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Perfectamente se podía decir que el orfanato estaba igual cuando volvimos. Nada fuera de lo normal, quitando que quedaban algunas cosas de las escenas de los crímenes, las cuales estaban rodeadas con esas míticas cintas amarillas y negras que impiden el paso al no personal. Mi humor no había variado en gran cantidad tampoco, solo que la confusión y el malestar de querer saber todo, pero no conocer la mitad de abrumaba y hacía que me comiese la cabeza, casi ignorando mis alrededores.

—Voy a ducharme, que yo por la mañana casi y ni me lavo la cara —me comentó Ro, agarrando su neceser y abriendo un poco la puerta de mi cuarto, donde había venido un rato a visitarme antes de regresar a las clases del día siguiente.

—Vale, que descanses. Duerme bien y no trasnoches mucho con los libros —la apunté con mi dedo, intentando parecer una madre enfadada o algo por el estilo.

Justo cuando salió y yo ya veía que no tenía nada que hacer, me acordé del diario. Abrí el cajón donde se encontraba y acaricié lentamente el cuero de la funda con la yema de mis dedos, dudando de si abrirlo o no era una buena idea. Estaba claro que nadie me estaba viendo, pero tenía miedo y terror por saber qué había escrito Jungkook en sus hojas. Me sentía una cotilla sin límite, pero es que ya se sentía una necesidad leerlo, y más después de tanto tiempo desde que lo cogí, en el cual, ni el otro dueño del objeto se había dignado a posiblemente dudar que había desaparecido.

Lo abrí, encontrándome con la primera página, la cual fue la que me dejó Jungkook para inaugurarlo. Me sentí nostálgica al leer cosas de las que ni me acordaba ya. De ver mi antigua letra, y de presenciar cómo era ser niño, al menos para mí. Unas lágrimas se acumularon en mis ojos, derramándose con rapidez, solo que las sequé a gran velocidad con el dorso de mi mano.

Era increíble lo que te hacía sentir leer algo, ya fuese tuyo o no. Y yo estaba sintiendo mucho cuando aún ni había llegado a lo que iba a ser uno de los principios de esta historia. Pero entonces lo vi, el nombre de Jungkook en una letra un tanto destartalada y perfectamente de un niño o niña pequeño, y supe que no iba a poder parar en cuanto leyese la primera línea, porque había esperado demasiado por ese momento. ¡Había esperado años porque no sabía que podía contener algo interesante!

Paseaba mi mirada por toda la hoja, sin llegar a leer con coherencia porque no estaba en mis primero planes razón qué era lo que ponía, solo alucinar al darme cuenta de que, después de unos días estando guardado, lo había abierto con ansias. Empecé a leer atentamente al rato siguiente, donde estaba entre las sábanas de mi cama, con las piernas tapadas y el diario encima de ellas. Sonreía inconscientemente al imaginarme a aquel tierno Jungkook escribir aquello, con clara mente de un niño inocente y travieso; tan agradable. Era bonito pensar en aquello, imaginarlo, recordar los buenos momentos, pero a la vez era tan fatídico, porque las cosas habían cambiado y era diferente. Únicamente me podía aferrar a rememorar.

En esas hojas se contaba el cómo inició a escribirlo, mencionándome y diciendo que me parecía a una ardilla, cosa que me hizo carcajear. Hablaba dando una pequeña introducción sobre absolutamente todo en relación al orfanato. Me mentaba tantas veces que cada vez que leía mi nombre, el corazón comenzaba a latirme a más velocidad. Me sentía de cierta forma especial. Pero, entonces, comenzó a hablar cobre los castigos de la directora con más frecuencia, a ambas nos mencionaba muchísimo. Conmigo cosas buenas, con ella solo de sus castigos y de cómo luego le daba golosinas para que se calmase tras ellos. Jungkook no escribía de momento nada en esas páginas de una forma relativa, solo contaba que le castigaba, le hacía daño y después le convencía para perdonarla.

Ahí fue donde comencé a sospechar en relación a qué pasaba en el despacho, por lo que decidía continuar con la lectura. Y no mejoró, sino que, todo lo contrario: empeoró. Mi nombre se había sustituido casi por completo, y entonces habló por primera vez de lo que le pasó en uno de los castigos.

𝗢𝗥𝗣𝗛𝗔𝗡𝗔𝗚𝗘 ♡ [Lizkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora