Little Secret; prk jmn.

Capítulo Treinta y Tres pt. 1

🌸Cap. 33.1: Lo Bueno tarda
en llegar.

Desperté con un horrible dolor de cabeza y con algunos recuerdos borrosos de la noche anterior, pero lo primero que se me vino a la cabeza fue Hyemin. Sabía que estaba en su habitación, incluso sin abrir los ojos; el olor a frutas que expelían sus almohadas lo delataba.

Había la pasado la noche con ella.

Con una sonrisa boba, me acerqué a ella con la intención de quedarme un rato más en la cama, pero conforme avanzaba, el vacío en la cama se hizo notorio. Abrí los ojos para comprobarlo, ella no estaba allí. De inmediato me levanté de la cama, quería que ella fuera lo primero que viera cada vez que abría los ojos por la mañana.

A penas abrí la puerta, la música de One direction a todo volumen delató su estadía en el lugar. Bueno, eso sumado a los gritos que pegaba en pleno coro de la canción. Una idea pasó por mi cabeza, y me sorprendió que funcionara a estas horas de la mañana. Tomé uno de los post it que Hyemin coleccionaba y escribí:

Despertándome, a tu lado soy
un arma cargada
No puedo contenerlo más.
Soy todo tuyo, no tengo control.

Bajé sonriendo mientras la escuchaba cantar, encontrándome con ella de espaldas en la cocina. Caminé hasta ella, tratando de hacer el menor ruido posible y cuando estuve a una corta distancia, pasé mis brazos por su cintura para luego poner mi cabeza en su hombro y finalmente pegar el post it con la canción en su cabeza.

- ¿Por qué no estabas en la cama cuando desperté? - pregunté haciendo que Hyemin temblara en mis brazos mientras leía la nota.

- Eres el mejor, ¿lo sabías? - dijo ignorando mi pregunta y observando la nota.

- Lo sé, pero me gusta oírlo - Ella se volteo y aproveché el momento para besar la punta de su nariz - Quería despertar a tu lado.

- Y yo quería preparar el desayuno antes de que despertaras. De seguro tendrás un dolor de cabeza horrible.

- El único dolor de cabeza que tengo es porque cuando abrí los ojos no estabas tú.

- Aw, que romántico - dijo sarcásticamente poniendo sus ojos en blanco - Podría notar que tienes resaca desde a un kilómetro de distancia, Park.

- No recuerdo haber bebido tanto - confesé, porque realmente no recordaba en qué momento había pasado de refrescos a alcohol.

- ¿Y sabes que es lo peor? Tú y yo tenemos una hora para estar listos e irnos al trabajo.

- Ugh, creo que ya es momento de renunciar - exageré, realmente no dejaría mi trabajo - ¿Qué te parece si te voy a buscar y salimos?

- ¿Una cita nocturna? Sabes que mamá nos tiene prohibido salir de noche, ¿verdad?

- Si bueno, las reglas se hicieron para romperlas.

- Si obtengo un regaño, te culparé de todo.

- ¿Eso es un si? - pregunté acercándome mas a ella.

- Por supuesto, Park - respondió con una sonrisa en su rostro, pero algo pareció hacer click en su cabeza, porque de forma momentánea sus facciones pasaron de una sonrisa alegre a una totalmente avergonzada.

- ¿Qué pasa?

- ¿Tú... no recuerdas nada de anoche? - preguntó asustándome.

- ¿Hice algo vergonzoso? - pregunté rogando para que su respuesta fuera NO.