Lo abracé y el me abrazo a mi, es unp de los mejores momentos de mi vida. Por primera vez siento que estoy con la persona a la que quiero.
Intente deshacer el abrazo, pero fue mision imposible, solo permitio hacer un pequeño hueco entre los dos para mirarnos.
Cuando iba a abrir la boca note como su lengua se introducia en ella. Me encanta, lo deseo desde hace muchisimo tiempo, no lo sabia, o quizá me negaba a verlo, pero... le amo... realmente... le amo.
Correspondi el beso rápidamente. Estamos solos, desnudos, abrazados y besandonos. Noto como algo empieza a rozarse en mi bajo vientre, me restriego en el, en su virilidad, en su gran erección. No falto tiempo para que me poseyera de nuevo. Me dejo hacer. Estamos dentro del agua. Es la primera vez que lo hago en un sitio así, y, debo decir, que me encanta.
Zoro lo tiene todo, es perfecto. Mientras me lo hace lento, me quedo mirando su cicatriz en el ojo y comienzo a llenarsela de besos. Me paso a su lobulo, donde cuelgan esos tres pendientes que me tienen tan loca. Zoro no tiene tatuajes, pero tiene un cuerpazo esculpido por los mismisimos dioses. Empieza a hacermelo más y más rapido. Poco a poco. Su pene me llena entera. Noto como el calor se apodera de mí, como él se estremece cuando le beso, y como nos corremos a la vez entremezclando nuestros fluidos dentro de mi.
Después de hacerlo tan apasionadamente nos quedemos un rato llenandonos de besos y caricias bajo la luz de la luna y las estrellas.Al salir Zoro me tapo con una manta que llevaba en el asiento de la moto. Este hombre me pierde.
Permanecimos juntos dentro de la manta un buen rato.-Robin...- dijo.
-Dime espadachin- le sonreí
-¿Me acompañarias a un ultimo sitio?- preguntó.
-Claro.-
Nos levantemos del suelo para vestirnos y subirnos nuevamente a la moto. Me llevó a una maravillosa casita de madera que está en lo mas profundo de la colina. Todo está lleno de arboles gigantescoz. Bajemos de la moto y el se dispuso a abrir la puerta con una llave que llevaba dentro del bolsillo del pantalón. Cuando entre me encantó la decoración, es todo de madera, muy rural y con una preciosa chimenea en el centro del salón.
-¿Esta casa es tu tuya?-
-Si, me la regalaron mis padres hace un par de años.- me sonrío.
-Es preciosa- dije embobada mientras miraba la casa.
-Ven, vamos a mi habitacion- me cogió de la mano, mientras subiamos unas escaleras.
Cuando entremos a la habitación, no me lo esperaba, sábanas de seda color blanco, un armario enorme de madera, un par de mesillas a cada lado de la cama, una chimenea a los pies de la cama, pero lo que mas me encanta es la gran ventana que tiene a un lado de la cama, se ve toda la colina y el cielo estrellado perfectamente.
-Zoro... esto es increible...-
-Robin... esta casa puede ser tuya.- dijo mientras me abrazaba por detrás.
-Pero Zoro.... yo...- le contesté triste.
-¿Que ocurre?- dijo alzando una ceja.
-Zoro, yo... estoy prometida... me voy a casar con Torao...- baje la mirada.
El me soltó para ponerse delante de mí, me cogió del mentón para levantarme ligeramente la cara, y mirandome me dijo.
-Robin... ¿le amas?-
-Yoo... sii...o no... no lose...- me aparté de él y me senté en la cama.
-Robin...¿me amas?- se sentó junto a mi y me miro fijamente.
-Zoro yo... claro que te amo.- noto como una lagrima sale de mis ojos, bajo la cara para que no me vea, pero el insiste y vuelve a cogerme del mentón, esta vez sin soltarme.
-Entonces...¿porque no le dejas? Yo puedo hacerte feliz.- me miro triste.
-Zoro, esto es muy complicado. No lo entenderias-
-Pues explicamelo- me limpio las lagrimas con sus dedos pulgares.
-Verás... esque... yo... yo...- empecé a llorar sin control.
Zoro me solto la cara para agarrarme y llevarme hasta él.
-Ven aqui, no pasa nada. No tiene porque ser hoy. Tranquila.- me dió un tierno beso en la cabeza.
Nos acostamos en la cama, el me abrazó, me abrazó hasta quedar totalmente dormida.
Abrí los ojos cuando una luz muy fuerte me molestó. Zoro no está a mi lado, asi que me levanto para buscarle, al bajar las escaleras lo veo en la cocina.-¿Que haces? Dije muy sonriente.
-Tu desayuno.- me dio un beso en los labios que yo gustosa correspondi.
-Vaya, nunca hubiera imaginado que el gran Roronoa Zoro coninara- dije riendome a carcajadas.
-¿Sabes? Eres muy graciosa.- dijo en tono burlon. -Bueno... esto ya esta. Pero antes...-
Salió corriendo detrás de mí, corremos como dos niños jugando al pilla-pilla, el es mas veloz que yo, asi que no tardo mucho en atraparme para tirarme en el sofá de piel.
El encima de mi, me mira, me mira y me mira.-Eres preciosa.- dice mientras me acaricia un lado de la cara.
-Zoro-
-Shhhh, no digas nada.-
Me besó de nuevo, volvimos a ser uno varias veces. Nos llenemos de besos, caricias, abrazos, susurros... le amo. Claramente le amo.
Cuando por fin me dejo desayunar (mas bien almorzar por la hora que se les habia hecho) me quede mirandole y decidi que debia saberlo, debia saber el porque lo nuestro no puede ser por mucho que el se empeñe.-Zoro... tengo que contartelo.- deje el desayuno para ponerme a su lado.
-¿Estás preparada?- me dijo agarrandome de las manos.
-Si, necesito que lo sepas. Y cuánto antes mejor.-
-Muy bien, si lo tienes tan claro adelante.- me miraba fijamente, pero con el rostro relajado.
-Veras Zoro yo...
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PENSANDO EN TÍ
FanfictionNuestro Zoro se enamorara perdidamente de una chica preciosa y descubrira su nombre y algunas recuerdos del pasado que regresaran. El tendrá que decidir entre amarla o luchar contra ese sentimiento. Posdata, es la primera vez que escribo, cualquier...