De vuelta

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Todos los fenómenos
naturales que conozco,
te miraron fascinados
y no encontraron
definición para
tu maldad,
así que
concluyeron en
elegirte a ti
como la daga
de mis catástrofes
más profundas.

De tus mares
a tus desiertos
no hubo diferencia,
porque de ninguno
salí ilesa.

Viniste y tiraste
mi brújula al vacío,
e hiciste a
los puntos
cardinales quedar
del revés,
y enderezarles me
temo que como
mínimo me costará
esas siete vidas
que no tengo.

Y si de alguna
forma bastara
empeñar esta
que a medias me
queda,
felizmente lo haría,
solo por verte
arrasar de nuevo
como en mis
mejores fantasías.

Volviste a mis
sueños una vez más
y me martirizas
de placer y confusión.

¡Es tan complicado!

Las regresiones
al pasado queman hondo
y no piden permiso,
son:
maleducadas,
impertinentes,
imprudentes y sobre
cualquier cosa,
atrevidas.
Todo esto hace
que me pregunte:
¿Quién es más
culpable en el
asunto?
¿Tú por
agredirme cuando
te viene en gana,
o yo
por no poner
un poco de
resistencia?

No pasa nada,
es retórica.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora