𝗢𝗥𝗣𝗛𝗔𝗡𝗔𝗚𝗘 ♡ [Lizkook]

♡31♡ (PRIMERA PARTE)

Dos años y medio atrás – Narrador omnisciente

El pequeño cuerpo de Jungkook había cambiado, y cómo no, si habían pasado los suficientes años desde que lo adoptaron de ese asqueroso orfanato para hacerlo. También cabe decir que aquellas clases de defensa personal a las que le había apuntado su madre adoptiva habían hecho su efecto, no solo para saber defenderse de los abusadores típicos de cada lugar, sino para que sus músculos creciesen y se viese más robusto de lo que era antes.

Fue una tarde de un viernes cuando, tras salir del instituto y llegar a su casa para comer, observó aquella foto mal recortada de la que era su antigua amiga: Lalisa. La había echado tanto de menos desde que, prácticamente, la había abandonado en aquel turbio lugar, que su corazón seguía incompleto al no tenerla a su lado, compartiendo el mismo espacio tal y como lo hacían de niños, jugando en su cuarto y compartiendo comida.

Fresas.

Las fresas siempre removían entre sus recuerdos y esa regordeta cara de mejillas pellizcables, junto a su pelo lacio y rubio, con el flequillo casi cubriendo sus preciosos ojos oscuros se hacía presencia.

Estaba tan enamorado de Lalisa que dolía saber que la había dejado allí sola, con las y los acosadores que parecían no querer dejarla en paz nunca; al menos hasta que se fuera del orfanato. Dolía saber que también había sido participe de aquellos golpes y malos tratos.

Pero lo hecho, hecho estaba y no podía regresar en el tiempo para cambiarlo. Es más, ni siquiera estaba consciente de si volvería a verla en algún momento... Así que su plan para conseguirlo, se puso en marcha.

—¡Adiós, mamá! —se despidió medio gritando tras terminar de comer el puré de patata hecho por su padre.

—¡¿Dónde vas a esta hora, Jungkook?! —le devolvió el grito la mujer, sofocada al tener que correr hasta la puerta principal, la cual se había quedado abierta mientras Jungkook corría por la acerca de enfrente.

—¡He quedado con BamBam y Yoongi!

—Pero, ¡¿dónde?!

—¡En el parque de siempre, mamá!

Sin dar ninguna otra explicación, partió nuevamente, girando su cuerpo al frente y trotando hasta el parque dicho, donde siempre, desde hacía más de un año, se juntaba con sus dos mejores amigos. Esos dos rebeldes le hacían olvidar a cierta obsesión de pelo rubio, al menos uno de ellos, porque, al enterarse del secreto de BamBam, mirarle a la cara le atormentaba más.

BamBam era el hermano de Lisa, y este secreto fue rebelado a los tres muchachos una tarde de jueves en su casa, mientras hacían un trabajo de literatura y decidieron buscar algún libro de las estanterías que tenían sus padres en el salón. Lo único descubierto fue una carta de adopción de dos mellizos, con nombre ya asignados por su madre antes de que falleciese por cáncer.

BamBam y Lalisa Manoban.

Ni BamBam ni Yoongi supieron quién era esa chica, pero Jungkook sí; era su amor de infancia y algo más que eso.

Yoongi ya había estado en ese orfanato, y sí, había visto a Lisa deambular por los pasillos, pero nada como para destacarla y ser curioso. Era una chica más.

Los días detrás de ese habían pasado, dando por un mensaje la comunicación de que BamBam había hablado con sus padres y estos le contaron el porqué de haberlos separado. Ellos solo querían al niño, así dejando a la pobre niña en el orfanato tras hacer un acuerdo de gran cantidad de dinero con la directora. Aquel pacto tenía un fin: Lisa no podría saber que tenía familia fuera del centro para luego buscarla, sino que le tendrían que hacer creer que no se sabía nada de antes de su nacimiento ni quiénes eran sus padres y su hermano.