Nuevos modos

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Comenzar con una
frase distinta al resto,
parece un suceso.

Generalizando,
todos han dejado de
intentar mirar hacia
otro extremo,
hacia otro horizonte,
o para hacerlo más sencillo
lo han dejado de lado.

Lo puedo asegurar.

Parece que se han
conformado con
exponer el repertorio
de escritos doblados,
que llenan sus
bolsillos y asestan
por último
las papeleras.

Listos para ser
usados una vez
más,
listos para ser tirados
sin mirar atrás.

Pero yo decidí que
no quiero ser igual.

¿Cómo puedo decirte
a ti lo mismo?

Imposible.




Si tú te inventas a
diario
una manera
distinta de ondear
tu cabellera azabache
al viento
y ladear esa prodigiosa sonrisa
con una elegancia antinatural.

Superas fácil mi entendimiento.

Dicen que la etiqueta
se deja ver,
cuando es bien llevada,
y a quien dijo esto
yo le aplaudo.

Por ti que eres un
engranaje de arte,
por mí que tengo
el placer
de contemplarte
hasta el hastío.

Y el hastío viene
siendo una expresión
vacía,
porque no ha llegado
a incomodarnos.

¡Y que sepa que tampoco
es que le esté esperando!

Así estoy bien
¡Y de qué forma!

Entre el amor
y la muerte,
la similitud
más grande se
consigue en
que nunca nadie pudo
ganarles la guerra.

Y yo como una mortal
más,
no quedo exenta.

Voy perdiendo
y no tengo miedo.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora