Infancia

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Tenia unos 12 años, recuerdo que estaba en el jardín como siempre leyendo un libro sobre castillos encantados y esas cosas.
Todos los dias solía entrar alguien nuevo, unos mas grandes otros mas pequeños, pero siempre con la misma carita de tristeza, y es que todos nosotros esperabamos a que alguien viniera a salvarnos, todos, incluido un niño que entro ese dia! Era un niño precioso con cabello castaño y ojos verdes, tenia como unos 3 añitos y el lo unico que queria era volver con sus padres. El era desmasiado pequeño para entender que sus padres no volverian jamás...
Con el paso del tiempo me fui encariñando con ese niño, le leia cuentos sobre espadas, castillos y dragones! Le encantaban esos cuentos menos el final, que es cuando rescataban a la princesa! El siempre decia que las princesas deberian de aprender a defenderse solas. Jejeje. Cosas de niños...
Ya habian pasado unos 4 años y aquel niño ya tenia 7 añitos.
Era hora de marcharme, y para despedirme de mi niño favorito le leí un cuento de los que le gustaban para después regalarselo, y le prometi volver a buscarlo para llevarlo conmigo.
Ahora estoy en una sala rodeada de sillas, cuadros de todos los niños que habian pasado por aqui y que ya no estaban... un escritorio enorme lleno de papeles y fotografías de todos nosotros, eran las 10 de la mañana y sigo esperando, esperando a que me llamen, mientras esperaba entro mi niño favorito y me relago una flor, pero no una flor cualquiera, me regalo una orquidea morada, mi favorita...

 un escritorio enorme lleno de papeles y fotografías de todos nosotros, eran las 10 de la mañana y sigo esperando, esperando a que me llamen, mientras esperaba entro mi niño favorito y me relago una flor, pero no una flor cualquiera, me regalo una...

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Mi niño me abrazo hasta que...

-¡Señorita Nico Robin! Ya puede salir, sus nuevos padres la esperan.

Dijo un señor de mediana edad llamado Smoker.

-Ya voooy- contesté.

Queria despedirme de mi niño antes de marcharme.

-Lo siento pequeño pero ya es la hora y tengo que irme, mis nuevos padres me esperan, te prometo que volvere a buscarte cuando tenga el dinero suficiente, portate bien y recuerda que te quiero y que fuera de este lugar tienes una hermana.- Aguantando las ganas inmensas de llorar por dejar a mi niño alli, le di un abrazo un fuerte abrazo, hasta que Smoker me cogió del brazo y dijo...

-Vamos Robin ya es la hora-

Yo le miraba y el me miraba y mi niño gritando mientras yo salia de aquel lugar me dijo..

-Te quiero Nico Robin-

A lo que yo le conteste...

-Te quiero Roronoa Zoro-

Y ese fue el dia en el que me despedi de esa carcel para niños al que todo el mundo llama "Internado, Enies Lobby" un sitio que siempre me hizo llorar.

Ya estoy en mi nuevo hogar, es una casa bastante grande, casi tanto como mi antiguo hogar, pero este con un aspecto mas elegante. La fachada estaba echa de piedra caliza gris que quedaba precioso, ese color hacia resaltar mucho el negro de los marcos que rodeaban puertas y ventanas, la puerta principal era enorme y de una tallada madera increíble, las ventanas eran muy amplias. Desde la puerta de forja de la gran parcela se veia un pequeño camino echo con piedra que te llevaba hasta la gran puerta de la casa. Todo estaba rodeado de cesped, flores increiblemente bonitas y arboles, arboles enormes que daban muchísima sombra, cerca de la casa habia un cerezo y justo a su lado un banco de madera oscuro que desde ese banco se podia observar unos columpios color negro con asientos de madera a juego. En uno de esos columpios habia otra chica, esta tenía el pelo negro y largo, muy largo, tan largo que rozaba el trasero.
A medida que iba recorriendo la casa me di cuenta de que había mucha gente trabajando alli! Quede impactada pensando lo mucho que este lugar le gustaria a Zoro, hasta que una voz me saco de mis pensamientos...

