III

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Llegaron hasta la residencia donde reside Santiago, las puertas de la entrada se abrieron dejando ver un edificio no muy alto de ladrillos. El chofer estacionó y los chicos bajaron del auto, Santiago se hospedaba en el pent house así que tuvieron que tomar el ascensor; al abrirse la puerta el ascensor daba la vista al recibidor de el apartamento de Santiago,  Ignacio no dijo nada solo el recibidor era mas grande que su casa, los chicos caminaron con confianza mientras que este se quedó de pie en la entrada. Valeria lo miró y le hizo una señal para que se acercaran hasta ellos.

— Ven siéntate iremos a alistarnos — dijo la chica — trajiste algo de ropa o sólo el uniforme.

— Solo el uniforme — respondió el chico.

— Eso veo — dijo la chica pensando un poco —   ¡OYE SIMÓN TRAE TU PELUDO TRASERO PARA ACÁ! — gritó la chica haciendo que ignacio se sobresalte del susto.

— ¿Es necesario que grites así? — preguntó el chico que salia por un pasillo.

— Ignacio necesita ropa y se que te gusta dejar ropa regada en la casa de nosotros — dijo la chica — ¿tienes algo que le quede a Ignacio ? puedo ver que meten la misma talla.

—¿Oye que...? — respondió Ignacio ante lo que dijo la chica.

— Si claro — respondió, el joven tardó un poco y salio con unos jeans y una camisa. — ten y tranquilo — el joven lanzó una sonrisa y volvió a dejarlos solos.

— Ven sigueme creo que necesitas un cambio — dijo la chica y lo tomó por el brazo conduciéndolo por el pasillo amplio donde estaba Simón, entraron en una habitación amplia y la chica se paro a verlo detalladamente. — creo que... — comenzó a decir examinandolo — eres guapo ya te lo habían dicho?  — pregunto la chica.

— La verdad eres la primera persona que me lo dice — respondió el joven sonrojándose.

— Bien te ayudaré a vestirte — dijo la chica y se acerco al chico haciendo que se despojada del uniforme, el joven salió del baño con la ropa que le trajo Simón y la chica lo detallo mejor — ¿has considerado lentes de contactos?  — preguntó.

— La verdad no... estos lentes me los regalaron hace tiempo y la verdad me comienzan a fallar — respondió el joven.

— Por suerte tengo un contacto que podría solucionar eso — dijo la chica mientras le acomodaba el cabello despeinado — ahora con esto estarás listo,  dijo acercándose al armario y saco una chaqueta deportiva que la verdad se veía de muy buena calidad — ahora si estas listo para salir — terminó diciendo orgullosa la chica, la verdad al voltear y mirarse en el espejo no se reconoció se acerco y pudo ver lo diferente que se veía.  — atraerás muchas chicas o chicos si quisieras con esa pinta. — dijo la chica colocándose a su lado.

— ¿Chicos? — preguntó el joven.

— Tranquilo se como miras a Santiago — respondió la chica — la verdad es que esta jodidamente guapo.  — y ambos rieron por el comentario,  al salir los chicos esperaban en la sala ya cambiados y miraron el cambio de ignacio.

— ¿Ya puedo entrar en mi habitación?— le preguntó Santiago a su amiga, a lo que ella asintió, ignacio se sonrojo y miró a la chica con pena — esa chaqueta te queda bien. — y el chico cerró la puerta. Había estado en la habitación de Santiago y no se percató de aquello.

Habían llegado al centro comercial el Tolón, la verdad para Ignacio el tipo de gente que iba a allí era muy de otra clase; llego a ver a una chica que subía al cine con un vestido largo y lentes de sol se burló por un momento de la chica y continuó caminando hasta un restaurant donde servían sushi.  Al principio no le pareció la idea pues no estaba acostumbrado a ello así que normal accedió a un plato que le recomendó Santiago.

Giros del Destino [#GoldenAwards19][#WrittingsDreams2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora