Parte 3 - Comenzar de cero

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Midoriya se había ausentado en las clases más de la cuenta y ya comenzaba a preocupar a sus compañeros. Aizawa Sensei intentaba desviar la atención de sus alumnos a temas referidos a su educación pero no funcionó. Todos hablaban de lo mismo, Midoriya.
La última vez que lo habían visto fue luego del accidente con Akiyama, la estudiante de la escuela visitante. Había pasado dos días, no tenían noticias de èl y por alguna razón se había negado a las visitas de sus amigos.
Con una estruendosa entrada apareció frente a la clase All Might, con su cuerpo brillante y musculoso.
-Buenos días clase!- gritó con gran ánimo, que pronto se vio opacado con una imagen repentina a su cuerpo original y raquítico.
Sin perder tiempo, el delegado de la clase Iida, preguntó directamente a All Might el estado de Midoriya.
-Sensei, cómo está Midoriya?-
-He hablado con su madre por teléfono y me ha dicho que está descansando y que está en perf(tos,tos)condiciones.
Ochako muy preocupada preguntó -Profesor, que está ocurriendo con Deku? Qué clase de particularidad tenía esa chica para que Deku faltara a clases?
-No podemos dar esa información ahora mismo. El director está en reunión con los directivos de esa escuela para llegar a la solución del problema.- respondió Aizawa Sensei.
All Might interrumpió cualquier otra pregunta volviéndose a transformar en un musculoso héroe.
-Hay que dar todo nuestro apoyo al joven Midoriya!- dijo con mucho ánimo- Va a ser bueno para èl que uno de ustedes vaya a visitarlo… -entre el barullo de sus compañeros que se ofrecían para ir a visitarlo a su casa, All Might eligió- Joven Bakugo!
El mencionado se sorprendió y rápidamente puso su típica expresión de enfado. Antes de que pudiera quejarse, All Might volvió a su forma raquítica y continuó.
-Tu eres su amigo de la infancia, no es así?… Más importante, èl recibió el golpe para protegerte porque sabía que esos guantes que tú destrozaste pensando que era una debilidad eran en realidad el punto más fuerte de ella. Si hubieras sido más responsable y analizado a tu enemigo en lugar de atacar por atacar, Midoriya no estaría en esta situación sino tú.-
-Lo que sea que tenga ese idiota es por culpa suya, nadie le pidió meterse donde no lo llaman! - dijo reaccionando de forma explosiva.
Rápidamente se le acercó Iida con varios cuadernos y papeles en sus manos y los dejó sobre su pupitre.
-Envíale nuestros saludos, te encargo su tarea, gracias Bakugo. -Dijo con una sonrisa.

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-Maldito Deku, entrometido..- Maldecía Bakugo camino a la casa de Midoriya. -Como si ese pedazo de mierda fuera amigo mío… -dijo enojado.
Se detuvo y observó la bolsa con las tareas que Iida le había dado para Midoriya. Entonces de un momento a otro las quemó sin más y luego rió.
-A ver cómo te las arreglas ahora Deku… -dijo con desprecio.

Cuando se encontraba cerca vió, no muy lejos ,una persona con el pelo alborotado como Deku, usando ropa un talle más grande de la que debía pero al acercarse más pudo notar que la contextura física era más pequeña como el de una chica y su pelo era largo hasta los hombros. Pasó por su lado sin darle importancia hasta que escuchó algunos murmullos que salían de ella.
Eso lo hizo enfadarse aún más.
-Si no fuera una chica juraría que es Deku, maldito murmurador idiota.- Pensó para sus adentros.

Tocó timbre y esperó con impaciencia a que alguien abriera. Solo tenía que cumplir en ir y ver si Deku seguía con vida y se iría, ya que la tarea la hizo cenizas.
La madre fue quién lo recibió.
-Kacchan! Que sorpresa. Que grande estás! Pasa, Izuku salió a comprar.- con la mano le señaló que entrara a la casa.
Con odio en sus ojos pensó -Maldito Deku, no se suponía que estabas agonizando y sales a comprar?- pero accedió a entrar.

-Kacchan, siéntate, hay algo que debo decirte antes de que Izuku llegue.
En presencia de la madre de Deku, Bakugo se comportó como una persona normal y se sentó a la mesa. La madre colocó unas galletas y se sentó frente a èl. Bakugo tenía hambre así que se sirvió.
-Ahora que estas aquí, su profesor ya debió haberles contado lo que pasó... Èl te aprecia mucho y es impulsivo cuando se trata de salvar personas.- Dijo con amargura y continuó antes de que Bakugo pudiera responder a eso. -Estos días Izuku la ha pasado muy mal, le he pedido que saliera a comprar provisiones para que pueda tomar algo de aire. Está todo el día en su habitación y no quiere comer ni bañarse.
Bakugo no entendía que pasaba pero se quedó en silencio.
-Kacchan, necesito pedirte un favor.- lo miró suplicante- Tú e Izuku son amigos desde pequeños, por favor, cuídalo hasta que vuelva a la normalidad. Te necesita más que nunca.
-Creo que Deku puede cuidar de sí mismo. No creo que tenga que protegerlo de algo. -dijo Bakugo con respeto pero ante la mirada angustiada de la madre, suspiró y cedió- Está bien, lo voy a vigilar…
Y la madre de Midoriya respiró aliviada.
-A todo esto, el profesor no nos dijo que había pasado con Deku. Qué es lo que tiene? -dijo Bakugo.
-Qué? Entonces no lo sabes? -dijo sorprendida.
En ese momento se escuchó que alguien entraba. La madre de Izuku comenzó a sudar y volteó nerviosa. Bakugo miró curioso a la madre y después miró dónde miraba ella.
-Mamá, ya he vuelto…- dijo una voz femenina y entró a la sala una chica medio desalineada con ropas grandes y el pelo alborotado. -No había hue…- la chica quedó congelada al ver a aquel chico en la sala con su madre. -Kacchan…- dijo temblando.
-Lo siento, pensé que se lo habían contado y yo…- se disculpó su madre.
-Kacchan, lo puedo explicar- Se acercó Midoriya a su lado.
Bakugo estaba totalmente atónito, en completo silencio y con los ojos abiertos como platos.

Deku...Chan? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora