Capitulo 39

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Después de haber perdido a Tenma por los pasillos, cabe aclarar que duraron unos minutos corriendo uno atrás del otro mientras Tenma lo perseguía para darle un golpe, cuando finalmente había escapado.

Ahora estaba de camino a las duchas ¿Para que lo quería ver Fidel?

Esperaba que no fuera algo malo, aunque ya hacia tiempo desde que el y su grupito lo habían fastidiado, seguro se debía a Sabbath.

Al llegar no había muchas chicos pero en una pared estaba recostado Fidel, llevaba su uniforme de animador y parecía nervioso.

Al ver a Alex no sonrió, pero tampoco hizo una mueca de disgusto, como estaba acostumbrado.

—¿Me buscabas? —preguntó extrañado y el porrista asintió.

—Si, si lo hacia. —dijo con las manos en la cadera y ahora mostraba la seguridad de siempre.

—Bueno, ya me tienes aquí ¿Qué quieres? —preguntó arqueando una ceja y observó con fascinación como Fidel parecía volver a estar nervioso.

—Bueno, yo quería, en realidad, es complicado. —suspiró, la otra ceja se unió en la frente del ojiverde.

—¿Es sobre Sabbath? —preguntó, ya sabiendo la respuesta al ver el rubor en el chico— ¿Qué sucedió con el?—

Fidel pareció pensárselo un segundo, comenzó a rascar su cuello mientras intentaba pensar que palabras utilizar.

—Bueno, si. El, tu sabes que yo, no me digas que no porque conociéndolo seguro ya les dijo, estoy... bueno... estoy —le costaba mucho hablar y sus mejillas estaban mucho más rojas.

—¿Enamorado de el? —preguntó divertido, para su sorpresa el porrista asintió con la cabeza y bajó el rostro, avergonzado.

Alex no esperaba aquello, pensaba que le iba a gritar negando rotundamente sus palabras.

—¿A si que...? —dijo Alex para animarlo a continuar, le agradaba el rumbo de esta conversación.

Fidel alzó el rostro y ahora parecía más decidido, avergonzado, pero seguro de lo que iba a hacer.

—Yo quería pedirte ayuda para invitarlo a una cita... —soltó y pronto respiró como si soltara un peso de encima, ladeó la cabeza y pareció derrotado— No se como hacerlo y no tengo ni idea de adonde llevarlo.—

Alex lo miró y le pareció divertido, aquel chico que le había hecho la vida imposible desde primer año le estaba pidiendo ayuda. Le sonrió dulcemente mientras colocaba una mano en su hombro.

—¿Sólo es por eso? Es muy dulce de tu parte. —dijo y Fidel le sonrió, pero luego su rostro se tornó serio.

—Le hablas de esto a alguien y te asesino Brann. —dijo mientras Alex reía y alzaba las manos, en señal de rendición.

—Descuida, yo no digo nada.—

—Perdona, sólo que estoy muy nervioso. —dijo pasando los dedos por su cabello.

—¿Nervioso? ¿Por qué? Tienes a Sabbath loquito por ti. —dijo dándole ánimos y Fidel se sonrojó.

—Eso ya lo se, por eso es que estoy nervioso. Tengo miedo de arruinarlo. —colocó el rostro entre sus manos— Si me dejara de amar, yo no podría vivir.—

—Pudo aguantar tres años con tus insultos y amarte como idiota, estoy seguro de que no hay forma de que lo arruines. —dijo sonriendo mientras Fidel lo fulminaba con los ojos— Oye, fuiste un idiota, no me mires así.—

Los dos chicos salieron al pasillo y comenzaron a hablar mientras caminaban, algunos los miraban con asombro al verlos charlar tan tranquilos.

—A el le encantan las ferias, las adora. —dijo estirando su brazo bueno.

Fidel pareció pensárselo.

—¿Tu crees? Yo tengo miedo de las montañas rusas... —dijo observando la sonrisa burlona en el rostro del ojiverde.

—El las adora. —de inmediato el chico palideció y Alex prefiero quitarle la presión— Pero podrían ir a otra parte...—

—Bueno, si a el le gustan pienso que podría llevarlo... —dijo un poco nervioso, pero sonrió al pensar en lo feliz que estaría Sabbath— Le gustaría mucho ¿Verdad?—

—¿Estas dispuesto a ir a un lugar que te da pánico sólo por el? —preguntó sorprendido, Fidel lo miró como si fuera obvio.

—Por supuesto, quiero que siempre esté alegre.— Respondió, observando otra vez la sonrisa en Alex— ¿Ahora qué?—

—Estas muy enamorado, ya está lo tengo claro. —río al ver como Fidel rodaba los ojos— ¿Cómo es posible que el rey de los plásticos sea tan tierno con un chico?—

Fidel le dio un golpe en el hombro, molesto, aunque no fue tan fuerte como lo habría hecho anteriormente, fue más bien amistoso.

—No me digas así, Brann. —dijo aunque formó una sonrisa— Entonces, ¿La feria?—

—Es una magnífica idea. —le guiñó y luego se percató de las miradas poco disimuladas de sus compañeros— ¿Tendré algo en los dientes o algún letrero en la espalda? Seguro fue Aiden.—

—No ¿Por qué dices eso? —preguntó Fidel confundido, ahora que no le estaba gritando Alex se dio cuenta de que podría ser agradable.

—Todos nos están mirando, será que eres famoso. —dijo al animador quien ladeó la cabeza.

—No creo, pienso que te miran a ti ya que ahora eres conocido. —dijo palmeando su hombro— Las de primero suspiran por ti.—

—¿Cómo así? —preguntó torciendo el cuello.

¿Las de primero? ¿Por qué?¿Lo acosaban?

—Dios, Tenma tiene razón, eres muy lento. —dijo frotando su rostro y al ver la expresión sorprendida del ojiverde, se apresuró a agregar— No le digas que dije aquello, me mataría.—

—¿El... el te ha hablado sobre mi?—

—No puedo responderte eso, solo no lo arruines, rarito. —dijo Fidel sonriendo burlon antes de palmearle la espalda otra vez e irse —¡Cuando necesite ayuda te digo!—

—¡Más te vale! —respondió Alex sonriendo igual y luego volvió a ver a un grupo de chicos que lo miraban sorprendidos, suspiró irritado— ¿Necesitan algo?—

Un chico moreno asintió, pero luego pareció darse cuenta y avanzó, parecía avergonzando pero igual habló representando a todo el grupo.

—¿Desde cuando tu y Fidel son amigos? —preguntó inseguro y Alex alzó las cejas.

«Era por eso, ahora se supone que somos amigos. Nada mal» pensó malicioso.

—Somos socios. —dijo antes de darse la vuelta a irse con paso feliz.

Rivales (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora