Little Secret; prk jmn.

Capítulo Veintisiete

🌸Cap. 27: “Me convenció la carita triste”

— ¿Señorita Kang Hyemin? — preguntó alguien a través del teléfono.

— Diga — murmuré adormilada aún. La llamada me había despertado de golpe, pero quería volver a cerrar los ojos.

— La llamo de Books and Coffee para decirle que hemos aceptado su solicitud de trabajo.

— Mi solicitud... — repetí cerrando los ojos otra vez — ¡Trabajo! — grité cuando me di cuenta a qué se refería la llamada — Lo siento, estaba ocupada — mentí.

— Bien, ¿Sería una molestia si comenzara a trabajar desde hoy mismo?

— Para nada, puedo desde ya.

— Genial, su turno comienza a las Nueve treinta, la esperamos — dijo antes de colgar.

Miré la hora en mi teléfono y vi que marcaban las nueve en punto, ¡Genial! No tenía tiempo ni para comer.

Rápidamente me levanté de mi cama y fui directo a la ducha. Me quedé pensando en que atuendo debía ponerme, no quería nada formar pero tampoco quería parecer una vagabunda, así que tomé un vestido y me calcé mis Converse rojas.

— ¡Me voy! — grité cuando tomaba las llaves. Solo cuando estaba cerrando la puerta me di cuenta de que Jimin estaba allí. No sé si eran las mariposas que despertaba Jimin en mí, o el hambre que tenía, pero sentí un cosquilleo en mi estómago, el cual ignoré para seguir corriendo hacia la parada de autobuses.

Esta vez no quise ponerme los audífonos, no quería repetir el problemita que estaba teniendo al recordar a ya sabes quién con cada canción que sonara, y quería tener el mejor ánimo para mí nuevo trabajo.

Debo confesar que fue el único lugar del cual no me olvidé su dirección, ya que había logrado capturar totalmente mi atención. Tal y como lo decía su nombre, era una cafetería en donde podías disfrutar de un buen libro.

— Soy Kang Hyemin — dije cuando entré a la tienda. La mujer me miró por un par de segundos y luego sonrió.

— Soy Leah, la dueña de la tienda — me saludó cariñosamente — Leí en tu currículum que ya trabajabas en una cafetería.

— Si, en la tienda de mi madre.

— Oh, ¿Puedo saber por qué?

— Solo quería algunos cambios en mi vida.

— Emprendedora, me gusta eso. Bien, ahora te mostraré como se maneja todo por aquí.

No fue complicado para mí cuando se trataba de servir o cosas por el estilo, tampoco me costó manejar la caja, pero aún con mi pasión por los libros, olvidaba los títulos y temas de éstos. Leah dijo que era normal, pero me acostumbraría.

Para ser mi primer día, no estuve mal. Aunque a diferencia de dónde trabajaba antes, este lugar no se llenaba de gente. Aún así, me cansé de solo intentar memorizar los nombres.

— Llegué — dije lanzando las llaves al sofá. Nadie respondió así que deducí que no había nadie en casa.

— Auch — escuché desde la cocina y definitivamente esa no era la voz de mi madre, y tampoco de Jimin.