Hirose Tenma.
Tenma estaba ligeramente arrepentido, ahora, en el vestidor.
¿Cómo terminó aceptando ser novio de Aiden?
La respuesta era simple: apariencias.
El era un buen jugador de fútbol, lo había demostrado hace dos semanas al entrar al equipo. También era popular, todas querían salir con el.
Además, Tenma era un animador, era casi por un equilibrio social colocarse de novio con el. Era lo normal, lo correcto.
Pero se negaba a aceptar la razón más probable; decidió salir con él para sentirse bien consigo mismo, que era como cualquier otro chico lindo y popular.
Que no era aquel Hirose Tenma que le incomodaba, ese extraño chico con mariposas en el estómago y tontos pensamientos sobre Alexander Brann.
Ese Tenma era anormal, no tenía sentido, nunca pensaba con claridad alrededor del ojiverde y sentía extraños impulsos de agarrarlo de la mano y entrelazar sus dedos, al verlo en el pasillo.
El rubio prefería al otro Tenma, el normal, con preocupaciones tales como si recibiría un traje para navidad o si los chicos lo invitarían a salir, el cual era el mismo hace un año atrás, antes de conocer a aquel chico del demonio.
Aiden era lo único que lo mantenía cuerdo, o lo hacía sentirse así.
Tenma se repetía así mismo que lo que sentía por Alexander, si es que se podía definir como un sentimiento, era extraño e incorrecto y sobre todo seguramente un encaprichamiento juvenil.
Nada más. Tenma estaba seguro, creía.
¿Lo que le sucedía? Posiblemente un lapsus....una incoherencia en su crecimiento adolescente.
Respiró profundo, se sentía más seguro al anotar sus inseguridades en su diario. Y desde que Alex apareció en su vida, vaya que había escrito.... varias páginas en el. (En resumen: muchísimas paginas sobre Alex)
-¡Por supuesto, chicas!-escuchó la voz de la amiga del ojiverde, aquella que le caí tan mal, Sarah.
Frunció el ceño, aún sin verla, irritándole su voz aunque no encontraba una razón exacta por la cual detestaba a la rubia.
La chica entró a los vestidores, despidiéndose de una amigas suyas antes de ir a su casillero. Hace pocas semanas que eran nuevos en el equipo pero llevaban una pequeña rivalidad, quien hacía mejores giros o quien dirigía los entrenamientos.
Tenma casi siempre ganaba, debería de sentirse victorioso al ver la mirada resentida que le daba la chica durante aquellos momentos.
Pero cualquier felicidad desaparecía al recordar que Sarah era amiga de Alexander, tenía derecho a sus sonrisas, a abrazarle, a pertenecer a la vida del ojiverde.
Tenma sentía envidia, y se enojaba muchísimo con el mismo por aquellos pensamientos absurdos.
Por ello detestaba a esta versión de Hirose Tenma, el verdadero no sentiría celos por semejante tontería.
El rubio sonrió con sorna, mientras terminaba de acomodarse el uniforme.
-¿Lista para comer el polvo hoy, Rubia?-cerró la puerta de su casillero, colocando las manos en su cadera con intención de intimidar.
Sarah sonrió, pero con diversión, hizo lo mismo que el chico, ladeando la cabeza.
—Ese serás tú, rubio—le rectificó antes de darle un guiño y comenzar a caminar a la salida. —No llores cuando me toque dirigir el entrenamiento, Hirose.
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Rivales (Adaptación)
FanfictionAlex Brann comienza las clases sintiendo las burlas hacia el y sus amigos. Entre un grupito de chicos que lo fastidian conocerá al popular Hirose Tenma. Desde el primer encuentro entre ellos se desatará una gran rivalidad y guerra sin tregua. Se odi...