Rivales (Adaptación)

Capitulo 8

Ya estaba acabando la primera semana de clases, era viernes, y Alex debía de admitir que había sido agotadora. Muchos proyectos y trabajos en grupo, por suerte estaba con sus amigos en la mayoría de ellos.

Vayne, por ser un chico dulce y muy atractivo, había atraído la atención de varias chicas y casi siempre lo buscaban.

Alex sonreía al ver lo bien que se había adaptado. La única que no parecía feliz era su hermana, Sarah. Era una celosa de primera, decía que si su hermano se echaba de novia la iba a olvidar completamente a ella y más nunca tendrían noche de video juegos, pero Vayne le aseguraba que no iba a ser así.

Lo importante es que esa misma tarde era la tan famosa audición para el equipo de animadoras y el equipo de futbol. Casualmente, después de haber escuchado a Fidel hablar sobre el tema, Sarah había decidido entrar también. Y ellos cómo buenos amigos debían de estar allí para apoyarla, el pobre de Vayne también había sido arrastrado a la tortura.

Las gradas estaban casi vacías, habían algunos chicos riendo pero estaban en una esquina apartada, ya que todos los chicos populares estaban vistiendo el uniforme deportivo de fútbol americano o el traje de porrista.

También eran las pruebas para entrar al equipo. Estaban todos los chicos «que para el disgusto de Alex y sus amigos eran atractivos» entrenando en el campo de fútbol. Habían franjas blancas pintadas en el césped y los arcos característicos a los dos extremos de la cancha.

Ellos estaban sentados en la primera fila.

Keline hablaba con los chicos mientras Alex intentaba conversar tranquilo. Estaba nervioso, no sabía por qué, ya que por suerte Keline lograba caerle bien a todo el mundo, así que cualquiera que no fuera parte del grupo de Tenma, no le dejaría en ridículo. Intentó calmarse, debía de hacerlo, pero justo cuando empezaba a relajarse los chicos salieron de los vestuarios, emocionados, mientras agitaban los pompones azules.

El problema no era el uniforme, el cual era una camiseta blanca y azul manga larga que llevaba las insignias del colegio grabadas en dorado o los shorts azules (pantalones para otros, y faldas para las chicas). 

El problema era quien lo usaba y Alex casi se quedó sin corazón al ver a Tenma. Su cabello rubio brillaba con el sol de un color más claro mientras el uniforme se moldeaba en su cuerpo, resaltando las pequeñas curvas del rubio y el short dejaba ver sus piernas perfectas.

Alex ni se molestó en disimular, observaba fijamente al rubio mientras el hablaba con sus amigos en el campo.

Sarah los saludó y también lucía muy bien en el traje, pero ni Sabbath o Alex la notaron del todo, ya que estaban concentrados en los dos chicos. Fidel vestía igual que Tenma pero con pantalones y hablaba animadamente, colocando una mano en su bolsillo, sosteniendo los pompones con la otra.

Keline seguía sorprendida de que Sabbath aún no se hubiese desmayado.

-¡Chicos!-les llamó la atención y a duras penas sus dos mejores amigos lograron mirarla-. Estamos aquí por Sarah, ¿lo recuerdan?

Alex cabeceó cómo idiota, el aire no le llegaba a los pulmones. En cambio, Sabbath escondió el rostro en sus manos y comenzó a bufar, fastidiado.

Justo el rubio de ojos dorados eligió aquel momento para alzar la mirada. Examinaba las gradas con desesperación, como si estuviera buscando a alguien, hasta que su mirada se posó en los profundos ojos verdes de Alex. Tenma intentó actuar indiferente y le sonrió hipócritamente mientras Alex echaba humo, ese niñito se estaba burlando de el y estaba dejando que lo lograra. «Idiota, idiota».