí dentro. -Me contesto finalmente, mientras se daba la vuelta.
-Pe... pero nadie entra... verdad? -Pregunte siguiéndole hasta otra habitación que parecía ser el salón.
-No.. -De pronto se quito la camisa de un golpe.
-Que haces?? -Grite girándome para no ver nada.
-Eras tu la que querías venir y yo no pienso dejar de hacer deporte por ti, así que si quieres te puedes ir. -Parecía que lo hiciera aposta para que me marchara.
-Sabes un secreto, me encanta ver como la gente hace deporte.
Yo seguía girada, así que no sabia lo que él estaba haciendo pero supuse que eran flexiones. Me senté en el suelo ya que los sofás estaban algo quemados y con mucho polvo. El tiempo pasaba, era agobiante que él no dijera nada, así que decidí girarme sin levantarme del suelo y ahí estaba, colgado del techo subiendo su cuerpo para arriba, bajaba, subía, bajaba, subía. Me quede embobada en sus músculos privilegiados que tenia, si no me hubiera clavado su mirada, seguro que hubiera dejado caer baba de mi boca. Sacudí un poco la cabeza para despertar de ese hechizo.
-Por que querías venir ? -Pregunto Derek mientras se soltaba cayendo en el suelo.
-Si te soy sincera, estos días no han sido los mejores de mi vida. -Conteste. -Los chicos y yo nos hemos alejado mucho, mi madre piensa que estoy entrando en depresión y creí que seria una buena idea cambiar de ambiente por un momento.
Derek se puso algo pensativo, cogió una botella de agua que estaba a mi derecha y tomo un poco. Después se sentó frente a mi en el suelo, me miro por un instante y luego observo las paredes de su casa quemada.
-Perdiste mucho mas que tu familia. -él me miro algo confuso. -El día del incendio, tu familia no fue lo único que perdiste.
-Me perdí a mi mismo. -Contesto levantándose del suelo para ponerse su camisa gris.
Comprendí que no quisiera hablar del tema, yo también tenia cosas que prefería no recordar, así que no insistí con el tema. Me provoco lástima su respuesta, aunque yo sabia muy bien que era verdad, las personas pierden algo de si mismas cuando pierden a alguien querido, pero el perdió todo, me pregunte si no tenia alguna doncella en apuros, pero dude mucho, sus ojos mostraban soledad, ira, coraje, todo menos amor.
-Desde cuando conoces a Scott y Stiles?
-Desde los 10 años, o bueno ellos tenían 10 yo 11. -Derek me miro con una cara de pregunta. -Ahh, si, bueno yo repetí curso por mi mudanza.
-Donde vivías antes?
-Sudamérica. -Respondí levantándome del suelo. -No creerías, que mi madre la rubia de ojos azules de verdad era mi madre? Me adoptaron a los 10, desde los 8 crecí en un orfanato, en realidad me llamo Beka, pero las monjas me pusieron Cristal.
-Por que? -Pregunto muy intrigado.
-Decían que mi madre se llamaba Cristal, el nombre me gusto mas que Beka y me lo quede.
-Decían? Tu no recuerdas a tu madre?
Me quede callada, bajando la mirada, conteniendo todo tipo de lagrimas, él no volvió a preguntar, por suerte. Creo que los dos teníamos mas secretos de lo que parecía. Derek tenia razón, algo en mi mente bloqueaba mis recuerdos de mis padres verdaderos. Cristal era un nombre hermoso, y era lo único que me sonaba conocido cuando intentaba recordar mi verdadera familia. Me puse triste y quizás Derek se diera cuenta, o quizás ni se había inmutado.
-Quieres que te enseñe a luchar? -Yo lo mire algo extrañada. -No me digas que con una barra de pan vas a defenderte toda tu vida?
Me quede alucinando, Derek Hale mi profesor de lucha? Eso tenia que verlo, así que acepte su propuesta. Los dos salimos de la casa. Derek me miro de arriba a abajo y me sugirió que debía llevar algo mas apropiado para eso. La verdad tenia razón, yo estaba con un short y una camisa roja a botones que a simple vista ya se sabia que era de una tela súper delicada. Entonces él entro a su casa y volvió con una camisa negra.
-Esto te ira bien. -Me dijo tirándome la camisa.
-Vale.
Derek se dio la vuelta para que yo pudiera ponerme su camisa negra, que me hizo un poco grande, pero era cómoda.
-A cuentas chicas has enseñado a luchar? -Le pregunte riendo un poco.
-Una. -Respondió amargamente. -Mi hermana menor, Cora. -Dijo finalmente dándose la vuelta.
Para cuando se giro yo estaba mas que lista, solo que no sabia como él podía aguantar tanto. Decidí dejar de pensar en eso y concentrarme. Derek me miraba extraño, parecía que le causaba gracia como iba. La camisa negra me era muy grande y mi estatura no ayudaba mucho.
-Preparada? -Pregunto Derek.
-Si -Suspire yo.
Sentía un gran dolor en la espalda, estaba segura que me quedarían moretones de los golpes. Ese hombre era invencible, quien peleara con él a muerte seguro acababa tres metros bajo tierra. Derek me extendió su mano para ayudarme a levantarme, mi orgullo rechazo su ayuda, quería que pensara que era fuerte, aunque en realidad estaba como si un camión me hubiera atropellado.
-Creo que ha sido una mala idea. -Me dijo mientras me daba una botella de agua.
-Que dices ha sido emocionante, esto hay que repetirlo.
A pesar de los golpes, las patadas y de que casi había perdido la conciencia por algunos minutos, era la bomba, ya sabia hacer algunos trucos que me enseño o mejor dicho que me hizo Derek, ademas al parecer era ágil para esquivar los puños.
-Te saldrán moratones, no debí darte clases.
-Derek Hale, que sea pequeña de altura y aparente ser frágil, no quiere decir que lo sea, ademas has echo un favor al planeta, ya no volveré a amenazar con una barra de pan, esta vez se enfrentaran a su pesadilla, te lo aseguro.
Derek me miro con una media sonrisa, no lo podía creer, Derek Hale sabia sonreír, aunque fuera una pequeña y corta sonrisa era la mejor que había visto en mi vida, parecía que sus ojos tapaban su verdadero yo, pero por un instante sus ojos dejaron de ser el centro de atención y vi algo que me gusto mucho. No dije nada para no estropear el momento. Entre hablar de técnicas de lucha y de las muchas veces que me metí en líos por defender a Scott y Stiles, se nos paso el tiempo.
-Ya es de noche!! -Dije un poco preocupada.
-Te llevo a casa.
Después de un buen rato metidos en el coche, paramos en una gasolinera, para que Derek pusiera combustible al coche, yo que tenia hambre me fui a la tienda de la gasolinera a comprarme unas patatas fritas y refrescos para los dos. La verdad es que no sabia si Derek quería algo, así que cogí dos refrescos y unas patatas fritas. Antes de salir de la tienda, pude ver como dos coches se acercaban a Derek, rodeandole uno adelante y otro por detrás. Derek me miro como diciéndome que me quedara quieta, eso me provoco pánico. De uno de los coches salio un hombre, de pelo canoso y ojos celestes muy llamativos, después de que él bajara bajaron otros hombres.
Derek no decía nada, pero el hombre de canas si hablaba, yo no podía escuchar nada, pero no pensaba que era algo bueno. Cuando al fin el hombre de canas se dio la vuelta para irse, Derek le dijo algo que lo detuvo, se giro y uno de los hombres que estaba detrás suyo se acerco al coche, llevaba una pistola, eso me espanto, pensé que dispararían a Derek, pero tan solo rompió la ventana del coche. En cuanto se fueron salí corriendo, de la tienda.
-Estas bien?
-Si... sera mejor que te lleve a casa.
-Quienes eran?
-Cazadores.
Derek limpio su coche por dentro ya que tenia trozos de cristal por los asientos, yo estaba preocupada, todo el mundo lo veía como una amenaza sin tan siquiera hacer el intento de conocerlo bien. Volvimos a subir a su coche, él parecía un poco furioso, no me quiso decir nada, pero lo comprendí, no pedí explicaciones.
-Hemos llegado. -Me dijo sin tan siquiera mirarme.
-Vale. -Salí del coche. -Nos vemos mañana.
-No...
-A medio día. -Le dije mientras cerraba la puerta sin dejarlo hablar.
Cuando entre en mi casa y cerré la puerta, una sonrisa tonta salio de mí, mi madre me miro algo rara, después echo un vistazo al coche de Derek que se iba. No me dijo nada para mi suerte, pero si me dijo que Stiles llamo muy preocupado. Subí a mi habitación y lo llame para que me dijera que era tan importante.
-Stiles!
-Cristal! Has recuperado tu móvil? Como?
-Derek lo encontró en el bosque y me lo devolvió.
-Cristal no sabes lo que ha pasado?
Stiles me contó, que en un autobús del instituto un hombre había sido atacado, por Derek y que Scott también estuvo esa noche pero que no recordaba mucho, solo que él intento ayudar al conductor pero no pudo, y que se encontraba en grave estado en el hospital.
-No creo que sea Derek. -Le dije yo un poco confusa.
-Cristal!! Es... Derek Hale.
-Bueno te llamo mañana, ahora tengo que hacer cosas. -Le dije yo, para parar esa conversación.
-Espera!!
Me quede en silencio esperando que Stiles me dijera otra cosa importante.
-Crees que les parezca atractivo a los gays?
-Perdona?
Stiles me había hecho la pregunta mas tonta del siglo, me quede algo sorprendida y no sabia como responderle a esa pregunta sin dejar de reírme, era totalmente absurdo él ni siquiera era gay.
-Por que me lo preguntas Stiles, en clase esta Danny el mejor amigo de Jackson que si no lo sabias es GAY!!
-Es eso, creo que no le gusto a Danny.
-Te gusta Danny?
-Nooo! -Me grito por el móvil -Pero si no les gusto a los chicos, menos a las chicas.
-Buenas noches Stiles.
-Espera no has respondido a mi..
Colgué el móvil, porque si seguía con esa conversación yo me quedaría un mes entero con pesadillas de Stiles y Danny juntos. Me causaba gracia las preguntas de Stiles, pero yo no podía responder eso. Me heche en la cama decidida a dormir profundo.
3 de la madrugada, mi móvil suena, tenia tanto sueño que no sabia ni donde lo había puesto. Cuando por fin lo encontré conteste con los ojos medio cerrados.
-Es hora!
-Perdone? -Conteste bostezando.
-Es hora de que sepas la verdad.
-Papá?
Hola chicas!!! Gracias por leer mis historia, bueno espero que os haya gustado y buenos besos infinitos!!! si alguien tiene alguna pregunta sobre la historia aquí estoy para responder.
