El Color De Mis Mejillas (Helbram x King)

1 (Editado)

Aclaro, en el transcurso de toda la historia el narrador será Helbram, bueno sin más empecemos

Lo primero que hoye es el molesto ruido del despertador, y los quejidos se le escapan como por arte de magia.

Al sentarse ve la dormida cara de su amigo, pues si, ellos compartían departamento, y como siempre él se veía obligado a despertarlo, porque en su profundo sueño el sonido del despertador no llegaba a infiltrarse en su mente.

Decidió primero levantarse a preparar un desayuno, pues aquel dormilón nunca despertaba temprano.

Comenzó por poner el agua, y la plancha para las tostadas, corto el pan y lo coloco en la plancha, ya solo quedaba esperar.

Su mente viajaba entre fechas de exámenes y trabajos, y en que se aproximaba la fiesta de fin de año, y no se le apetecía ir otro año sin pareja.
Entre tanto pensar el tiempo se le fue, se limito a poner la mesa.

Luego camino a llamar a su amigo, que seguía con un rostro angelical, claramente dormido.
Primero lo sacudió un poco, mientras que el contrario solamente se quejaba, al notar que eso no funcionaba decidió por jugarle una pequeña broma.

Se dirigió a la cocina y tomo un vaso, lo lleno de agua fría y le cargo cubitos de hielo, soltando pequeñas carcajadas se dirigió a la pieza y comenzó a voltear el vaso sobre su mejor amigo, este rápidamente se sentó empapado y con la ropa pegada al cuerpo.

Y wow, se veía muy bien, notó como un pequeño rubor comenzaba a asomarse por sus propias mejillas, sin embargo no pudo resistirse a la cara de su amigo y estalló en carcajadas.

_Harlequin tendrías que haber visto tu cara_ pronuncie entre carcajadas.
El más bajo solo puso una cara de molestia y se levantó de su cama chorreando, para luego quitarse la remera.

Pero que, se ve tan lindo, no pude evitar mirarlo con la boca un poco abierta, que rayos ocurre conmigo, de todos modos no es la primera vez que lo veía así.

_Helbram vas a seguir ahí parado mirándome, ¿o te vas a ir así me puedo vestir?_ pronunció mientras se cruzaba de brazos sobre su pecho desnudo.

Sentí mi rubor aumentar, y desvié la mirada.

_Te espero abajo, el desayuno ya está listo_ luego me di vuelta y salí de ahí.

Habia algo pequeño dentro de mí que me decía, "hey no esta tan mal quedarse mirando", sin embargo prefería ignorarlo, hacer de cuenta que no escuchaba eso.

Luego de eso el día transcurrió normal.

...

Una vez llegada la noche me dispuse a levantarme de mi siesta, me sorprendió ver que mi perezoso amigo no estaba aun durmiendo.
Me levanté de mi cama y me dirigí al baño, pero alguien toco mi hombro, al darme vuelta note a Harlequin, quien se abalanzó hacia mí, yo solo lo cargue entre mis brazos como princesa y lo llevé a la cama, volaba de fiebre.
Corrí hasta la cocina, y comencé a humedecer un paño, luego subí y se lo coloque en la frente.
Pero, algo me llamo la atención, el estaba tartamudeando, sus labios temblaban y no podía comprenderle, su respiración era agitada y maldición se veía tan bien.

Sus ojos se posaron sobre Harlequin, el descansaba con los ojos cerrados y su respiración se había regulado.
Me decidí por acostarme al lado de él, necesitaba estar seguro de que no le pase nada, de todos modos aunque no lo quisiera aceptar le encantaba tenerlo tan cerca, podía escuchar su respiración, y los latidos de su corazón, de repente sintió como unos brazos rodeaban su cuerpo y su cara se pegaba a la de Harlequin, un pequeño rubor se hizo presente en mis mejillas, sus labios rosaban los míos y su respiración se chocaba con la mía, mi corazón se aceleró y no puedo entender porqué, lo tenía cerca, muy cerca, pero sin embargo no quería alejarlo no era solo por el hecho de no despertarlo, sabía que había otros motivos.

Podía sentir un cosquilleo donde se posaban los labios de el contrario, sentía un cosquilleo en su estómago, y si, sus labios apenas llegaban a rosarse, era probable que incluso si alguno de los dos sonriera, sus labios ya no se toquen, pero también era probable que si alguno de los dos estiraba un poco los labios eso ya no sea un rose, podría decirse eso que la gente hoy en día llama "piquito".
De todos modos seguía siendo sólo un rose, era eso, un roce y nada más.

Sus brazos envolvieron el pequeño cuerpo de Harlequin, cosa que provocó que ese rose se vuelva un poco más cercano, podía sentir a la perfección la respiración del menor, el cosquilleo en sus labios se hizo más fuerte, y aquella cosa molesta en su panza seguía ahí pero era más fuerte, era peor, y su sonrojo era más notorio, podía sentir una presión rara en su pecho, no podía distinguir qué emoción era esa, Solo sabía que estaba ahí.

Las horas transcurrían y sin embargó no podía pegar un ojo, tener tan cerca a Harlequin era raro, y si, de algún modo le gustaba ,no ,no le gustaba, le encantaba, amaba tenerlo así, tenerlo entre sus brazos como si le perteneciera, tenerlo para él, simplemente amaba tenerlo, era como tocar el cielo.

De repente un pensamiento un tanto extraño se cruzó en mi mente, pero no, no era un pensamiento, era un deseo, deseaba atrapar los labios de su amigo con los de él, los quería para él, quería que esos labios sean sólo de él, aunque sea por un instante.
Pero no, no lo haría, después de todo, estaba casi seguro de que su mente sólo estaba algo traviesa debido al sueño, estaba seguro de que todo esto solo era una mala broma de su mente.

_Helbram_ pronunció Harlequin apenas en un susurro y sonriendo contra sus labios.

Mierda eso si que provocó una gran presión en su pecho, y sentía, sentía como si su corazón diera un gran salto de felicidad, y maldición esa sonrisa contra sus labios había aumentado tanto esas ganas que tenía de besarlo, no, ya no podía decir que quería besarlo

Quería comerlo, quería saborear cada centímetro de su boca, y...y, no ya, que diablos pasa conmigo, estaba seguro de que él no quería hacerle nada de eso a su mejor amigo ¿verdad?

Me dispuse a dormir, cerré los ojos y solté un pequeño suspiro en los labios del menor, e hice de cuanta que nada había ocurrido, después de todo, mañana todo volverá a la normalidad.