Fictober 2018

10.- Fantasma

Meitantei Conan y sus personajes son propiedad de Aoyama Gosho.

Género: slice of live.
Ráting: +13
Personajes: Mouri Ran, Kudo Shinichi, Suzuki Sonoko, Kyogoku Makoto.
Palabras: 340.

10.- Fantasma

—¡Venga! ¡Será divertido! Invita a tu maridito también.

Ran no estaba demasiado de acuerdo, pero acabó aceptando la propuesta de Sonoko. Las veces que había ido con ella a alguna de las casas de la montaña siempre habían pasado cosas que preferiría no recordar. También aceptó la de pedirle a Shinichi que fuese con ellas.

Shinichi y ella estaban al pie de la montaña esperando el coche que los tenía que llevar hasta la casa. Desde que había vuelto de resolver "aquel caso tan complicado" que no parecía él mismo. Ran quería saber qué había pasado, lo quería de verdad, pero había tomado la decisión de no presionarlo.

Un 4x4 gris salpicado de barro les hizo luces, Shinichi se cargó la mochila a la espalda y, cogiéndola por el brazo, subieron al coche.

El terreno lleno de baches hacía que el coche se sacudiese, Ran se aferraba a Shinichi nerviosa, aunque sabía que aquellos coches estaban preparados para superar condiciones extremas, le daba miedo que volcase o se partiese por la mitad. Shinichi permanecía tranquilo y distraído, como un fantasma sacado de un recuerdo y pegado con cola sobre el presente.

El coche se detuvo delante de una casa de madera que, en otros tiempos, parecía haber sido un refugio de montaña. Él bajó del vehículo primero y la ayudó.

La chimenea sacaba humo y el olor de la leña lo llenaba todo. Ran llamó a la puerta que se abrió casi al instante.

—Ah, Mouri-san.

—Kyogoku-san.

Se sorprendió viéndole allí, Sonoko no le había dicho que estaría.

—Pasad, Sonoko está arriba.

—¡Ran! —exclamó Sonoko desde lo alto de las escaleras. Bajó dando saltitos alegres—, ¡por fin habéis llegado! Ey Shinichi-kun que bien que hayas venido también.

—No podía dejar a Ran sola, ¿verdad?

—¡Claro que no! Un caballero no haría nunca una cosa así.

Ran miró a Sonoko, Shinichi y Kyogoku hablando como si nada, quizá aquella sensación fantasmagórica sobre Shinichi sólo era cosa suya. Quizás el único fantasma que había allí era el de su propio miedo.

Fin