-¡Nico Robin!- me llamaban a gritos, aun no sabia de quien era esa voz, pues todo era nuevo para mi.

Poco a poco una mujer se fue acercandose a mi. Era rubia y muy guapa.

-¡Nico Robin yo soy Otohime, soy la ama de llaves de esta casa, tu madre me a dicho que me acompañes por favor!-

Era una mujer muy buena la verdad, me dio la mano con delicadeza y yo se la agarre con fuerza. Si que tenia 16 años y ya era mayorcita pero sentia miedo y esa mujer me aportaba seguridad.

Me llevo hasta mis nuevos padres, mi padre es un señor con bigote bastante alto y fuerte, su nombre es Edward Newgate. Y mi madre es una señora guapisima de cabello oscuro y cuerpo voluptuoso lleno de curvas perfectas llamada Alvida.

Alvida me miro y sonriendo me dijo.

-Vamos Robin quiero que conozcas a tu nueva hermana-

Yo solamente asenti. Me llevo hasta los columpios donde anteriormente habia visto a la chica de cabello largo.

-Hancock!!- la llamo mi nueva madre.

La chica se giró mirándome de arriba hacia abajo y se levantó del columpio con una calida sonrisa.

-¡Hola! Supongo que eres mi nueva hermana.- me dijo

Mi nueva madre contesti por mi diciendo.

-Si, ella es tu nueva hermana, se llama Robin, dentro de poco Robin Newgate.
Enseñale como es debido toda la casa y presentale a todos los trabajadores.
¡Aam, y que no se te olvide su habitacion!

-Claro mamá.- respondio Hancock cogiendome de la mano.

Hancock no paraba de hablarme sobre el Instituto y los chicos guapos, ella era solo un año menor que yo, y ya pensaba en esas cosas.
Poco a poco me fui acostumbrando a esa casa y a la gente que la habitaba. Aunque echaba mucho de menos a Zoro, solia escaparme de casa almenos 1 vez al mes para ir a verlo.

Un dia recorde que era su cumpleaños y se me ocurrio cogerle algo de dinero a papá sin que se entarara.
Fui directa a una tienda donde vendían catanas, libros, cascos antiguos y cosas asi. Entre todas las cosas que habian me encanto una catana, era blanca y perfecta para él, el señor de la tienda me dijo que su nombre era Wado Ichimonji y dijo que pertenecia a un gran caballero que murio defendiendo a su amada y según él, que el alma del caballero quedo dentro de esa catana!
No mire el precio la cogi y me la lleve sin pensarlo recordando las historias que le contaba.

Cuando estaba en el internado, hable con Smoker para que me dejara verle, pero este me miro con tristeza y me dijo que aquel niño ya se lo habían llevado, solo estuve 7 meses fuera, no pude cumplir mi promesa! Le pedi a Smoker que me dijera su nueva dirección pero se negó rotundamente.

-Robin, se que quieres a ese niño, pero el es pequeño, no se acordara de ti toda la vida, no puedo permitir que vayas a su nuevo hogar, el es pequeño y le causaras falsas esperanzas, el se querra ir contigo, pero si me lo permites, yo mismo le entregare tu regalo en persona.- me dijo con voz tristona.

Y yo con poca gana le hice entrega de la catana embuelta en una gran caja y le sonrei en gesto de agradecimiento, y asi me marché...

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE PRIMER CAPITULO, POR FAVOR COMENTAR COMO LO VEIS, ES LA PRIMERA VEZ QUE HAGO ESTO Y QUIERO OPINIONES YA SEAN BUENAS O MALAS.. TODO VIENE BIEN. SI GUSTA INTENTARE SUBIR UNO COMO MUCHO A LOS 3 DÍAS. BESITOS😍😍😘😘

PENSANDO EN TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora