Accidente

362 18 0
                                    

ZORO

Como le dije a Robin, fui directo a mi casa a por ropa limpia, alli ya no se encontraban ni Nami ni Sanji, mejor para mi, ya que cuando saben que he estado con Robin, me atosigan a preguntas estupidas.
Sali de mi casa con una pequeña mochila, con mis pertenencias dentro de ella. Me subi de nuevo a mi preciada moto y me dispuse a volver con Robin, pero antes de ponerme el casco meti mi mano en el bolsillo de mi pantalón, tengo una llave que ella personalmente me ha dejado para poder entrar en el caso en que ella aún no haya vuelto. Me acabo de poner el casco y arranco mi moto. Poco a poco acelereo más y más, tengo muchísimas ganas de recuperar con ella nuestro tiempo perdido, siento que esta vez las cosas pueden mejorar y quizás lo nuestro pueda ser.
Tengo esperanzas de que así sea.
Cuando giro a la izquierda para entrar en la calle donde vive Robin, veo muchísima gente en medio de la carretera ¿que estara pasando? ¿quizas una pelea? Me acerque un poco más para poder dejar mi moto de manera espontánea en la calle aparcada, justo al lado de la pared edificio de Robin.
Escucho a una chica llorar, su voz me suena increiblemente, me quito el casco con rapidez y lo coloco debajo del asiento para cerrarlo seguidamente, cojo mi pequeña mochila y cuando me giro es a Violet a quien observo llorar con la cara descuadrada por el dolor, asustado me acerco corriendo a ella.

-¿Que sucede Violet?- le pregunto muy preocupado por su llanto tan sonoro y fuerte.

Ella me señala con el dedo indice hasta la direccion donde está todo el mundo reunido, veo que la gente llora, llama por el movil, y escucho como una voz masculina desconocida para mi grita -¡REACCIONA!, ¡REACCIONA POR FAVOR!- Se me encogió el corazón, por los gestos de Violet note que ella conocia muy bien a alguien que parecia estar tirado en el suelo.
Pensé en lo peor, aparte de mi camino a toda persona para abrirme paso, empecé a correr y mi mente se nublo...
Cuando vi a la persona tirada en el suelo, quede en blanco, no supe reaccionar... una mujer que llevaba un maletín se abrió paso. -¡Dejadme pasar soy médico!-. En ese momento pude porfin reaccionar a tal imagen. Aparte de ella a todo el mundo para cogerla entre mis brazos. De un momento a otro una lágrima cayó de mi ojo sano.

-Robin... cariño... reacciona.- le pedía asustado llenando mi rostro de tristeza y lagrimas que no pude contener.

Robin tenia muy mala pinta, muchos rasguños en su preciosa piel, en una de sus brazos pude contemplar un hueso fuera de su piel, como si de una astilla se tratase, de su brazo salia muchisma sangre, al recolocar su cabeza sobre mis piernas, note algo caliente que se daba paso por los poros de mi ropa, me mire las manos, era sangre, su sangre.
La mujer empezo a taponar las eridas que veia, hizo un par de torniquetes, y limpio un poco su cuerpo ahora sucio por la sangre.

-¿Eres familia de esta chica?- la mujer me preguntó con una cara muy seria, casi sin expresión.

-Soy su pareja- le dije sin pensarlo, pues para mi éramos algo mas que amigos con derecho.

-Muy bien, la ambulancia ya esta avisada, intenta no moverla, no es recomendable en el estado en que se encuentra, toma- me ofreció una cuantas gasas que sacó de su maletín. -Limpiale un poco la cara- me miro con dulzura esta vez.

-¿Se pondrá bien?- estaba muy preocupado.

-Es dificil de saber, sin los materiales necesarios no podría decirte las lesiones que tiene. A simple vista lo más grave es su brazo, pero quizas por dentro se ha hecho algún tipo de daño. ¿Que le ha pasado?-

-Yo... no... no losé, acabo de llegar- intente secarme las lagrimas.

De fondo pude escuchar unas sirenas aproximarse a nosotros.
Al llegar le hicieron un chequeo rapido, rápidamente le pusieron una via y oxígeno para despues trasladarla a una camilla. Metieron a Robin dentro de la ambulancia, a mi no me dejaron ir con ella asi que de nuevo me puse mi casco y cogi mi moto para ir tras ella. No quiero dejarla ni un minuto sola.

Llevo en la sala de espera como unas 5 horas, no me he movido, no me he cambia la ropa manchada por la sangre de Robin, no he comido, solo pienso en ella. Me encargue de llamar a Hancock y a Nami, Hancock llamaria a sus padres y supongo que a Law. Nami, Sanji, Ussop, Vivi y Franky fueron los primeros en llegar, Hancock y Luffy los segundos ya que estaban en un hotel algo apartado, y finalmente llegó su madre, esta vino sola, tengo entendido que el señor Edward esta enfermo y no puede salir de casa. Conforme fueron llegando, me miraban de forma extraña por las pintas que llevo.
Alvida sin conocerme de nada se me acercó, me observo con un rostro descompuesto por el dolor.

-Gracias... gracias por ayudar a mi hija- estaba llorando esta vez.

Yo puse una de mis manos sobre su hombro izquierdo y le dije. -No se preocupe, Robin es amiga mia, todo lo hago por ella.- lo que le dije a Alvida es verdad, de echo la amo, pero ese sentimiento no podia demostrarlo, almenos de momento, la señora me abrazo para despues llorar sobre mi hombro, yo la deje. Todos los demás estaban muy callados, uno sentado al lado de otro, o dando vueltas por el nerviosismo, o como Sanji, que se fue a fumar, lleva ya un buen rato sin aparecer por aqui, supongo que cuanto mas nervioso se pone, mas fuma, de todas maneras nos llama cafa 5 minutos para preguntar si se sabe algo de Robin, pero la verdad aún no sabemos nada.

-Zoro...- se me acerca Nami, y ante este gesto Alvida se aparto. -Deberias comer algo, se que esto es duro para ti... de hecho es duro para todos. ¿Quieres que baya a por algo de comer?- estaba preocupada.

-No tengo hambre, pero gracias Nami.-

De pronto por la puerta apareció un señor mayor y preguntó por la familia de Robin. Obviamente y como era de esperar todos corrimos hasta ese señor.

-Dígame Doctor ¿como esta mi hija?- preguntó Alvida descompuesta.

-Vereis, de momento no ha despertado, pero esta estable, cuando sepa algo más vendre de nuevo.- y se marchó.

Nami llamo a Sanji para contarle lo dicho por el médico, la mayoría de ellos se marcharon a casa despues de todas las horas de espera. En la sala solo quedemos, Nami, Hancock, Luffy, Sanji, Alvida y yo.

Vi como Hancock se acercaba a su madre.

-Mamá deberias volver a casa, papá está solo... y... el no saber nada tampoco es bueno para él.-

-Quizás tienes razón hija.- decia Alvida algo cansada.

-Luffy y yo te llevaremos a casa.- Hancock la miró a la cara con amor y comprensión. -Sanji, Nami y Zoro estan aquí, te llamaran si pasa cualquier cosa, y cuando te deje en casa yo volveré al hospital con Robin.-

-De acuerdo... vamos entonces... tu padre me estara esperando. Chicos- dijo refiriéndose a mi a Sanji y a Nami. - Cuidar de mi hija por favor-.

-Descuide, la cuidaré como si de mi hermana se tratase- le dije yo consolandola mientras le daba un par de besos en sus mejillas.

Hancock y Luffy se marcharon junto con Alvida. Nami, Sanji y yo nos quedemos a la espera de saber más sobre Robin.

PENSANDO EN TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora