Libro

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Boda cancelada, nuestra única casa en común puesta en venta.
No tengo noticias de él, desde la ultima vez que le vi, ya hace 2 semanas de nuestro ultimo encuentro, no me contesta los mensajes ni me coge el móvil.

Mi relación con Zoro esta un poco rara desde que hable con Torao. No me siento bien. Soy la culpable del estado de Torao, lo sé muy bien.

Tengo que hablar sobre todo esto con mis padres, pero nose como hacerlo. Mi padre est delicado... no quiero que empeore. Llamo a Hancock para pedirle ayuda, pero esta se lava las manos, dice que es cosa mía, y que no he hecho las cosas bien.

Es estos días me apoyo en mi amiga Nami y en Sanji, ahora mismo ellos son en quienes me consuelo, pues a pesar de todo ellos son los que mas me entienden.

Desde que Torao se marchó, Hancock decidio irse con Luffy a vivir, según ella, yo necesitaba estar sola y pensar.

Ahora mismo estoy sola, sentada, esperando a que algo en mi vida comience a funcionar bien. Es decimas de segundo veo un zumo de naranja sobre la mesa que hay justo enfrente de mí, giro mi cabeza para apartarla de mi libro, y veo que Violet me sonríe.

-¿Como te encuentras Robin?- me pregunta mientras toma asiento a mi lado. Estoy en su Café.

-Pues... si te digo la verdad... regular. Mi relación con Zoro no es que vaya muy bien. Cosa que es culpa mia. Hancock esta enfadada por como termine con Torao, Torao no me contesta a las llamadas.... y bueno... tengo que hablar con mis padres, y siento que estoy sola.- sonreí tristemente cogíendo entre mis manos el vaso que anteriormente dejo Violet en la mesa.

-Aaah. Yo te preguntaba por el embarazo.- se puso seria.

-¡Claro! Lo siento... el embarazo va bien- sonreí.

-Robin... si necesitas algo... solo tienes que decirmelo. Y sobre todo lo que me acabas de contar... no te preocupes, veras como poco a poco las aguas volveran a su cauce.- me dedico una amplia sonrisa.

-Gracias Violet- le dije mientras sostenia sobre mi mano dinero para pagarle el zumo que ella me sirvió.

-No te preocupes por eso Robin...- volvio a sonreir. -Invita la casa- y se levantó de la silla para volver a la barra.

-Gracias...- dije viendo como se alejaba.

Volvi a mi libro, pero algo me saco de él. Mi movil no cesaba su sonido, me estaban llamando, abro mi bolso para coger mi movil al instante. Es Nami.

-Hola Nami- sonreí.

-Hola Robin, ¿donde estas?-

-En el Café de Violet, ¿porque?- me estaba preocupando.

-No, por nada en especial. Vamos para ya. Enseguida nos vemos- me dijo euforica pero contenta, se lo notaba.

-Vamos... ¿quienes?- pregunte confundida.

-Adios Robin-

Me colgó el teléfono, ¿quienes vienen? Supongo que se refiere a ella y a Sanji, pero, si son ellos... ¿porque me ha colgado tan rápido? Tengo la cabeza hecha un lio. No entiendo nada.
Vuelvo a meter el movil en mi bolso, y dejo este encima de la mesa, intento volver a mi lectura, pero no puedo.
Miro el libro 1 y 1000 veces, este libro me lo regalo Torao en nuestro 7° aniversario. Inconscientemente vuelvo a la portada del libro, abro la portada y detras de ella hay una dedicatoria de Torao.

"Mi querida Robin, ahora mismo nos separan 780 kilómetros de distancia, aun así no me olvido de ti, siempre te tengo presente.
Recuerdo que hace un tiempo pasemos por delante del escaparate de una libreria en nuestro viaje a Alemania, vi que este libro en concreto te llamo la atención, y bueno... aqui lo tienes.
En este dia tan especial no estoy a tu lado, pero pronto estare cerca de ti, no sabes cuantisimo te echo de menos, y cuantisimo te amo pequeña.
Feliz 7° aniversario.
Por toda una vida contigo.

Siempre tuyo... Torao."

Una lagrima salió de mis ojos recoriendo mis mejillas, no pude evitarlo, tantos recuerdos, tanto vivido.
Rápidamente me limpié la cara con el dorso de mis manos, no queria que nadie me viera así, y menos Nami y Sanji, ya que sé que si dejo que mis lagrimas sigan saliendo, no voy a poder parar, y no es el momento.
Cerré el libro sin darle mas importancia por el momento, y lo metí en mi bolso.

Ya han pasado unos 15 minutos, veo a Nami entrar junto a Sanji.

-Hola Robin- gritaba con ilusión.

-Hola chicos- me dirigí a los dos con una gran sonrisa.

-Vamos, acompañanos.- me dijo Nami cogiendome de la mano.

-Pero ¿a donde vamos?- pregunté mirando a Sanji.

-Es una sorpresa, preciosa.- solto el humo que habia aspirado unos instantes antes.

Con cuidado me subí al coche de Sanji, mientras Sanji conducia y Nami cantaba, intentaba preguntar, e insistia en que me dijeran a donde me llevaban, pero no obtuve respuesta alguna, pues los dos seguian con sus cosas.
El camino me resultaba muy familiar, conforme hibamos alejandonos de la ciudad, note que nos adentrabamos a la espesura de las colinas de las afueras. Ya sé a donde me llevaban.

Sanji aparcó el coche y se bajó de él. Se dirigió hasta mi puerta para abrirmela y ofrecerme su mano para salir de él, yo la acepté.

-¿Que significa esto?- estaba confundida

-¿Que pasa? ¿no te gusta el sitio?- preguntaba Nami mientras me miraba con picardia y me daba suaves golpecitos con el codo en mi brazo.

-Mi preciosa Nico Robin- decia Sanji encendiendose otro cigarrillo y aspirando el humo a su vez. -La sorpresa que te tenemos preparada esta ahí.- apuntó con su dedo indice hacia un lugar. -Vamos- me cogió de la mano. -Acompañame, no te arrepentirás, te lo prometo.-

Me deje llevar por Sanji, estabamos justo enfrente de una casa de madera preciosa. Me soltó la mano y con un gesto de cabeza me indicó que me entrara en ella. Subi las escaleras del pequeño porche, cuando estaba justo enfrente de la puerta, giré sobre mi misma para contemplar a un Sanji y a una Nami que sonreían muy felices y se miraban complices, pero ¿de qué?. Volvi mi vista hacia la puerta, estaba entreabierta, apoye mis manos sobre la suave madera de esta y la abrí lentamente, lo que había ante mis ojos era totalmente increible ¿a que venia todo esto? ¿quien lo habia organizado? Y sobre todo ¿porque?

PENSANDO EN TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora