Cap #12

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A veces pasan cosas en la vida que no te las imaginas pero tampoco las esperas. Hay personas que entran y salen de tu vida como rayo de luz al amanecer, hay momentos en los que esas personas se van o simplemente desaparecen como agua entre las manos. Y el pensar de la persona que lo vive es siempre el mismo. Siempre piensan que es normal. Y al no saber el significado de esa palabra de seis letras, su pensar nunca cambia.

Hay personas que piensan que lo "Normal" es como decirle a alguien algún defecto, nombrarle una cosa u objeto, o simple y sencillamente aclararle algo. No sabiendo que lo normal era (y es) una palabra con un significado distinto para muchas personas. April Cohen era una de ellas. Con el pensar diferente de las cosas, al analizarlas, al leerlas, al nombrarlas. Como una mañana de Junio (unos días después, luego de saber que su instructor de musica. Zean. Tocaba el violín) se encontró con un pequeño papel tirado en el suelo cerca del piano.

La razón por la que ella se encontraba allí era porque quería repasar las notas del día siguiente. Era domingo y por lo tanto se encontraba aburrida y sin nada que hacer. Tomó entonces la pequeña hoja de papel color blanco. La abrió y leyó lo siguiente :

A, C, 23... S, P

Al principio no entendió lo que quería decir lo escrito en la hoja, cuatro letras, un numero. El numero veintitrés, lo pensó por un momento y luego guardó la nota en el bolsillo de su short. Bajó a la planta baja y se sentó en el sofá. Sus padres aun no regresaban de su viaje y Noath tenia una conferencia en la empresa. Así que se encontraba sola (sin contar a los trabajadores de la mansión).

Ella nunca había creído en las conspiraciones, ni en los horóscopos, ni en la brujería, ni en cosas espirituales o teóricas sobre la muerte o la mala suerte. Ella consideraba ese tipo de cosas como algo estúpido, ilógico, ridículo. Nunca lo creyó y en ese mismo instante podía considerar la conspiración como una opción con respecto al numero. Pero lo averiguaría luego.

Tomó su computador y lo colocó en sus piernas. Tecleó unas cuantas cosas y luego se sumergió en el mundo del internet. Encontrándose con información que le podía servir para con el numero y la supuesta conspiración sobre el 23. Tomó la hoja de papel y volvió a leer la secuencia. Frunció el ceño regresando la vista a la pantalla. Dio clic a una información que encontró :

Puede que las conspiraciones sean algo ridículo para ciertas personas, porque no saben su significado. Hay cosas (y personas) con respecto a las conspiraciones que conllevan a hacer cosas indebidas, ilegales, suicidas...

Apagó rápidamente el computador y suspiró en derrota. Lo único que podía hacer era guardar silencio e indagar mas sobre eso. Tomó un bolígrafo y una libreta. También tomó un libro de todo un poco y comenzó a indagar.

Primero que nada comenzó con algo simple. El cuerpo humano tiene 46 cromosomas, divididos en 23 pares.

Luego leyó un articulo que indicaba que la sangre recorre el cuerpo cada 23  minutos.

Luego pensó en algo simple como su color favorito. El rosado. Blanco y rojo forman el color rosado. El blanco (en la lista de colores) está en la posición 92 y el rojo en la posición 4 (por ser número primario) se puso a pensar y los dividió 92 ÷ 4 = 23  .

Después procedió con la fecha de su cumpleaños. 17-06 (junio) luego los sumó 17 + 06 = 23.

Se rascó la cabeza un poco y comenzó a desesperarse. Pensó en que el numero la seguía como una maldición y que no la dejaría hasta descubrir su origen y significado.

Guardó todo rápidamente al escuchar el motor de un auto al apagarse (supo que era su hermano) así que corrió escaleras arriba y puso todo en su lugar. No quería que su hermano o padres fueran partícipes en eso. Bajó a saludarlo, luego cenaron juntos y luego cada quien a su habitación.

La intriga la carcomía por dentro. Daba vueltas en la cama pensando en el aterrador numero que la seguía y la seguiría. No quería pensar mas en eso solo quería dormir y que al despertar no encontrar el pedazo de papel con el numero. Pensar que solo fue un mal sueño y que nada de eso había pasado.

♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪

A la mañana siguiente (un sábado de Junio) April se levantó con unas ojeras notorias debajo de sus hermosos ojos azules. Toda la noche la pasó el vela pensando y tratando de adivinar mas sobre el numero.

Bajó a desayunar ya bañada y bien arreglada (tratando de ocultar las ojeras con algo de maquillaje) al ver a su hermano listo para irse al trabajo sonrió y pensó en la suerte que tenia al no ser perseguido y maldecido por un numero.

–Hola princesa– la saludó él– ya tengo que irme, no pudimos desayunar juntos porque te levantaste mas tarde que nunca.

–Si... Es que tenia el sueño pesado– respondió a cambio– es todo.

Él la abrazó para luego irse. Ella precedió a desayunar y al terminar le envió un mensaje a su mejor amiga.

A: Nicole necesito hablar contigo.

Su respuesta fue instantánea.

Nicole: Sobre que ? :v

A: Nos vemos en Starbucks a las 2.

Nicole: De acuerdo. Allí estaré.

A: :)

Apagó el celular y miró la hora en su reloj de muñeca. Las diez con treinta. Si que se había levantado tarde. Luego le envió un mensaje a su hermano avisándole que iba a salir. Salió a jardín trasero y se sentó en una de las tumbonas junto a la piscina. Teniendo una hermosa vista de esta.

Joseph se encontraba alimentando a los corceles. Sara preparando el almuerzo y probablemente limpiando. Max lavando la limusina. Denis podando el césped y arbustos. Y ninguno era consiente de lo que le sucedía a ella (tampoco es como que se los fuera a contar).

Pero a su mejor amiga se lo aria saber y esperaba que la entendiera y ayudara para con su problema. No la iba a excluir ni nada.

No podía ocultarlo por siempre...

La pianista ♪♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora