♡37♡

1.6K 159 37
                                    

¿Qué hacía allí Jungkook?

Ni la más remota idea.

Lo único que cualquier persona podía notar es que Jungkook se iba a lanzar encima de Yoongi de un momento a otro, y eso justo pasó cuando di el primer paso para calmarle, incluso cuando de momento todo estaba tranquilo.

—¡Jungkook, por favor, no! —sentí que, en cualquier instante, por mucho que le estuviera empujando por el pecho, caería de boca contra el suelo.

Podía percibir su rabia emerger de lo más profundo de su ser, y le entendí perfectamente. Yoongi justamente había hecho lo que pedí que ninguno de los dos hiciera.

Bueno, al fin y al cabo, los dos lo habían hecho, solo que Yoongi no pasó el límite, sino que lo dejó en el olvido.

—¡Yoongi, joder, corre! —grité mirándolo.

—No le tengo miedo.

—¡Me da igual, no sabes de lo que es capaz! ¡Corre, por favor!

Vi terror en los ojos de aquel chico tranquilo. Ya había notado su cara de angustia cuando apareció el segundo cadáver, el de la ventana, pero esa vez, esa vez era mucho más que angustia. Fueron tan aterradoras sus facciones, que me hizo pensar con toda la tensión y darme cuenta de que, Yoongi en realidad sí sabía de lo que Jungkook era capaz, pues mató a mi propio hermano y a sus padres adoptivos cuando se vio amenazado por si contaba algo del crimen. Jungkook causaba terror a cualquier persona del mundo, puede que incluso a sí mismo, quién sabe.

—Jungkook, mírame, por favor —agarré sus dos mejillas y le obligué a mirarme, cosa que me costó durante unos buenos segundos.

—Voy a matarlo por atreverse a tocarte —intentó pasar por un lado y volví sujetar su cara.

—Por favor, no, solo te meterás en problemas, no hagas nada.

Pareció como estuviera pensando algo, y, de repente, paró de forcejear, poniendo una sonrisa un tanto siniestra.

—Está bien, no le haré nada, pero quiero algo a cambio.

—¿Qué quieres? —mi pulso estaba casi por las nubes, pero no lo pensé ni dos veces antes de contestar afirmativamente para que no le pasase nada a Yoongi.

—Ven esta noche a mi cuarto a las diez y lo sabrás.

Y, entonces, se fue, tan rápido como había llegado.

«¿Es que nunca voy a poder tener un día tranquilo?», pensé conforme yo también me iba del lugar.


Al final el plan de ir con Yoongi a la cafetería se había resumido en que iría yo sola, porque ni idea tenía de dónde se había metido ese chico tras huir.

Apoyé mis manos en la superficie de metal, frustrada y viendo qué podía almorzar para al menos saciar el hambre que tenía tras el castigo. ¿Me iba por lago más sano o daba igual?

Definitivamente, daba igual.

Justo cuando alcancé a coger una magdalena de chocolate, una mano la atrapó antes que yo, y esa era la última. Levanté la cabeza, posando mis ojos en dos ojos que me miraban con curiosidad.

Jin.

—Tú me robaste un libro, yo te robo una magdalena de chocolate —rio, dejando la magdalena en la superficie y después deslizándola de un golpe con los dedos índice y corazón hasta que llegó a mi lado—. Es broma, a mí ni siquiera me gustan estas magdalenas.

Sentir que uno de los pocos amigos que tenía perdía la gran confianza que tenía me parecía tan triste. Confié en él tantas veces que ahora todo era muy raro al no poder hacerlo.

𝗢𝗥𝗣𝗛𝗔𝗡𝗔𝗚𝗘 ♡ [Lizkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora