♡38♡

1.6K 160 44
                                    

Posiblemente, era la doceava vez que removía los macarrones con el tenedor en el plato, sin tener apetito alguno. Llevaba así desde hacía dos días. Desde aquella noche con Jungkook. Desde que me marché de su habitación diciéndole que me encontraba mal de tanto estar en el armario, y que no, no me había enterado de quién había venido porque estaba un tanto mareada.

Se lo creyó. Jodidamente se lo creyó.

Pensé que era porque me quería, y por eso podía creer todo lo que le decía; aunque podía ser porque en verdad no era tan listo como esperaba ni yo tan tonta como aparentaba.

—Te he traído un batido de chocolate, a ver si así se te pasa lo que sea que ronda por tu cabeza. —La voz de fondo seguía hablando sin yo prestarle la más mínima atención—. ¡Lisa!

Me sobresalté, haciendo que mi bandeja botase un poco y algunos macarrones se salieran del plato.

—¿Qué pasa? —respondí con una voz un poco aguda.

—Que te he traído un batido de chocolate, a ver si al menos con esto te alegras un poco.

—Mm... Me duele la cabeza, así que creo que iré a dormir un rato antes del castigo con Yoongi. Es el último día.

—Claro. Vete ya, yo recojo tu bandeja.

—Gracias. —Me levanté y le di un beso en la mejilla.

Sabía que estaba rara desde aquella maldita noche. Lo notaba yo, como para no notarlo el resto... Y odiaba que cualquier persona mínimamente cercana a mí pudiera recibir mi mala energía.

¿Por qué un chico tenía que influir en mi forma de ver la vida?

Tal vez porque me gustaba, o si no, incluso más que gustar.

Ni yo lo sabía.

Cuando ya estuve encerrada en la seguridad de mi habitación, me tumbé en la cama y miré el blanco techo. Y entonces me puse a pensar en aquellos dos chicos que revolvían mi estómago con una sola sonrisa.

Eran tan, pero tan diferentes que ni yo me lo creía. Hasta me costaba aceptar que ambos fueron amigos cuando mi hermano seguía con vida.

Pero Jungkook lo mató, y ahora eran algo así como enemigos. Lo entendía.

Jungkook era alguien aterrador cuando se enfadaba; sus ojos perfectamente se oscurecían como los de un demonio, se tensaba, y te miraba como si fueras el ser más pequeño del mundo y él el más grande. Pero, cuando estábamos bien, podía hacerse pasar por un ángel. Me protegía como nadie más lo había hecho en ese lugar...

Yoongi había sido un capullo conmigo desde que lo conocí. Hablándome mal, infravalorándome, tratándome como una mierda. Pero, entonces, me confesó que le gustaba, que su trato hacia mi persona fue por el intento de reprimir sus sentimientos. Todo iba genial con él, me apoyaba, me trataba bien... Parecía que nos conocíamos de antes.

Una lágrima resbaló por el costado derecho de mi cara, y así seguida de muchas más que no tenían intención de parar. Los sollozos empezaron a escaparse sin yo querer de mi boca.

Posiblemente, estaba rota. Pero lo estaba al darme cuenta de la realidad con Jungkook y con Yoongi.

Jungkook solo era un demonio disfrazado de ángel, y Yoongi un ángel disfrazado de demonio.

Cada uno con sus motivos o intenciones, pero habiéndome revelado sus verdaderas identidades. Y, aunque me dolía al haber descubierto quién había sido el malo en mi vida, también me sentía aliviada por haber abierto los ojos de una maldita vez.

𝗢𝗥𝗣𝗛𝗔𝗡𝗔𝗚𝗘 ♡ [Lizkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora