Capitulo 46: Epilogo.

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Alex estaba abriendo la puerta levemente, evitando emitir cualquier ruido, no queriendo despertar a la durmiente, aun.

Su esposo le había ordenado despertar a la niña, sus suegros se encontraban en un crucero por el mediterráneo y los dos adultos estaban encargados de cuidar de la adolescente, hace dos semanas desde que llegaron a la casa.

Despertar a la chica de dieciséis años ya formaba parte de la rutina, ya que Alex era el único capaz de interrumpir el sueño de la chica sin terminar lastimado.

Si su esposo intentaba despertar a su hermana menor normalmente terminaba golpeado por una almohada o recibía quejidos negativos de la niña, por esa razón Alex era el encargado de levantarla todas las mañanas.

-Eh, despierta, bella durmiente- comenzó diciendo el ojiverde, sentándose en el borde de la cama y sacudiendo levemente sus piernas.

-Mmm -fue lo único que recibió como respuesta.

Alex inspeccionó el cuarto de la chica, aun sin levantarse de la cama, algunas revistas y la ropa regada por el suelo. El ordenador estaba encendido y mostraba la aplicación de iTunes abierta, parecía que alguien se quedó hasta tarde escuchando canciones de Ghost y Pantera.

Alex sonrió, era en parte su culpa que la adolescente tuviera un obsesión con esos grupos ya que desde pequeña el ojiverde le regalaba discos de sus artistas favoritos para su cumpleaños.

-vamos, Yu, tienes que despertar -insistió Alex una vez más lazándose juguetonamente sobre el pequeño cuerpo de Yuna bajo las mantas.

Yuna volvió a gruñir acurrucándose más en la cama e intentando apartar a su ojiverde favorito de encima, aun no entendía como su hermano soportaba ser despertado por Alex todos los días. Era muy entusiasta y lo peor era que le daba resultado, siempre los dos Hirose terminaban obedeciendo a Brann.

-No, Alex, vete -dijo jadeando por falta de aire cuando Alex volvió lanzarse aplastando su estomago - ¡Arhg!-

-Si no quieres otro ataque sorpresa, levántate -la amenaza iba enserio y Yuna sabia eso.

Aun así se resistió, ayer había durado hasta tarde escuchando música y mirando por la ventana, ella quería dormir al menos unas...doce horas más, si, aquello se escuchaba de maravilla.

-Déjame.

-Pero ya es de mañana, tienes que ir al instituto -le intentó quitar la almohada de la cabeza forcejeando durante un rato.

Ahora por culpa del ojiverde la castaña estaba más despierta de lo que quería estar, ella gruñó nuevamente. Se resignaba a moverse de la cama, eso hasta que algo de lo que dijo Alex le llegó con claridad a la cabeza: instituto.

De un salto se incorporó en la cama, logrando hacer caer a Alex al suelo.

Yuna se rió un poco, su cuñado podría tener veintisiete años pero aveces era casi tan infantil como ella. Ni hablemos de su hermano, Tenma aun saltaba por los regalos el día de Navidad.

-¡Tengo que cambiarme, se me hace tarde! -la menor de los Hirose pegó un salto corriendo al cuarto de baño, parecía entre emocionada y feliz.

-Pero ¿Ahora por que tanto entusiasmo?

Alex rascaba su cabeza formando una mueca ya que le dolía el trasero ¿Por que los pisos de madera debían ser tan jodidamente duros? ¿Cual era la necesidad?

Yuna volvió a salir del baño quitándose el pijama y cambiándose a trompicones por unos short y un jersey, Alex alzó su ceja observando el apuro de la chica.

Rivales (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora