Shanks x Lectora (+18)

Capítulo 1♡

Mi mirada estaba perdida en las gotitas que recorrían con rapidez la ventana de aquel vehículo. Tenía que llevarle el almuerzo a Luffy ya que, cómo no, tenía hambre y no lo dejaban salir de su puesto de trabajo. En el camino todo estuvo tranquilo, el taxista hablaba de vez en cuando, yo solo le sonreía y esperaba llegar al edificio lo antes posible.

Creo que se me ha olvidado mencionarlo, pero Luffy es mi pareja desde hace ya 4 meses y posiblemente con la que más he durado. El taxista aparcó en frente del gran edificio donde él trabajaba, le pagué y salí del coche. Cuando entré allí miré hacia los lados para localizar algún ascensor, pero no vi nada así que le pregunté a un señor que pasaba por ahí.

—E-esto, disculpa. -intenté frenarlo, ya que iba con bastantes prisas.

Era un señor de apariencia joven, pelirrojo y bastante atractivo a decir verdad. Me miró de arriba a abajo con una expresión seria en la cara, tal vez no estaba de buen humor.

—¿Sí? -se animó a contestar.

—Estoy buscando algún ascensor, ¿podría conducirme a alguno?

El hombre suspiró y cerró los ojos. Cuando los abrió me indicó con la mano un pasillo sorprendentemente amplio.

—Si sigues recto por ahí y giras a la derecha verás uno, suerte.

Dicho esto, se marchó. No me dio tiempo a agradecerle, así que comencé a caminar por aquel pasillo que conectaba con bastantes oficinas, pero ninguna era la de Luffy. Según me dijo, su oficina se encontraba en la séptima planta del edificio justo al lado del ascensor.
Llegué al final del pasillo y giré a la derecha como me indicó anteriormente aquel hombre. Efectivamente, ahí se encontraban dos ascensores. Pulsé el botón y esperé que el ascensor abriese sus puertas.
Estas se abrieron sin tardar demasiado, dejando salir a varias personas, entre ellas el hermano de Luffy al que no pude saludar a tiempo ya que se había alejado por aquel pasillo junto al resto de gente que salió del ascensor con él. Me preguntaba qué hacia aquí, él actualmente trabaja en otra empresa casi igual o más importante que esta.
Entré al ascensor y pulsé el botón del séptimo piso, las puertas comenzaron a cerrarse y el ascensor rápidamente empezó a subir. Miraba el marcador que había encima de los números, que indicaban la cantidad de plantas que había. El nombrado marcador indicaba cada 3 segundos como subía de planta en planta hasta llegar al séptimo piso.
Las puertas se abrieron y dejaron a la vista a un grupo de 4 personas que esperaban la llegada del ascensor.
Salí y miré a los lados buscando la oficina de Luffy, y ahí se encontraba, sentado en la silla de su oficina, escribiendo algo en un papel, bastante concentrado.

—Hey, Luffy. -Dije desde el pasillo captando su atención al momento.

—¡(t/n)! Has llegado rápido. ¿Tienes mi comida?

—Recién hecha del restaurante de Sanji. -Dije mostrándole la bolsa.

Él mostró una sonrisa de oreja a oreja y se levantó para besarme. Agarró la bolsa y se volvió a sentar en su asiento, esta vez mirando hacia mí.

—Aunque tenga ahora la comida no puedo comer hasta más tarde, quedan 40 minutos para el almuerzo. - mientras decía eso miraba apenado el reloj que había en la sala.

Me eché a reír.

—Hey, ¿qué tal si nos escapamos para comer?

Abrió los ojos como platos y se me quedó mirando.

—Hmmmm... Hmmm... Quizá pueda irme por 5 minutos. -se lo pensó más de lo debido.

Al oír tal afirmación lo agarré por la muñeca y lo llevé con prisa a buscar alguna sala de descanso o algo parecido. Miraba a los lados buscando una sala vacía hasta que llegamos al final del pasillo y nos metimos en una de reuniones, agarré la bolsa de su mano y la dejé en la mesa.
Luffy cerró la puerta y me miró con una sonrisa.

—Bien, a comer. -Dijo con el ánimo elevado, sentándose en una de las sillas que rodeaban aquella amplia mesa.

—Luffy, yo también tengo hambre.

—Oh, podrías haber traído algo para ti. Aunque, no me importa compartir un poco contigo. -Dijo con una sonrisa.

Acerqué una silla a él y le susurré al oído.

—Quizá podrías compartir otra cosa...

Luffy puso una cara un tanto confusa, en 4 meses no hicimos nada.
Él tiene ese tipo de inocencia que sientes ganas de corromper.
Intentó decir algo pero le puse un dedo en la boca mientras susurraba un "shh" y me senté encima suya. Procedí a darle besos por todo el cuello hasta llegar a su boca donde el correspondió mi beso, posó sus manos sobre mi cintura y las paseaba por la zona baja de mi espalda y mi trasero. Él se levantó y yo enrollé mis piernas en su cintura apegando más nuestras caderas mientras mis manos agarraban sutilmente su pelo. Me sentó en la mesa y me miró fijamente a los ojos, quería que él se desenvuelva conmigo, quería sentirlo de verdad.
Mis manos bajaron de su nuca a su pecho, donde comencé a deslizar las manos por todo su torso hasta llegar a la hebilla de su cinturón. Él paró mis manos un momento.

—(t/n)... ¿Estás segura de esto?

Lo miré. Seguramente me haya estado esperando todo este tiempo, por eso nunca intentó nada. Quería asegurarse de que yo estaba lista, y lo estaba.

Asentí y empezó a besarme mientras acariciaba mi piel por debajo de mi camisa, haciendo que mi piel se erizase al sentir el tacto de sus dedos, comencé a desabrochar su cinturón y bajé lentamente sus pantalones, mis manos viajaron dentro de su camisa al mismo tiempo que él bajaba mis pantalones lentamente aún dándome suaves caricias.
Con desesperación fui bajando sus boxers mientras besaba y mordía su cuello, bajó lentamente mi ropa interior y comenzó a acariciar mis piernas hasta llegar a mis caderas.
Él acercó su cintura a mi zona y yo enrosqué mis manos alrededor de su cuello mientras nos mirabamos a los ojos. Me dio un apasionado beso para después comenzar a entrar en mí lentamente haciendo que me acostumbrase a sus movimientos, me agarré a su espalda mientras él dejaba cortos besos por mi cuello.

Empezó poco a poco a aumentar el ritmo mientras se subía encima de la mesa dejándome tumbada. Lo empujé por los hombros para quedar arriba de él y empecé a moverme cada vez más rápido mientras él sujetaba mis caderas.

Se sentía tan bien...
No.
Él me hacía sentir tan bien.

Nuestros cuerpos empezaban a sudar y ambos jadeabamos, agarró mis caderas para pararme y dio una gran embestida haciendo que se me escape un leve gemido que intenté ahogar. Ya no podía más, dejé caer todo mi peso encima de la mesa y Luffy me dio un beso en la frente para luego levantarse mientras yo seguía abrazada a él. Lo solté, él se subió los pantalones y yo imité su acción para luego sentarme en una de las sillas que había en la sala.

—¿Te apetece comer? -Le pregunté con una sonrisa.

Él me devolvió la sonrisa y asintió.
Estabamos comiendo cuando oímos un ruido procedente de la puerta. Alguien la estaba abriendo.

—¿¡Pero qué!?

...