La pianista ♪♪

Cap #4

///A///

April miraba desesperadamente su reloj de muñeca. Por primera ves después de tanto tiempo sintió miedo de que le sucediera algo. Al comprovar que eran las seis con cuarenta se levanto de las gradas donde estaba sentada y camino despacio hacia la salida. El gran portón de hierro negro aun se mantenía abierto ya que todavía quedaban algunos profesores dentro del instituto.

Se detuvo frente a la carretera mirando de un lado a otro tratando erróneamente de conseguir un taxi e irse a casa. En eso el sonar de un claxon hizo que se sobresaltara. Se volteo y miro que el dueño del lujoso coche era nada mas y nada menos que el profesor de musica. El maestro O'Brien. Pensó en pedirle ayuda y así llegar mas rápido a casa. Se coloco al lado de su ventana y le sonrió levemente.

–April... ¿Que haces aquí...–la mito confuso–... A estas horas?

–Al parecer se les ha olvidado pasar a recogerme... ¿Usted podria...?

Dejo la pregunta en el aire. Ya que April era una chica tímida y antisocial nunca pediría un favor. Pero en esa ocasión era diferente.

–¿Llevarte?– el termino por ella. Asintió– de acuerdo. Sube.

Agradecida tomo asiento al lado del él. Para luego arrancar. April nunca sintió lo que era el olvido y ahora lo experimentaba. Su hermano la había olvidado y dejado. No creyó que el fuese capaz de hacer tal cosa. Absorta en sus pensamientos no fue capas de enterarse que ya se encontraban fuera de la mansión Cohen.

Bajo del coche de su profesor, le dio las gracias y digitó la clave para luego entrar. Camino por el gran camino de piedras lisas hasta estar frente a la puerta de su casa. Cuando estaba a punto de tomar el pomo de la puerta esta se abrió de golpe dejando a la vista a un Noath confundido pero aliviado. No espero mas y la abrazó con fuerza.

–Lo siento April–hablo cerca de su oído– No volverá a pasar... Te lo prometo.

Ella algo asustada por su reacción le correspondió el abrazo. Luego se separaron y entraron a su casa. Su padre se encontraba hablando por teléfono mientras su madre se comía las uñas observándolo. Al verla su padre corto la llamada y se acerco a ella para abrazarla. Luego su madre se les unió al abrazo.

–¿Estas bien? ¿Viniste caminando? ¿Que pasó?– preguntó su padre algo alterado.

–Si padre estoy bien, no, no vine caminando el profesor O'Brien me trajo en su coche y no pasó nada... Tranquilos.

Sus padres sonrieron en respuesta en especial su padre ya que conocía muy bien al profesor O'Brien, ellos se conocieron en primaria, estudiaban juntos pero era algo que April no sabia o algo que su padre no le contaba. El profesor era uno de los músicos mas reconocidos en el país y era uno de los privilegios que tenía el Istituto Crollan Corvino Roll tener como maestro a un musico maravilloso, reconocido y famoso por sus compocisiones musicales.

Después de la cena April subió a su habitación, hizo sus tareas, se cambio de ropa y luego se acostó en su gran cama para después quedarse dormida.

**

Cierra los ojos... Imagina que es real...

Decía una vos muy conocida para April.

Al despertar April se sentía un poco confundida y le dolía la cabeza. Se levanto de la cama y abrió las cortinas de la ventana que daba hacia el jardín trasero. Era un hermoso día para ir a cabalgar un rato.

Luego de ducharse correctamente, cepillarse el cabello y vestirse adecuadamente para montar a caballo (vestia con una camisa color crema que le llagaba hasta las muñecas, un chaleco color negro, un pantalón crema y unas botas negras hasta las rodillas)  bajó a desayunar junto a su hermano ya que sus padres iban al trabajo temprano.

–Buenos días Noath– saludó a su hermano.

–Buenos días princesa– secundó el.

Ambos empezaron a desayunar muy pacíficamente. Ella se dedico a observarlo mientras comía. Su hermano mayor era muy guapo tenia el cabello castaño, ojos verdes, tes blanca, alto y muy apuesto. Llevaba un chaquetin negro oscuro, por debajo un camisa manga larga blanca, un pantalón ajustado negro y zapatos negros. Se veía muy bien.

Al terminar el desayuno Noath se fue al trabajo y April se dirigió al pequeño establo en el jardín trasero. Pidió a Joseph que alistara un corcel para ella y en menos de dos minutos ya estaba cabalgando por el pequeño bosque de cerezos, se sentía muy cómoda con el clima y el cantar de las aves a esas horas de la mañana.

De pronto fruncio el ceño al acordarse de lo que había dicho el profesor de musica con respecto a lo de su sustituto... Por lo que ella sabia era un musico muy reconocido pero jamas escucho que tuviera hijos. La idea fue fugaz y no se iba a sentir diferente sin el profesor estando allí como todos los días.

Al sentirse un poco aburrida bajo del corcel y se adentro a la casa. Tomo una manzana de la cocina y subió a su habitación comiéndose la manzana mientras se quitaba los guantes de hule negros. Entro y se sentó frente al computador en la silla corrediza. Reviso su galería en donde guardaba imágenes de su príncipe (en dibujo) ,ella dedicaba parte de su tiempo dibujando retratos de príncipes creados por su imaginación y a pesar de poseer ese don también poseía otros mas: era inteligente, sabia dibujar, tocar el piano, podía escribir poemas (era muy literaria) entre otras cosas...

April siempre pensaba que para ser talentoso no importaba el dinero sino también la creatividad y carácter de la persona. Ella era una chica decidida, atenta y sofisticada con el trabajo. No era igual a su hermano sino que era mas bien como su padre.

En el instituto era una de las personas con las notas mas altas. Le gustaban los retos y sobretodo la competitividad que tenia con sus compañeros al ser una de las mejores.

Ella practicaba diversos tipos de deportes como: Tenis, basketh ball, ping pong, golf... Pero aunque no fueran físicos también se entretenía resolviendo algunos ejercicios de su gran y pesado libro del Álgebra con el que pasaba horas resolviendo difíciles y largas ecuaciones numéricas con tal de no aburrirse. En su familia nadie era tan estudioso como ella y a pesar de que le beneficiaba solo lo hacia para olvidarse del mundo por un rato. Hubo una ocasión en la que pensó en el suicidio pero eso solo traería problemas mayores a su familia. 

Al caer la noche ella ya estaba camino a la cocina para cenar junto a su familia. Llego al comedor y se sentó en la silla mas alejada de los demás. Su padre al ver la lejanía y el distanciamiento de la joven fruncio el ceño y le preguntó :

–April cariño... ¿porque has estado tan distante?.

Ella alzó la vista mirándolo un poco confundida por su pregunta. Se suponía que todos los miembros que conformaban su familia eran sabedores de su carácter antisocial y que no era buena hablando ni con su propia familia.

–¿Piensas que he estado distante?– fruncio el ceño. Su padre asintió.

»Pues... yo soy así y lo saben. No entiendo porque hasta ahora me lo dices.

Al terminar de hablar volvió su mirada al plato que tenia en frente con una pequeña porción de codorniz bañada en salsa. Luego de eso nadie volvió a hablar e internamente lo agradeció.

Subió a su recamara para cambiarse de ropa y se volvió a sentar frente al computador y escribió la palabra Príncipe azul en las imágenes aparecían muchas fotos de chicos o niños vestidos de príncipes pero ninguno era igual suyo. Al de sus sueños. Al que la hacia suspirar cada noche antes de dormir. Siguió buscando y se topo con un breve concepto de lo que significaba la palabra :

Normalmente se sobre entiende que la palabra príncipe es una expresión usada por las niñas o es algo relatado en libros de fantasía... Pero para algunas personas su significado es distinto. Un príncipe no es solo algo irreal. Bueno, puede que lo sea pero si lo imaginas o lo sueñas se puede volver real...

Sonrió con ternura al leer la palabra "sueñas"... Apagó el costoso aparato, se puso en pie y camino hacia su cama. Se tumbó para luego apagar la luz de la lampara en su mesita de noche.

De repente sintió una pequeña vibración en su espalda, se sentó en la cama y tomo el celular que se encontraba allí. Al encenderlo se sorprendió de encontrarse con muchas notificaciones de : Ethan, Nicole e incluso de su hermano.

Dejo el teléfono en la mesita de noche y se dispuso a dormir.