Capítulo 2♡

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Él me devolvió la sonrisa y asintió.
Estábamos comiendo cuando oímos un ruido procedente de la puerta. Alguien la estaba abriendo.

—¿¡Pero qué!?

—Eh... esto Ace, ¿no deberías estar en el trabajo? ¿Qué haces aquí?. -Dijo Luffy con un notable nerviosismo.

—"Tengo una reunión con gente importante de ésta empresa, me dijeron que los esperase aquí. ¿Qué hacéis comiendo en un lugar como éste?

—Oh, yo fui la que nos trajo aquí a comer. -Dije asumiendo la culpa.

Él nos miró a los dos y pareció entenderlo.

-No importa, simplemente abandonad la sala y haré como si nada hubiera pasado. -nos regaló una sonrisa cómplice.

Agarré a Luffy de la mano, puesto que ya recogió todo, y nos marchamos de allí. Podría haberlo metido en un gran problema si no hubiera sido Ace el que hubiera abierto la puerta.

Miré a Luffy un tanto apenada.

—Hey, me tengo que ir, ¿sí? Espero que termines de comer en el descanso. -dicho esto le regalé una sonrisa que él me devolvió y fui en busca de un ascensor. Como era inevitable, me perdí.

Podría jurar que ya habría pasado una vez por aquí. Hmm... Quizá tenga que ir a la derecha... Eh... ¿Qué tal si por la izquierda?
Comencé a caminar por los pasillos del edificio buscando al menos a alguien que me señale por donde ir, todos los empleados parecían bastante atareados y no quería molestar. Seguí caminando y al final del pasillo divisé a aquel hombre de cabello rojo que me ayudó antes, no me parecía buena idea volver a preguntarle, pero no tenía opción. Me acerqué hasta él y le pregunté.

—Eh...esto...si no es molestia, ¿podría indicarme cómo llegar al ascensor? Por favor. -Dije con una sonrisa nerviosa.

Aquel pelirrojo estaba apunto de entrar por una puerta negra en la que había una placa de oro brillante en la que ponía "Shanks". Supuse que era el despacho del jefe, pues, era la única puerta con color distinto de todo lo que había visto del edificio.

Él me volvió a mirar con la misma mirada que hace un rato. Tan fría e inexpresiva que daba miedo.

—¿Otra vez? -Al decir esto levantó una ceja.

Me disculpé unas cuantas veces, realmente estaba siendo muy patosa hoy, pero soy incapaz de ubicarme en lugares que apenas había visitado.
El hombre entró por la puerta dejándola abierta haciendo que pueda ver un amplio despacho, dejó unos papeles en el escritorio y volvió a salir mientras yo lo seguía con la mirada.

—Te acompañaré esta vez, solo quiero asegurarme. -Dijo alejándose por el pasillo, no sin antes soltar un largo suspiro.
Comencé a caminar detrás suya mientras pensaba una y otra vez en el nombre de la placa, "Shanks". Luffy me hablaba siempre de un tal Shanks, según me contaba aparte de su jefe también era su amigo. El hombre que tengo delante es exactamente como Luffy me describía a Shanks, pelirrojo, alto, serio y con una mirada que intimida, aunque nunca menciono que fuese tan atractivo.
También esta la opción de que puede que no sea él, pero entonces, ¿por qué habría entrado a ese despacho?

Meh, no merecía la pena pensar tanto en eso.

Observé el pasillo por el que me estaba llevando; era amplio y estaba muy bien iluminado. Había una hermosa cristalera que abarcaba de luz todo el pasillo y haciendo notar la hermosa combinación entre el rojo del suelo y el blanco de las paredes.

Iba mirando hacia abajo y sentí un golpe que me hizo caer. Era el posible Shanks, se había parado haciendo que chocase con su espalda.

—¿Estás bien? -Dijo estirando la mano hacia mí. Observé su rostro, ya no estaba tan tenso como antes y sus ojos ya no transmitían la misma frialdad.
Al mirarle tanto me hice más consciente de lo atractivo que era ese hombre.

Mierda. Me estaba sonrojando.

Me tapé la cara con las manos evitando completamente la ayuda que me ofrecía.

—¿Eh? ¿Estás bien? -Dijo... Esto... ¿Preocupado?
Aparté las manos de mi rostro y cogí la suya con cierto nerviosismo, algo que no estaba acostumbrada a sentir. Él me ayudó a levantarme y me miró con la misma mirada de preocupación de antes.

—Si, estoy bien, no hace falta que te preocupes. -Dije lo último con un leve sonrojo, tal vez no estaba preocupado y sólo era mi imaginación. Miré que aún sostenía mi mano y sentí mis mejillas arder aún más, apartó la mano y se alejó un poco.

—Bien entonces, vamos. -Dijo volteando, dándome una última mirada antes de seguir adelante por el pasillo.

Sigo sin saber por qué se paró, pero de ese instante se volvió más amable, supongo.

Al fin llegamos al ascensor y no podía estar más agradecida con este hombre.

—Bueno, cuando llegues a la primera planta es recto a la derecha y después a la izquiera, ¿está bien? No vuelvas a perderte.

—No lo haré. Muchas gracias. -Sonreí y las puertas del ascensor se cerraron.

Suspiré. Vaya, sí que había quedado mal.

Cuando llegué a la planta de abajo salí por patas en la dirección que aquel pelirrojo me había indicado y, efectivamente, encontré la salida.
Una vez fuera decidí que volvería caminando. La distancia desde el trabajo de mi novio hacia mi casa eran unos 20 minutos andando, pero no importaba mucho en aquel momento. Me sentía ridícula y un poco impotente por la manera en la que había quedado delante de aquel hombre.

El camino a casa se me hizo ameno. Lo primero que hice al abrir la puerta fue tirarme a la cama, estaba completamente exhausta. Miré hacia el techo.

No puedo evitar ser insegura con mi misma y pensar en cómo los demás me ven. ¿Cuál ha sido esa primera impresión?
Sí, sé que no voy a volver a ver a ese hombre jamás pero al menos podría haberse quedado con una imagen más limpia de mí.

Hundida en mis pensamientos, los ojos se me fueron cerrando poco a poco hasta quedarme dormida.

***
Nota de las autoras: las actualizaciones se harán mas seguido los fines de semana que entre semana, disculpen las molestias.~
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Shanks x Lectora (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora