La pianista ♪♪

Cap #22

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Ambos salieron del local, se dirigieron al auto del joven y subieron, al arrancar ella mantenía su vista fija en el chico frente a ella. Y sonrió, lo hizo porque sabia que el era alguien que además de ser deseado por todas también era alguien conocido e intocable. A excepción suya claro esta. Era alguien muy guapo, con unos ojos azules muy lindos, un cabello muy suave, con unas facciones varoniles muy marcadas, con una barba poco visible creciendo en su cara, y con un cuerpo torneado.

Le gustaba lo que veía y sabia lo que los demás veían en el. Él mantenía su vista fija en la carretera mientras conducía hacia su casa. Al estar cerca, aparcó en el aparcamiento de siempre, ambos bajaron y comenzaron a caminar rumbo a la casa de ella.

–Nicole...– el empezó– ... No... No quiero que te vallas. Pero es algo que no puedo evitar. No se que haré sin ti todo este mes.

–No te preocupes Noath no es por mucho tiempo, solo hay que esperar.– ella alzó la vista hacia el.

–Es mas fácil decirlo que hacerlo– él bajó su mirada. Y ambos se sonrieron.

Al llegar a la puerta principal de su mansión ella se volteó y lo abrazó. Lo besó en la mejilla, lo soltó y se giró para entrar.  Él la detuvo, tomando su brazo y haciéndola girar de nuevo. Negó jugetonamente y la tomó por la cintura.

–Esa no es la manera de despedirse– dijo.

Él acercó su rostro al de ella y presiono sus labios contra los de ella. Succionando y saboreando el sabor de sus labios porque sabia que estaría un mes sin volver a besarlos. Y no le agradaba la idea. Así que se dejó llevar y continuó con el beso que había comenzado. Al necesitar aire ambos se separaron y se abrazaron una ves mas.

–Que tengas linda noche– dijo el y la soltó.

–Tu igual– dijo ella tomando el pomo de su puerta.

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Él le sonrió una ves mas, ella entró a su casa y el se dirigió a su auto. Subió y arrancó.

Al llegar a su casa, lo primero que hizo fue subir a su habitación para tomar una siesta después de su pesado día. 

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April Cohen se encontraba en su habitación una noche, terminando de hacer su maleta para el campamento. Solo tenia pensado llevar una sola maleta al viaje de un mes, al terminarla escuchó el sonido de la puerta principal al abrirse y luego al cerrarse. Poco después escuchó pasos por el pasillo de afuera y luego una puerta abrirse de nuevo. Supo entonces que era su hermano.

Desde hace días que el llegaba muy noche a casa y no entendía el porque lo hacia. Sus padres habían regresado y pensó en que la empresa ya no seria un problema o responsabilidad para él. Bueno, al menos no tanto. Al sentir a pom pom en sus pies lo tomó entre sus brazos y lo llevó junto a ella a la cama. Se recostó sobre su espalda en el suave colchón y cerró los ojos con fuerza tratando de recordar (erróneamente) a su príncipe. Ya no lo soñaba, no lo recordaba, no lo pensaba y no lo imaginaba. Y eso la tenia con intriga.

Aunque ese día se la había pasado bien con sus amigos en el cumpleaños numero 17 de su mejor amigo. En el bar, no había visto a su hermano en toda la noche y lo agradeció. Sacó su celular al escuchar una vibración sobre su mesita de noche, lo tomó y leyó el mensaje.

Zean: estas dormida ?

A: no

Zean: pues deberías estarlo.

A: no puedo.

Zean: que pasa ?

A: nada fuera de lo normal.

Zean: entiendo.

A: iras mañana ?

Zean: al campamento ?

A: si !

Zean: ni loco.

A: :( porque ?

Zean: no le entro a esas cosas.

A: tienes que ir, <3

Zean: no lo se...

A: hazlo por mi.

Zean: lo pensaré.

Ambos se despidieron al ver la hora. Ella se quedó con la duda de si iría o no su chico. Deseaba y anhelaba que el asistiera para estar con el, aunque fuese a escondidas, y hacer del viaje algo mas divertido. Al momento se quedó dormida.

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Imagina que es real...

Piensa en un futuro no muy lejano... En el que ambos podamos estar...

Esas fueron las ultimas palabras que la joven escuchó antes de despertar. No se lo podía creer, había soñado con su príncipe de nuevo. Pero solo había escuchado su vos. No pudo verlo o tocarlo, solo oírlo. Se sintió feliz y completa. Se bañó y vistió rápidamente. Luego bajó a desayunar con su familia aun con la alegría saliendo por cada poro de su cuerpo. De hecho era la primera ves que la veían de esa manera, tan feliz, aunque fuese por una ves pero le gustó ese sentimiento de felicidad y alegría.

Ese fue el día en que sus padres y hermano la vieron en una faceta diferente...