Me coloqué sutilmente cada uno de los pendientes, a juego con el collar, la cartera y los zapatos.
Observé durante unos segundos mi reflejo en el espejo del cuarto de baño. Giré varias veces para verme por detrás y sonreí viendo lo bien que me quedaba aquel vestido rojo.Suspiré antes de repasar por quinta vez mi maquillaje y salí, impregnando todos los rincones de la casa con mi perfume. Esperé a que Robin saliese de su cuarto, cuando de repente escuché el timbre.
Caminé estilosamente con aquellos tacones en dirección a la puerta y abrí encontrándome con mis dos chicos.
—Estáis guapísimos, creo que me acabo de enamorar. — exclamé con una sonrisa, estando los tres parados en el marco de la puerta.
—Ni hablar de ti, ¿tú te has visto? — añadió Law guiñándome un ojo.
—Si se ha visto, menuda narcisista está hecha. — Y como no; como podía faltar un increíble comentario por parte de Zoro.
—Gracias, no me digas cosas tan bonitas, Zoro, que me sonrojo. — me acerqué a él y le deposité un beso en su mejilla, manchándole con mi pintalabios del mismo tono que mi vestido. O al menos se veían iguales.
Zoro me puso mala cara y yo sonreí.
—No me mires así, ahora vas a atraer a mas chicas. — le guiñé un ojo y fui directa a la habitación de Robin, dejando a Law y al peliverde esperando solos.
—¡Robin! Te juro que como te atrevas a pasar 2 minutos más encerrada en esta habitación tumbo la puerta y te saco por los pelos. — la amenacé pegando mi cara a la puerta.
—Voy, voy... —me costó oírla, ya que lo dijo como en un susurro.
Volví a donde estaban nuestros respectivos hombres y me apoyé en el respaldo del sofá junto a ellos.
—¿Vino? —Law me acercó un vaso con líquido rojo.
—¿De dónde habéis sacado eso? — lo miré intrigada — Que ahora salgas con Robin no significa que vivas aquí.
Agarré su vaso y me acabé su contenido de un trago, caminé hacia la cocina y lo dejé en el mármol, junto al fregadero.
Me crucé de brazos y empecé a mirar mi móvil compulsivamente, estaba muy nerviosa. Instintivamente miré el chat de Shanks. Autoconvencida de que no quería verle, cuando ciertamente me moría por hacerlo.
Leí el último mensaje que le mandé hace meses y apagué la pantalla al escuchar como la puerta del cuarto de Robin se abría, dando paso a una brillante y esplendida pelinegra, vestida con un largo y fino vestido azul oscuro.
Corrió a los brazos de Law y ambos se fundieron en un beso, haciendo que Zoro y yo nos mirasemos con asco.
—Bueno, ¿vamos ya o qué? — exclamó el peliverde al ver como ambos comenzaban a decirse cosas bonitas.
Los cuatro salimos por la puerta principal.
Era increíble la forma en la que todo había cambiado. Todos y cada uno de nosotros estamos distintos anímicamente, estábamos contentos, acabábamos de terminar nuestra carreras.
Cada uno 4 años matándose a estudiar todas las semanas y aún así suspendiendo alguna que otra. Y así es como estábamos ahora, camino a probablemente nuestra última cena juntos antes de buscarnos la vida por ahí.Los observé a todos con una sonrisa antes de entrar al coche y dirigirnos de una buena vez al restaurante.
Law, como caballero que es, dejó a Robin sentarse de copiloto, mientras que Zoro y yo nos sentamos en los asientos traseros, cada uno al lado de su respectiva ventana.
Omití el detalle del cinturón y giré mi cuerpo hasta pegar mi espalda con la puerta, apoyé mis pies en los muslos de Zoro y cuando él me miró molesto yo solo sonreí de lado a lado.
Posó su mano sobre mis pies y se puso cómodo.
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Shanks x Lectora (+18)
Fanfiction(t/n) siempre fue una chica calmada y muy social, tiene claras sus intenciones y nunca se equivoca en sus desisiones pero... ¿habrá alguien que pueda revolucionar su mundo?