Capitulo 41

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-¿Una semana? -preguntó Sabbath mientras tomaba asiento junto a Fidel.

Estaban en la pizzería y colocó una malteada frente a el y el porrista. Los dos se sonrieron antes de que Alex asintiera.

-Una jodida semana ¿Puedes creerlo? -preguntó Alex irritado mientras hacía una mueca, tenía un moretón y varios cortes en su cara.

Ayer el director los había llevado a la dirección, a los tres, y los expulsó durante una semana a ellos dos, debido a las circunstancias y antecedentes de Aiden el estaba de manera indefinida.

Al llamar a sus padres habían estado furiosos, pero al explicar entre los dos que fue por defensa propia parecieron calmarse. Incluso los padres de los dos chicos se habían caído bien, muy bien, esta noche Fidel y sus padres iban a una cena en casa de Alex.

A ellos les pareció perfecto ya que así podrían hablar acerca de la cita del viernes. Hoy Sabbath había faltado a la escuela con la excusa de estar enfermo, era de mañana y allí estaban los tres reunidos, hablando sobre ayer.

-Al menos  salió perdiendo también -dijo Fidel sonriendo y estiró los brazos, llevaba un labio roto aunque le habían aplicado ungüento.

-Ese chico es un idiota ¿Cómo pudo siquiera hacerles daño? -preguntó Sabbath sorbiendo enojado de su malteada, volteó a ver a su chico y llevó sus dedos a los labios de este- ¿Duele mucho?- 

-No tanto, pero podrías curarlos -dijo Fidel pícaramente mientras capturaba su mano y la besaba, Sabbath se sonrojó pero igual entrelazó sus dedos con los de el. 

-Dios, ustedes me dan caries. -dijo Alex un poco abatido, aun recordaba su confesión de ayer.

-Cómo digas rarito ¿Has hablado con Tenma? -preguntó aun con la mano unida a la de Sabbath.

-No. -respondió simplemente.

-Lo de ayer no fue la mejor forma de decirle que estabas enamorado de el, pero al menos el mensaje le llegó claro y directo.- dijo Sabbath intentado animarlo, pero el ojiverde seguía suspirando.

-¿Tu has logrado hablar con el? -preguntó Alex al porrista y Fidel pareció dudar un rato si responder o no pero terminó asintiendo- ¿Te...dijo algo sobre...-

-Alto, rarito. Verás, no puedo hablarte sobre ese tema. Tenma me mataría, pero debes saber que esta muuy enojado con Aiden. -dijo mientras bebía de su malteada, tomó un respiro y le guiñó un ojo- Creo que esta vez es grave.- 

(¿Por que romperle un brazo no lo era?...)

-Puede que terminen... -dijo Sabbath mirando a su amigo, quería que sonriera.

Pudo lograr algo ya que Alex levantó la comisura de los labios y dio una débil sonrisa, era mejor que nada.

-¿Te esperabas aquello? -preguntó mirando a Fidel, el porrista había quedado entretenido con el cabello de Sabbath pero luego volvió a verlo.

-¿Qué cosa? ¿Qué estuvieras enamorado de mi mejor amigo? ... Algo así, siempre lo mirabas de una forma.... diferente. -ladeó la cabeza pero terminó sonriendo.

Alex no terminaba a acostumbrase de que el chico que odiaba en primer año lo tratara tan bien. Ahora sólo faltaba Ling o Epsilon, dentro de poco volarían los cerdos también.

-Te dije que eras muy obvio -le reprochó su mejor amigo, Alex rodó los ojos.

-No importa, igual tal vez ahora le de asco o algo por el estilo. -se desánimo mientras recostaba su cabeza en sus brazos.

Sabbath observó con preocupación a su amigo, con su mano libre acarició su cabello y le otorgó una mirada a Fidel. El porrista negó con la cabeza como diciendo "no puedo hablar de eso", el chico de ojos celestes lo miró con reproche pero al ver la alarmada cara del chico prefirió no presionar.

-Bueno ¿Qué haremos hoy? Es un día hermoso y aun falta mucho para la cena. -intentó cambiar de tema Fidel y Alex solo encogió de hombros.

-¿Una película?-

-¿Mi casa o la tuya? -preguntó Sabbath ahora sonriente.

-La tuya. -respondió Alex más animado y para fastidiar a su amigo agregó-: Pero no se queden toda la tarde besuqueándose, si no los dejo solos.-

-Entonces tendrás que ir yendo de una vez a tu casa...¡Auch! -dijo el porrista mirando con reproche a Sabbath, le había dado un golpe en el hombro- Sólo le aviso de una vez.-

-Descuida, vamos a ir a ver la película, Alex. -le sonrió a su amigo ignorando a Fidel, el ojiverde río.

-Lo bueno es que no fuimos expulsados del baile de invierno. -comentó Fidel casualmente y Alex lo miró confundido.

-¿Qué baile?-

-El de invierno, es dentro de dos semanas Alex ¿No recuerdas? -preguntó Sabbath y el aludido negó.

-Nunca me entero de estas cosas. -se encogió de hombros.

-¿Pero vas a ir? -el animador alzó las cejas de forma sugerente.

Alex ladeó la cabeza.

-No tengo pareja. -se encogió de hombros- ¿Tu ya tienes con quien ir?

Fidel se quedó quieto mientras a su lado Sabbath fingía jugar con la pajilla, pero en realidad le daba miradas de reojo tímidamente, logrando que el animador se sonrojara.

-Eh... bueno, en realidad aún no. -río un poco nervioso y con el cuerpo tieso, se volvió hacia Sabbath, que de inmediato dio toda su atención- Mmm Sabbath... ya se que aun no hemos tenido nuestra primera cita pero.... mmmm tu.... Mmm... quisieras....-

Sabbath parecía desesperado con la vacilación de Fidel, extendió la mano y capturó la de el animador, acariciandola, para darle ánimos.

-¿Quieres... quieres ser.... quieres ir al baile de invierno conmigo?-acompletó Fidel la propuesta con las mejillas rojas, soltó un suspiro cuando dijo lo último y Alex empezó a reír- No veo lo divertido, rarito.-

-Yo si, ya lo has besado muchas veces pero, te da vergüenza pedirle que sea tu pareja, es gracioso. -le contó mientras observaba ahora con mas diversión el rostro rojo y enojado del animador. (UUUH MIRA QUIEN HABLA, PELOTUDO)

Sabbath también lucía un lindo rubor y le sonría con adoración al chico de ojos miel, se acercó a el tomando su rostro, para que Fidel lo mirara a los ojos.

-Claro que quiero ser tu cita. Te amo, Fidel. -le dijo con los ojos brillantes y Fidel formó una tonta sonrisa en sus labios.

-Yo... yo también te amo. -le dijo colocando sus manos sobre las de el en su rostro, se acercaron y se dieron un dulce y casto beso en los labios.

-Ewwww -se quejó Alex mientras los dos chicos se separaban, riendo.

Ya no se estaban besando, pero sobre la mesa estaban sus manos entrelazadas, mientras los dos sonreían. El amor era bello, pero claro, no para el ojiverde.

-Descuida, también te puedo dar un beso a ti -dijo Fidel, dándole un guiño, y Alex hizo una mueca.

-No, gracias, prefiero a los rubios bajitos. -dijo sonriendo, logrando que su mejor amigo empezara a reír.

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SON TAN GAYS AYUDA

Rivales (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora