† últimos capítulos †
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El día de navidad había llegado al igual que los seres queridos y que los obsequios. El día de navidad la madre de April había llegado a la mansión, con cara de no haber dormido dos noches seguidas y un poco mas pálida de lo normal. April había comprado algo para ella pero al verla de esa manera se preocupó y la evaluó de pies a cabeza, no tuvo el valor de preguntarle que sucedía con ella. Solo lo dejó pasar y siguió festejando con los chicos.
Ya era la hora de abrir los regalos, todos se encontraban al rededor del árbol navideño en los sofás, el primero en dar su regalo fue Zean, tomó una gran caja que estaba bajo el árbol y se la tendió a ella. Esta le sonrió y lo abrió de inmediato. Encontrándose con un hermoso anillo con pequeños diamantes, hecho de plata y una cadenita de oro con un corazón como dije de color rojo. Miró dentro de la caja y sacó lo ultimo que se encontraba dentro, era la caja de una lampara china, arriba tenía escrito algo pero no quiso leerlo. Alzó la mirada y observó a su novio que se encontraba con pom pom y yecko en las manos. Yecko era su perro, era de color blanco y partes negras, con apariencia de un pequeño lobo. Sonrió y prosiguió a dar sus regalos, estiró su brazo y tomó una de las cajas, esa se la tendió a su hermano, la otra se la dio a Nicole y la otra a Zean. Luego Noath prosiguió dándole sus obsequios a April, Nicole y hasta a Zean. Y por último Nicole les obsequió algo a los tres.
Al terminar de entregar los obsequios la madre de ellos subió a su habitación, mientras ellos se dirigirían al jardín trasero, April sacó la lampara china de su caja y encendió un encendedor.
–Esto es para que nuestro amor dure para siempre– empezó Zean– y para que se lleve todos los recuerdos y experiencias que hemos vivido hasta ahora.
–Es algo que nunca olvidaré– dijo ella y encendió la mecha que sobresalía de la lampara.
La soltó y esta se elevó despacio hasta el cielo, iluminando por donde pasara. Ella sonrió y lo abrazó.
–Te amo Zean– dijo en el hueco que había entre su hombro y su cabeza.
–Yo también te amo April– dijo cerca de su oído.
Ambos se separaron y se giraron al notar que alguien los observaba, Camille estaba recostada en el umbral de la puerta doble que daba al jardín. April se acercó a su madre y la inspeccionó de nuevo. Ella la tomó del brazo y la hizo entrar.
–Madre ¿puedes decirme lo que está sucediendo? Y... ¿donde está mi padre?– preguntó rápido.
–De eso quería hablarte, April siento que estoy perdiendo a tu padre a causa de una estúpida maldición,– ella fruncio el ceño al escuchar eso– tu padre a estado obsesionado desde que tu tenias tan solo ocho años y Noath doce, desde la muerte de tu abuelo Felipe la vida de Daniel cambió rotundamente al encontrar un bendito pedazo de papel en el ataúd de tu abuelo el día de su muerte, es una secuencia muy extraña escrita en un papel– dijo y sacó un papel muy conocido para April, se lo tendió con los ojos rojizos– ha estado muy diferente desde que empezó a conspirar contra ese numero. No quiero perderlo, es mi espeso y el padre de mis hijos. Y lo peor de todo esto es que no se que hacer para detenerlo.
–Por eso es que no vino– afirmó.
–Si, dijo que se iba a quedar en un hotel hasta que se sintiera bien.
Miró de nuevo el papel tan conocido para ella y volvió a leer la secuencia A, C... 23 S, P
Aun no podía descifrar lo que era pero presentía que lo iba a averiguar en poco tiempo. Guardó el papel y tomó a su madre de las muñecas, observó sus ojos azules y sonrió como consuelo.–No te preocupes madre y te ayudaré con esto– dijo sincera– ven, toma un poco de agua.
La guió hasta la cocina. En donde Noath y Nicole se encontraban, él le sostenía la cintura y ella del cuello mientras sus bocas se movían en compás, de una manera sincronizada. April abrió la puerta para entonces y se sorprendió al ver a su mejor amiga besándose con su hermano.
–¡Noath ¿que estas haciendo?!– se escuchó el grito de su madre por toda la cocina.
Ellos se separaron inmediatamente, él tenia el corazón acelerado por el susto que le causó su madre, ella estaba igual de impactada. April aun no se lo podía creer, Noath tragó grueso y retrocedió, apartándose de ella.
–¡¿Que es lo que te sucede Noath?!– volvió a gritar su madre– ¡¿Que no ves que es una niña?!
–Madre puedo explicarlo...– dijo torpemente él.
–¿Desde cuando?– preguntó April– ¿porque no me dijeron nada ninguno de los dos?
–April te lo explicaré pero...– dijo su amiga con los ojos llorosos.
–¡No, Nicole se lo guardaron para ustedes!– dijo llorando también– ¡Tu, Rompiste nuestro trato!– señaló a su hermano.
–Yo...
–¡Callate, no quiero escucharlos, a ninguno!– dijo y salió corriendo de la cocina.
Tomó las llaves de su auto de la mesa, pasó corriendo por la sala, dejando a un Zean confuso, salió, entró al auto y arrancó. Salió de la propiedad limpiándose las lágrimas gruesas que rodaban por sus mejillas. Decidió no regresar a la mansión esa noche y tal ves tampoco mañana. Se desvió en la Avenida collejas y decidió quedarse en un hotel que no fuera tan lujoso, para no ser encontrada.
Salió del auto, entró al hotel y un olor a mojado la recibió, caminó a recepción donde un señor de la tercera edad la observaba.
–Buenas noches– saludó– quiero una habitación por favor.
–De acuerdo– dijo el anciano escupiendo a un lado.– escoge el numero que quieras.
Dijo él, haciéndose a un lado para que ella observara todas las llaves presentes en la pared, donde unos clavos las sostenían. Miró todos los números y solo uno llamó su atención. La llave estaba reluciendo, tambaleándose de un lado a otro en compás con el viento, tentandola mas a elegirla.
–Deme esa por favor– dijo señalando la llave.
–Ese cuarto está en muy mal estado.
–No importa yo lo quiero– dijo y tomó la llave.
El anciano le dio la indicación de donde se posicionaba el cuarto indicado. Ella subió al ascensor y marcó el botón numero 4. Miró hacia arriba en busca de distracción y miró el numero de pisos que tenía el supuesto hotel. Sonrió amargamente al ver que tenia 23...
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La pianista ♪♪
Mystery / ThrillerCierra los ojos... imagina que es real. Piensa en un futuro no muy lejano... acorde con la realidad... en el que ambos podamos estar... para iniciar una vida sin final.