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Ignacio despertaba poco a poco y se dió cuenta de que ya no estaba en el mueble con Santiago, si no en una cama arropado. Se sentó mirando a su alrededor y pudo ver que el chico estaba asomado en el balcon, volteó al ver que Ignacio estaba despierto.

— Dormiste mucho — comentó el joven.

—¿Qué hora es? — preguntó el chico colocándose los lentes.

— Van ser las 6 de la tarde — respondió Santiago mirando su celular.

— Lo siento ya tengo que irme — dijo levantándose ignacio rápidamente parecía asustado, cosa que puso en alerta a Santiago.

— Oye cálmate — dijo tomando a Ignacio por las manos — quedate conmigo esta noche aqui.

— Si quiero pero... — y la verdad el chico estaba siendo sincero, quería quedarse pero su madre era el problema. — no quiero más problemas en casa.

— Evitaré que tengas problemas en eso pero hoy quedate conmigo — no fue una petición sino mas bien una súplica, Ignacio lo pensó u recordó la bofetada que le dió su mamá, suspiro y asintió a lo que Santiago lo abrazó con fuerza. — ven quiero mostrarte algo — dijo el joven sacando a Ignacio de la habitación, caminaron por la sala y luego llegaron a una terraza donde había una amplia vista a todo el océano, el sol estaba ocultándose tras el amplio mar tornándose de un color  entre  un anaranjado y azúl. — es hermosa esta vista — dijo mientras abrazaba a Ignacio detrás del chico.

— Jamás había visto un Atardecer así — dijo ignacio mientes sentía la respiración de Santiago sobre su nuca, cosa que hizo que le diera escalofríos. Santiago lo volteó y tomo su cara para darle un suave beso.

— Por cierto quería invitarte a mi cumpleaños que será en unos días — la voz de Santiago sonaba emocionada, y había un brillo peculiar en sus ojos. — no soy de organizar nada pero conociendo a Valeria ya tendrá la fiesta hecha... Así que me preguntaba ¿si te gustaría ir? — hizo la pregunta un poco lenta esperando la respuesta del joven.

— Esta bien iré — respondió Ignacio — pero no tendría par llevarte un regalo.

— No te preocupes por eso — interrumpió el chico — con que vayas ese día será mas que suficiente — y antes de que Ignacio pudiera decir algo el joven volvio a sellar sus labios con los del chico.

En los próximos días para Ignacio transcurrieron tranquilos, sin embargo; pudo notar que Armando se había comenzado a sentar en sus clases y hacerles pregunta sobre si había entendido para poderle explicar. Esto para el chico era inusual ya qué de la noche a la mañana el joven había mostrado interés de sacarle conversación. Fue cuando iba caminando por el pasillo que el joven se le acercó alertó los sentidos de Ignacio.

— Oye Torres necesito saber si puedes explicarme la clase de física en la biblioteca esta tarde, ya sabes los números y gráfica no se me dan mucho... — comenzaba a decir cuando fue interrumpido por una voz ya conocida.

—¡Fuenmayor! — era Simón quien se acercaba hasta los dos chicos con una mirada de repudio hacia Armando — ¿te hizo algo ignacio? — le preguntó el joven, a lo que Ignacio negó con la cabeza. — ¿qué quieres con Ignacio?. — preguntó detallando a Armando.

— Calma Castillo,  solo le pedía ayuda de unos apuntes — respondió Armando.

— Bien... Ignacio no puede por que ya se había comprometido conmigo así que lárgate de aquí — el joven hablaba enojado, Armando esbozó una sonrisa.

— Bien Castillo me voy... pero no por que me lo pidas — dijo comenzando a caminar — te veo luego Ignacio. — esto último lo dijo de una manera que intimidó al chico, Simón tenía los puños cerrados.

Giros del Destino [#GoldenAwards19][#WrittingsDreams2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora