Tenma obviamente seguía enojado con el, lo evitaba a toda costa y las pocas veces que se veían, sólo se burlaba de Alex.
Habían pasado unos días desde que hablaron, pero el ojiverde no podía estar más feliz.
Cada vez que cruzaban miradas, Alex lo miraba burlon y formaba con sus labios la palabra "celoso" haciendo sonrojar cómo loco a Tenma, quien comenzaba a gritarle.
La vida era hermosa para el ojiverde, eso hasta que llegó a su casillero.
Esperaba encontrarse con Tenma, considerando que eran vecinos, pero allí estaba nada más y nada menos que, Aiden.
—Hola, rarito. —dijo burlonamente, pero en sus ojos había odio. Alex no se acercó, intimidado ¿Qué había hecho el ahora?
—Quítate de mi casillero. —dijo, ya que el chico estaba impidiéndole abrirlo.
—No lo creo, primero quiero hablar contigo. —dijo agitando un dedo amenazador, delante de el.
—No quiero, ahora apártate. —dijo firme, frunciendo el ceño, el chico soltó una carcajada hipócrita.
—Pues vas a tener que querer. —otra vez ese brillo asesino en sus ojos, lo asustaba un poco. Intentó alejarse, pero él lo sujetó por el brazo y apretó el agarre, comenzó a arrastrarlo por el pasillo mientras Alex se quejaba.
—¡Déjame!—le exigía, pero el chico no lo escuchaba.
Llegaron hasta los baños para chicos y lo obligó a entrar. Ya dentro, lo apretó contra la pared y lo jaló del cabello, quedando frente a el.
Alex se mordió la lengua por el dolor.
—Me estas lastimando... —comenzó a decir, pero Aiden lo jaló más fuerte del cabello— ¡Auch!
—Escúchame bien, Brann, porque no pienso volver a repetirlo. —comenzó, acercando su rostro a la oreja del chico— Te quiero lejos de Tenma, es mi novio. Yo soy quien lo manosea cuando quiero, el que lo besa y con quien tiene sexo hasta perder la maldita conciencia. —le rectificó riendo y Alex sintió su rostro arderle.
Levantó la rodilla, queriendo darle un golpe, en verdad quería molerlo hasta que sangrara, pero el chico se anticipó a su movimiento y lo bloqueó antes de propinarle un puñetazo en el estómago.
Alex perdió el aire.
—Buen intento, pero no caigo dos veces. —dijo arrastrándolo hasta que cayó al piso, sostenía su cabeza por el cabello mientras Alex se sujetaba con la mano— El te odia, te detesta y en verdad, le asquea que lo andes acosando. Por eso te quiero lejos de el.
—Yo... ¡ahhh! —gimió sin poder aguantar el dolor, el cuero cabelludo le dolía y las rodillas se le estaban afincando dolorosamente en las baldosas del piso.
—Te dejaré una advertencia. —dijo el chico, obligándolo a arrastrarse hasta una de las casetas y abriendo la tapa del escusado— Espero que tengas un buen buceo.
Le hundió el rostro en el agua del retrete, no le dio tiempo ni de aguantar la respiración y Alex comenzó a tragar agua mientras el oxígeno se le escapaba de sus pulmones. Se estaba ahogando y en eso, Aiden volvió a levantar su cabeza, mientras Alex respiraba a ahorcadas.
—¿Te mantendrás alejado de mi novio?—preguntó amenazante, Alex lo miró con odio y dio a entender que no— Sigue buceando, entonces.
Lo volvió a hundir unas veces más y ya Alex estaba exhausto, lloraba amargamente y sentía los pulmones repletos de agua sucia.
—¿Seguirás acercándote a mi novio?—preguntó por décima vez , ya aburrido, pero por primera vez observó la desesperación en los ojos esmeralda.
—No... no... no... no. —murmuraba una y otra vez con pánico, Aiden sonrió.
—Me alegra. —dijo soltándolo y dejándolo acurrucarse en el piso— Más te vale cumplir. —le dijo antes de salir con paso seguro, del baño.
Alex se volvió un ovillo e intentó no llorar, su cabello estaba empapado y seguía tosiendo agua. No lo pudo evitar, volvió el rostro hacia el retrete, pero esta vez para vomitar, hasta allí había llegado el almuerzo.
El no sabía que iba a hacer, si Aiden tenía razón, puede que Tenma tampoco lo quisiera cerca y alejarse seria hacerle un favor. Pero lo amaba, joder. Y lo amaba mucho, la sola idea de alejarse de el lo volvía loco. Pero no importa cuán enamorado estuviera, ahora había algo nuevo.
Tenía miedo, mucho miedo. Cerró los ojos, jurando aún poder escuchar las risas de Aiden dentro del baño.
Al salir, intentó secarse el cabello y fue a su casillero por una muda nueva, en el camino se encontró a Tenma junto a Aiden. El rubio lo miró, preparado para insultarlo y pelear con el ojiverde, en sus ojos había un brillo divertido.
Alex observó a Aiden, quien lo miraba dándole un guiño y el ojiverde tembló por el pánico. Abrió rápidamente su casillero y al encontrar sus cosas se fue a toda prisa, mirando hacia el suelo, sin prestarle la acostumbrada atención al rubio.
Tenma lo miró confundido ¿Qué había hecho?
Alex se encontró con sus amigos en el pasillo y terminó en la casa de Sabbath, contándole sus penas, estaba con la cabeza recostada en las piernas de su amigo, llorando.
Los dos estaban en la cama, mirando una película, mientras Sabbath observaba a su amigo con dolor, Aiden era un ser desalmado.
—No llores cariño, shhh —le decía acariciándole el cabello y Alex sollozaba.
—Ahora... no podré acercarme... igual el... el... me detesta. —decía entre hipidos y Sabbath opinaba todo lo contrario.
Últimamente había observado al rubio y todo lo que Tenma demostraba, era lo contrario a lo que Alex pensaba.
Esperaba que sus ideas fueran correctas, ya que no quería ver a su amigo llorar aún más. Decidió distraerlo y los dos se abrazaron, mientras veían por segunda vez en esa noche el Titanic.
Los dos lloraron.
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Rivales (Adaptación)
Fiksi PenggemarAlex Brann comienza las clases sintiendo las burlas hacia el y sus amigos. Entre un grupito de chicos que lo fastidian conocerá al popular Hirose Tenma. Desde el primer encuentro entre ellos se desatará una gran rivalidad y guerra sin tregua. Se odi...