Valle de la calma

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¡Oh Valle mío!
certero paraíso,
de una mano amiga,
de café y de ríos.

Te amo sin alardes,
tierra mía fértil,
ningún Imperio te tuvo,
ningún yugo te desafió permanente.

Poblada por mis ancestros,
te hiciste de querer,
desde un Noviembre de antaño
nos tienes a tu merced.

Se aproximan fiestas decembrinas
en este glorioso Valle,
serán:
Risas, aguinaldos y fiestas
entre gente amable.

Amor y paz son mi bandera,
generación de oro,
generación guerrera.

Quién habla de nuestras tradiciones.
Un lucero en cielo despejado,
tan marcadas,
tan bonitas.
Son un precioso regalo.

Haciendo un poco de historia,
mi deber es recalcar,
que durante la Campaña Admirable
nuestro heroico Bolívar,
hubo aquí de pernoctar.

¡Sí!

En este mi Valle
hizo amable presencia,
de igual manera
correspondió mi tierra,
en grata benevolencia.

¡Oh Valle mío!
de aroma a café recién colado
¡Oh Valle mío!
de aroma a café molido
de aroma a café tostado.

En tu conmemoración de Natalicio
te quiero acariciar,
con estos fugaces versos
y con los que vendrán.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora