Epílogo

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‡ Recuerdo final ‡ ←

( lo que sucedió realmente )

Una tarde lluviosa cerca de la ventana del estudio en el instituto se encontraba April con una taza de café caliente entre las manos. Como cada tarde ella y sus demás compañeros se quedaba a practicar con el instrumento musical que le favoreciera o le gustara. Ethan tocaba la guitarra, Nicole el clarinete y April el piano.

Su instrumento favorito era el piano ya que soñaba que ella tocaba una hermosa melodía mientras su príncipe tocaba el violín formando una sinfonía perfecta... En un jardín de rosas blancas (sus favoritas) al aire libre.

De pronto escuchó un chasquido cerca de su cara, agitó suavemente la cabeza y abriendo los ojos se encontró con Nicole apuntándola con su clarinete.

Hey... ¿que sucede?– dijo bajando el instrumento– llevas allí casi media hora.

–Si April... tenemos que ensayar– secundó Ethan, parpadeó un par de veces y se levantó de donde se encontraba.

–Lo siento chicos– se disculpó.

Tomó asiento en la banquilla frente a su piano y comenzó a sonar las teclas de este. Al instante sonó la campana que indicaba la hora de salida. Tomó entonces su mochila y guardó la hoja donde estaban escritas las notas musicales con la intención de practicar en su casa.

Los tres amigos salieron del instituto a esperar a sus choferes en la entrada. El primero en irse fue Ethan, al visualizar la limusina de su padre se despidió de las chicas y subió a toda prisa para no mojarse ya que la lluvia se intensificaba cada ves mas. La segunda en irse fue Nicole al ver que se acercaba la camioneta 4x4 de su padrastro, se despidió y subió a la camioneta.

Y como siempre April fue la ultima en irse, al mirar el convertible de su hermano sonrió y luego subió.

–¿Como estas pequeña?– la saludó alborotandole el cabello a la castaña.

–Bien... supongo– respondió ella colocando la mochila en sus piernas.

Él desvió su mirada hacia ella un momento y luego la regresó a la carretera al escuchar el sonido de un camión al pitar. Tomó con fuerza el volante e intentó girar al otro lado pero para cuando lo intentó ya era demasiado tarde. El gran camión chocó contra su auto provocando que ambos dieran vueltas por el pavimentado y terminasen boca arriba.

Ya que el impacto había logrado que ellos golpeasen sus cabezas, la oscuridad se apoderó de su vista y sus recuerdos fueron borrados...

♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪

April despertó a los dos meses luego del trágico accidente en la carretera. Al abrir los ojos se encontró con las luces de un hospital. El olor tan caracterizante y el ambiente se lo decían todo.

Se sentó en la camilla observando todo a su alrededor, miró su cuerpo y observó que estaba canalizada con una intravenosa en su muñeca. Giró su vista hacia su derecha y observó a un hombre bastante adulto, de unos treinta y tantos. Con una manta a su alrededor. Se asombró al ver a alguien tan extraño en esa sala. Miró a su izquierda y observó otra camilla con un paciente, el hombre era alto, delgado, cabello castaño y muy maduro. También tenia una intravenosa y una mascarilla cubriendo su boca y nariz.

Se asombró al escuchar como la puerta de su cuarto se abría. Miró entonces un señor con apariencia de doctor.

–Hola April– la saludó. Ella se quedó confusa al escuchar como la llamaba– Dime ¿como te encuentras?

–¿Quien es usted? ¿Donde estoy? ¿Quien soy ...yo...?– preguntó mirando hacia cualquier parte.

El doctor sabía perfectamente cada uno de sus datos gracias a sus padres, al contrario de ella que... Debido al accidente y de tantas vueltas dadas por el coche parte de su cerebro había dejado de funcionar bien, se había dañado especialmente el hemisferio derecho, el que capta emociones, imágenes... recuerdos. Lo perdió al igual que su hermano.

El doctor prosiguió a explicarle lo sucedido y el gran perjuicio que esto implicaba. Al rato su padre despertó, llamó a Camille para que los cuatro saliesen de ese lugar cuando le diesen el alta. Así ella podría iniciar una nueva vida, conocer personas (porque las que imaginó solo fueron producto de su imaginación) y tal ves tener un mejor comienzo.

Su hermano Noath, no había sido la excepción porque el también tuvo perdida de memoria y todo lo idealizado en su mente durante el coma solo fueron recuerdos, cosas falsas... sueños. Así que ambos iniciarían una nueva vida después de todo...




Cuando estamos a punto de morir no siempre es la luz al final del túnel la que miramos sino que aveces suele ser la luz de un hospital, cuando estamos saliendo del vientre de nuestra madre.

No lloramos por dolor sino porque los buenos y malos recuerdos que vivimos en nuestra vida pasada están siendo automáticamente borrados de nuestra memoria y casi siempre es por el gran amor que le tuvimos a la vida y por aferrarnos a las cosas materiales en la tierra...

Fin.

La pianista ♪♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora