Capitulo 13

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Una semana después y se encontraba sentado en una de las mesitas de madera que había en la feria. Sus amigos habían ido por algodón de azúcar y Alex se había quedado a cuidar el puesto.

El parque de diversiones era magnifico. Todos parecían estar pasándolo bien, a excepción de Alexander, que llevaba todos estos últimos días deprimido.

Aun recordaba el rostro de Tenma, tan roto y en verdad parecía muy golpeado por las palabras que le había dicho Alex.

El pelinegro se arrepentía mucho.

Lo peor de todo es que después de aquella pelea se había encontrado con el rubio. Al igual que otras veces, lo habían fastidiado con sus amigos, sólo que había algo diferente.

Cuando lo estaba insultando, no tuvo ni una vez la oportunidad de observar sus ojos fijamente, Tenma siempre parecía evitarlos o de alguna manera lo insultaba desde lejos, sin querer acercarse.

Ya comenzaba a desesperarse, porque Alexander quería ver ese color dorado que le quitaba el aliento. Se sentía cómo una necesidad, una ridícula y patética necesidad de ver sus ojos para poder estar en calma consigo mismo.

No había ayudado en nada el nuevo pensamiento acerca del rubio: querer besarlo.

Lo quería besar y eso lo asustaba, era otra necesidad que le hacía temblar de pies a cabeza cada vez que lo veía.

Observaba el rostro de Tenma y sin poder evitarlo los ojos se le iban a su boca, tenía los labios más hermosos del mundo y Alex solamente tenía unas desesperantes ganas de morderlos y besarlos hasta que le dolieran sus propios labios.

Suspiró ¿Qué rayos le estaba sucediendo? No creía que fuera muy normal el soñar todos los días con el mismo chico y desear besarlo. Más si no era su amigo, más bien lo contrario.

Era el chico que le hacia la vida imposible y allí estaba Alexander, suspirando por el pequeño rubio.

Cada vez... cada vez más las palabras de Tenma hacían eco en su mente "¿No será que estás enamorado de mi?"

Y en verdad, Alex intentaba convencerse de que no era así, imposible. No, era una locura.

-¿Al, estás bien?-preguntó Sabbath, acercándose a su amigo. Llevaba una gorra de oso en la cabeza, que había ganado en unos juegos. (JURO POR JESUS DE NAZARET QUE LO DE LA GORRA DE OSO YA ESTABA PUESTO)

-Sí, claro. -mintió de forma mediocre, sabía con antelación que si le contaba a sus amigos respecto a su problema, ellos comenzarían a delirar.

-¿Quieren ir a las tazas giratorias?-preguntó Sarah al llegar, habían rastros de azúcar en sus labios.

Será divertido, vamos!-animó Sabbath, jalando a Alexander y Keline de las manos, hasta llegar a la atracción y montarse en ella.

Estaban bajándose de las tazas cuando vieron a lo lejos al grupito del salón, parecía que la realidad despotricara sobre la suerte de Alex.

Todo le salía mal, y para joder más las cosas allí estaba Tenma, igual de hermoso que siempre.

Llevaba una camisa y pantalones negros y el cabello despeinado, reía mientras iba de la mano con Aiden y entrelazaba su brazo con el de Fidel. (Ay k gay)

Quería besarlo, quería besarlo y quería que la tierra se tragara a Aiden. Esa era una gran idea rondando en su cabeza.

Soltó un gran suspiro y tomó a Sabbath de la mano, quería alejarse de ellos a como diera lugar.

Rivales (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora