IV

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Ignacio caminaba hacia la parte de atrás donde lo había invitado santiago, quería saltarse la primera clase aunque sabía que eso le podría causar un retraso. Se sentó en el banco de concreto y apoyo su cabeza en la mesa, sus lágrimas no dejaban de salir sin querer parar, los lentes se le empañaron y se los quitó para limpiarlos.

— ¿Estás bien? — preguntó Santiago quien se acercaba al joven, lo había visto llegar y cuando se iba a acercar pudo notar como el chico se le salian las lágrimas y decidió seguirlo.

— Lo siento, oye la chaqueta — no pudo decir mas el jóven, Santiago lo abrazó sin decir nada. Pudo entenderlo, era una chaqueta fina y cualquiera se la podía haber quitado.

— Ya no te preocupes — le consoló el chico. — escucha Ignacio hay algo en ti que me agrada.  — Ignacio lo escuchaba atentamente — pero es hora de salir de esa burbuja y quiero ayudarte.

— ¿Cómo piensas ayudarme?  — al final pudo hablar el joven. — no tengo mucho que ofrecer.

— Quiero que comiences a ver la vida y disfrutarla a pesar de las adversidades — el joven se separó del pecho de Santiago, ambos se miraron por unos segundos y sus labios se juntaron por una fracción de segundos, para Ignacio fue eterno sintió como el estómago le explotaba por varios sentimientos y emociones, pero se separó al reaccionar. — lo siento — se disculpó santiago — no quise incomodarte.

— Jamás había besado a alguien — soltó Ignacio.

— Vaya — respondió el chico sorprendido, y sin pensarlo lo volvio a tomar por el mentón y lo volvio a besar, para Ignacio otro mar de emociones se le vinieron encima, sin embargo ninguno de los se percató que alguien los observaba. Santiago separo sus labios con un brillo en los ojos — saltemos las clases del día de hoy,  y no te preocupes puedo conseguir un recipe médico — tomó a ignacio por la mano y pasaron entre el alumnado que llegaba, para su suerte aun estaba la camioneta aparcada en la entrada, se encontraba hablando con Valeria.

— Oye sr Juan necesito que nos lleve a un lugar — indicó el chico amablemente y miró a Valeria con complicidad.

— Me va a tocar conseguirles una falta médica — dijo la chica poniendo los ojos en blanco, pero luego lanzo una sonrisa — cuídalo — le advirtió a Santiago a lo que el chico asintió y subieron al auto, el conductor arranco y ya andaban en la autopista.

— ¿Algún lugar donde ir joven Casablanca?.

— Si Sr.juan llévenos a la costa — respondió Santiago, Ignacio se sorprendió al ver donde indicaba ir Santiago, la verdad nunca había conocido el mar y esta seria su primera vez. El chofer aceleró el ritmo y desvío el auto en la autopista.

La chica caminaba con los puños cerrados por el pasillo, Armando se acercó a ella con cara de preocupado.

— Diablos Mariana parece que te hicieron enojar mucho. — comentó el joven intentando calmar el humor de la chica.

— Santiago es gay — soltó la chica mientras abría la puerta de un Aula que estaba vacía.

—¿De donde sacaste eso?— preguntó el chico mientras se sentaba en el escritorio.

— Los vi besandose a él y al nuevo — respondió mientras sacaba su teléfono y le mostraba la foto, Armando lo tomó y la detalló, no dijo nada solo se quedó en silencio — ¿acaso no vas a decir nada? — preguntó furiosa la chica.

— ¿Y qué quieres escuchar mariana? — preguntó el chico poniendo los ojos en blanco — allí tienes la respuesta de por que el chico nunca te paró bolas.

— No digas tonterías — sopló con los brazos cruzados — ese Ignacio se ha vuelto en una piedra que tendré que sacar de camino.

— Seguro me vas a pedir que te ayude en algo — comentó el joven colocándose su mano sobre la frente.

Giros del Destino [#GoldenAwards19][#WrittingsDreams2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora