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-Y ahora, ¿Como te sientes?

Una difícil pregunta.

La respuesta exacta no estaba en ningún lado.

Ni siquiera él sabía como se sentía.

-No lo sé- Respondió, con una mueca -¿Como debería sentirme?

-Oh, no te lo puedo decir. No puedo decirte como debes sentirte.

Suspiró.

-¿No crees que sería más fácil no tener sentimientos? Ningún ser humano volvería a sufrir, a llorar.

-Pero tampoco a reír, o a amar- Mantuvo la mueca al escuchar -No podrías experimentar la belleza del amor, esas maripositas en el estómago al ver a esa personita especial, no sentirás felicidad al estar rodeado con tus amigos.

-Ya, el ejemplo del amor no era necesario- Exclamó -Te haré una pregunta, pero quiero la respuesta más sincera que me puedas dar.

-Con gusto hijo.

-¿Como sobrellevas la muerte de papá tan bien? Digo, mírame y mírate, tú pareces tan tranquila mientras yo lloro a lágrima viva el dolor.

Hubo un pequeño silencio del otro lado de la línea.

-Cuando conocí a tu padre, hace bastantes años, ambos éramos muy jóvenes- Comenzó explicando -Éramos vecinos, hasta que sus padres decidieron cambiarse de casa. Nos amábamos mucho, y estuvimos muchos años separados sin saber del otro, él aquí en Corea y yo en Japón haciendo mis cosas, hasta que volví y nos reencontramos. Estuvimos muchos años sin vernos, así que desde que murió tengo la misma sensación que antes, que estaremos un tiempo separados pero nos volveremos a ver en algún momento. No es la primera vez que estoy separada de tu padre por tanto tiempo, y siempre mantengo en mente que pronto nos veremos otra vez.

-Yo simplemente no puedo- Aclaró -Es algo que me supera, simplemente enloquezco al recordar todo lo que sufrió por nada, el odio me consume y la ira también. Él no merecía morir, claro que no, pero la vida es injusta y eso me hiere demasiado. Es complicado para mi, ver a Taehyung es como ver a su padre, y eso me hace sentir peor.

-No confundas las cosas, Taehyung y su padre son personas distintas, con distintas maneras de pensar y actuar.

-Lo sé, créeme, pero es que no puedo dejar de verlo así.

-¿Sabes algo? En el momento en que perdones definitivamente a Taehyung y te des cuenta que él no tiene culpa, lograrás diferenciar las cosas. Y espero que lo logres, porque en realidad Taehyung no tiene culpa de nada de lo que pasó.

-También lo sé, ¿Bien? Y lo intento, mucho más de lo que piensas, pero sigo sin poder hacer algo por ese sentimiento. Pero ya es tarde, debo hacerlo.

-¿Estás seguro de querer hacer algo así?

-No tengo opción, mamá. Lo siento.


***


La brisa helada lo rodeaba por completo.

Intentaba concentrarse en eso, y no en lo que estaba a punto de ocurrir.

-¿Estás seguro de esto?- Preguntó con un fuerte tono de voz, haciéndose escuchar.

-¡Lo estoy!- Recibió como respuesta -¡Solo hazlo!

-No estoy seguro- Contestó, y miró el horizonte -Nunca imaginé que algo así ocurriría.

-Yo tampoco, pero es lo correcto. Ahora, ¡Hazlo!

La mano de Hoseok comenzó a temblar, la levantó, apuntando hacia el frente.

A unos cuatro metros de distancia, de rodillas en el suelo, dándole la espalda y con los ojos cerrados se encontraba Taehyung. Mantenía la espalda recta, la vista hacia el frente y sus manos en sus muslos.

Hoseok quitó el seguro del arma, y su mano tembló más.

-¡Gracias por todo lo que hiciste por mi!- Escuchó -¡Fuiste una persona genial, gracias a ti mi niñez y adolescencia no fueron un jodido infierno, llegaste justo en el momento correcto, cuando era un pequeño niño perdido sin saber que debía hacer. Me aceptaste y quisiste, con todos mis defectos y mis virtudes, alabaste cada pequeña cosa de mi y eso no lo olvidaré.

La voz de Taehyung se quebró, y Hoseok sintió sus ojos cristalizados.

-¡Enamorarme de ti fue lo mejor que me ocurrió, aunque no lo creas en absoluto. El recuerdo de nuestro primer beso sigue grabado a fuego en mi mente y en mi corazón, el tacto de tus labios sigue sobre los míos, a pesar de todo el tiempo que ha pasado. Por favor, cuida de mi descanso cuando deje esta vida, prometo cuidar de ti donde sea que esté!

Hoseok nunca había sentido tantas ganas de llorar.

Sus manos temblaban demasiado, no podía mantener la puntería con la pistola. Le era casi imposible controlar sus movimientos y sus sentimientos, todo era un revoltijo de lágrimas y presión sobre su pecho.

El menor giró el rostro, y abrió los ojos, mirando al mayor directamente a los ojos.

-Quiero que lo último que vea sea tu rostro, nada más- Le sonrió, y cerró sus ojos, volteó su cabeza y suspiró.

El mayor respiraba con fuerza para calmarse, hasta que logró controlarse. Apuntó, temblando un poco por el nerviosismo, directamente a la cabeza de Taehyung.

-¡Te amo, Hoseok. Y siempre lo hice, hasta que el último suspiro abandone mis labios!

Aseguró la puntería, desvió su rostro, cerró sus ojos y apretó los labios.

Y disparó.

Apretó el gatillo, sintió el típico sonido algo molesto del disparo, su cuerpo se movió por la fuerza de la pistola.

Una vez la bala abandonó el arma, Hoseok la dejó caer, al igual que hizo él, cayendo de rodillas mientras lloraba.

Se supone que las cosas no debían acabar así.

No.

No de esa manera tan trágica y desgarradora.

Llevó sus manos a su rostro, tapándolo, llorando en sus manos.

No podía, simplemente no podía más. Su cuerpo no daba más.

Su cabeza dolía demasiado, sus ojos pesaban y cada extremidad de su cuerpo ardía y dolía,

Simplemente se había cansado.

Entonces, alguien se arrodilló frente a él, y unos brazos lo rodearon con fuerza.

-Lo siento...- Balbuceó -Lo siento, no pude. Soy un cobarde.

-No eres cobarde, solo eres sentimental. No hay nada malo en eso- Habló -Cálmate, por favor. No quiero que sufras más, me rompe el alma verte así.

-No puedo matarte, Taehyung. Me es imposible acabar con tu vida ahora, justo ahora.

-Quizás no debí pedirte esto. Pensé que me odiabas, que me querías muerto.

-No es verdad- Explicó -Te amo, te amo demasiado como para hacer eso.

-¿Estás seguro? Si es así, demuéstralo.

KŪPONO  ||HOPEV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora