Capítulo 15♡

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La anaranjada luz del atardecer hacía visibles miles de sombras que se alargaban por el suelo. Y que también le daban al local un aspecto más cálido.

Hoy no había venido tanta gente como de costumbre. Shanks había pasado a por su café diario y por un beso que me robó justo cuando se lo servía. Ni siquiera tuve tiempo de intercambiar más de cinco palabras con él. Estaba demasiado agitado.
Y aquello no me sorprendía en absoluto.
Sus diferencias con el dueño de la empresa Shirohige eran bestiales. Por no decir que se niegan incluso a negociar entre ellos.

Aunque qué más iba a hacer. Edward hacía cosas que Shanks no veía nada bien, como el ejemplo de Ace.

Trasladarle a otra ciudad para que pueda comenzar otra nueva empresa Shirohige, le parecía simplemente una estupidez, por no decir que era algo absurdo.

Pero era Edward Newgate. Según Shanks, no se le podía pedir mucho.

Dejé el local a cargo de Sanji  y cogí un taxi dirección a un parque cercano. No tenía ni tiempo ni dinero para sacarme el carnet de conducir, así que mi única forma de viajar era esa. Eso o aprovecharme de la caballerosidad de Shanks, pero va a ser que no.

Tenía que hablar varias cosas con Ace antes de su partida, parecía que Newgate no iba a cambiar de idea en ningún momento, cosa que ya había mencionado antes.

Le pagué al taxista con una sonrisa cerrada y salí del vehículo  mirando una última vez mi teléfono. Leyendo así un mensaje del pelinegro.

From Portgas:
Acabo de llegar ;)

Apagué la pantalla del móvil y lo busqué con la mirada hasta encontrarlo, caminé muy tímida hacia él, ya que no sabía como elegir bien mis palabras o como le iba a sentar.

—Hey. -llegué a murmurar cuando estuve frente a él.

—Hey. -contestó de vuelta.

Vaya, otro momento incómodo.

Mis ojos estaban fijos en sus zapatos, adivinando perfectamente como venía vestido. Con unos pantalones de pinza negros y seguramente una camisa blanca.

Estaba claro que venía de trabajar y en parte me sentía culpable por hacerle perder el tiempo de esta manera.

—Estás más callada que de costumbre, nena. -pronunció, metiendo ambas manos en sus bolsillos.

Alcé rápidamente la mirada y fijé mis ojos en los suyos. Aquel apelativo me había tocado bastante la moral, lo cual debió haberme dado la motivación suficiente.

—Ace, quiero que hablemos sobre...bueno, sobre esto. -dije señalándonos a ambos, gesto bastante infantil por mi parte. Pero así como me explicaba mejor.

Ace, quien estaba a unos tres pasos de distancia frente a mi, alzó ambas cejas algo extrañado. 
Nunca habíamos decidido tener esta conversación, es más, ni siquiera lo habíamos pensado.

—¿Te refieres a denominar lo nuestro o...? -añadió esperando a que dijese algo.

—No, Ace. Me refiero a terminar con lo que sea que fuese esto. -exclamé apartando mi mirada.

Me sonaba ridículo pronunciar aquellas palabras. Eran frases que solo estaba acostumbrada a escuchar en las películas.

Volví a posar mis ojos sobre Ace al ver que no decía nada. Ni siquiera había notado en que momento se había cruzado de brazos.
Sus cejas estaban totalmente pronunciadas y su cara reflejaba bastantes cosas en ese momento.

—¿Lo dices enserio? ¿Es porque me trasladan, cierto? -preguntó el pelinegro suspirando suavemente.

Me daba bastante pena aquella situación. No estaba acostumbrada a sobrellevar estos temas. Con Luffy fue totalmente distinto. Sabíamos que no iba a funcionar, pero esta era una situación que no estaba acostumbrada a vivir. Por lo tanto, no sabía como manejar nada.

Y al darme cuenta, la cagué.

—No, Ace. Es más complicado. -mis palabras salieron inconscientemente de mi boca.

Sabía que ahora preguntaría más cosas aún. Y que acabaría soltando lo de Shanks en algún momento, sin quererlo.

—¿Qué es complicado? ¿Nosotros somos complicados? -formuló aquellas dos preguntas y siguió hablando- Si lo piensas somos muy simples, T/n. Sé que piensas como yo, sabes que somos libres y que hacemos esto porque no tenemos ataduras, sabes que lo que teníamos te hacía desencadenarte de donde pensabas que debías quedar atada.

No supe que decir, y aunque lo pensase no quería ser profunda con él. No era la persona con la que quería pasar mis días, no quería despertarme y verle a mi lado adormecido, no quería que nuestros cepillos de dientes acabasen juntos en el mismo vaso y no quería compartir mi vida con él.
Mi corazón le pertenecía a otra persona.

—Escoger la jaula en la que quieres vivir también es una forma de libertad, Ace. Ya he decidido en donde quiero estar y con quién, y tú no eres esa persona. Lo siento. -es lo único que pude formular.

Mis ojos estaban fijos en los suyos y lo único que quería en ese momento es que me contestase. Las palabras que acababan de salir de mi boca eran totalmente ciertas y esperaba que le hubiese quedado clara mi elección.

Una incrédula sonrisa cruzó sus labios antes de apartar su mirada de la mía.

—¿Y con quien se supone que quieres compartir esa libertad? -preguntó sin siquiera vacilar un poco.

Sabía que no iba a ser tan facil. Así era Ace, directo y jodidamente curioso. Mis palabras se atoraron oportunamente en mi garanta, pero eso no impidió que me fuese de la lengua.

—Con Shanks. -solté seriamente mientras apretaba mis puños.

No esperaba que me hiciese todas esas preguntas. Pero nunca nada es tan fácil como un no cree e incluso, puede llegar a ser de las peores experiencias de su vida.

Llevé toda mi atención a sus oscuros zapatos y aguanté la respiración esperando escuchar algo salir de sus labios. En cambio, solo pude escuchar un leve suspiro.

Sentí el cálido toque de sus labios rozando mi frente, roce que hizo que levantara mi mirada y nuestros ojos volviesen a conectar.

—Está bien. Si a ti te hace feliz. -dijo con un tono algo sarcástico.

—No quiero que pienses que te utilicé ni que solo fuiste un juguete, ¿está bien? -no quería que se sintiese como un trapo, pues realmente siempre lo he apreciado como persona.

—No quieres que me sienta así pero me haces sentirme así. T/n, eres muy confusa y no tienes tus pensamientos claros, tus acciones no son pensadas a fondo y en tu cerebro solo cabe tu propio egoísmo. Buscas ser feliz y no te importa no tener en cuenta a nadie más, ¿no? Sabías como me iba a sentir pero lo hiciste igual, así que no importa mucho que pidas disculpas ahora.

La respiración se me cortó al momento de escuchar sus palabras. Él tenia razon, yo me había equivocado en todas mis acciones.
Me regaló una ultima sonrisa y volvió por donde había venido. Ya no sólo me sentía mal por lo que me había dicho, sino también por haberle hecho venir hasta aquí para decirle algo así.

Agarré fuertemente mi bolso y antes de volver a la cafetería, susurré un último Adiós.

Shanks x Lectora (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora